Las Cortes de Aragón respaldan el proyecto de construir una nueva Torre Nueva

Aprueban una proposición no de ley con la abstención de Teruel Existe y el único voto en contra de Izquierda Unida

La Torre Nueva de Zaragoza, poco antes de su derribo
La Torre Nueva de Zaragoza, poco antes de su derribo
Coyne

El proyecto de la Fundación Ingenio Azul de construir una nueva Torre Nueva en la plaza de San Felipe de Zaragoza ha dado un paso más en el camino para convertirse en una realidad. La propuesta, lanzada por la fundación que preside el conocido empresario Emilio Parra, tiene ya el respaldo de las Cortes de Aragón, que han aprobado este jueves una proposición no de ley (PNL) que insta a los gobiernos autónomo y zaragozano a facilitar que el proyecto llegue a buen puerto. En la votación, la PNL ha contado con el apoyo de todos los grupos políticos, a excepción de Izquierda Unida (Álvaro Sanz ha votado en contra) y de Teruel Existe (cuyos tres diputados se han abstenido).

El Grupo Socialista, el Partido Aragonés y Chunta Aragonesista se habían adherido previamente a la PNL, presentada por la fundación, y la han defendido en sus respectivas intervenciones. Carmen Dueso, por el PSOE, destacaba que la Torre Nueva "fue un símbolo de la ciudad de Zaragoza y todavía sigue siéndolo", y solicitaba, como ansía Ingenio Azul, "hacer partícipe del proyecto a toda la sociedad". En la misma línea se manifestaba Alberto Izquierdo, del Partido Aragonés: "Lo único que tenemos que hacer es empujarla (la propuesta) y ayudar a que pueda participar en ella toda la sociedad. Así Zaragoza recuperará algo que nunca debió perder". Especialmente brillante ha estado José Luis Soro, de Chunta Aragonesista, que en apenas cinco minutos ha recorrido la historia de la torre, recuperado la leyenda de que la construyeron "dos cristianos, dos musulmanes y un judío" como símbolo de convivencia, y evocado esa definición tan poética de Galdós al describirla como "un gigante que se inclina a mirar a quien anda a sus pies". "La inclinación al egoísmo la demolió –ha subrayado Soro–. Hay dos palabras que explican su derribo: caciquismo y especulación".

Joaquín Moreno, de Teruel Existe, ha explicado su abstención asegurando que "en Aragón hay 110 monumentos en la Lista Roja del Patrimonio y necesitan conservación, no reconstrucción", aunque, precisaba que "es un proyecto privado al que no nos vamos a oponer". Carmen Herrarte, del PP, se ha sumado a la iniciativa y alabado el empeño de Ingenio Azul. Y Santiago Morón, de Vox, manifestaba su apoyo a la propuesta, "siempre que respete el patrimonio histórico existente".

Álvaro Sanz explicaba su voto negativo invocando también la gran cantidad de monumentos necesitados de restauración, y subrayaba que "el hecho de que existan fondos privados para un proyecto no significa que este tenga capacidad de intervenir en el espacio público". A lo que Soro respondía que "cuando alguien está dispuesto a poner dinero de su bolsillo en un proyecto tiene derecho a elegir dónde se hace".

El diputado de Chunta, buen conocedor del proyecto, ha introducido algunos matices que pueden tener su importancia. El pasado 18 de junio la Fundación Ingenio Azul emitió una nota de prensa en la que anunciaba el debate de este jueves, y en la que hablaba de "volver a construir la emblemática Torre Nueva de Zaragoza" y de "recuperar un símbolo histórico de Zaragoza". Este jueves, Soro subrayaba en una ocasión que lo que se busca es "recuperar la memoria de un monumento que no debía haberse derruido" y poco después que "esto no es una rehabilitación ni una reconstrucción. Se trata de recuperar la memoria, no el monumento".

El proyecto, que desde el primer momento tiene garantizada la financiación por parte de Ingenio Azul, está ahora en manos de Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza.

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