gastronomía
El vino que hacen unos monjes bosnios y otros brindis del mundo desde Zaragoza
Javier Villar ofrece vinos internacionales para restaurantes y ahora también particulares.
En Bosnia, casi en la frontera con Croacia, se ubica un monasterio de monjes ortodoxos, los tvurdos. Allí, elaboran un vino de la variedad zilabka, del que tan solo producen 1.000 litros y lo guardan en barricas de un siglo de antigüedad. Este es uno de los vinos que apasiona a Javier Villar Morales y que ofrece a través de su proyecto Lands of Wine.
Una cata con su hermano. Así comenzó el romance de Javier con el mundo del vino. "No fue un descubrimiento, sino una revelación", confiesa este zaragozano. "En este sector confluyen muchos campos, como la geografía, la química, la cultura, la parte olfativa y gustativa...", enumera emocionado. Unos aspectos que ha descubierto progresivamente con cada cata y máster, ya que esos primeros brindis derivaron en una minuciosa formación que le impulsaron a la profesionalización. Esa instrucción la continúa en la actualidad.
Esta nueva pasión se unió con la vena aventurera de Villar, que le ha llevado a vivir durante un lustro en Moscú como profesor de español, visitar Georgia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Albania... Hacía viajes cada tres meses a España para renovar el visado y aprovechaba sus estancias para continuar la formación. Y, al final, sus viajes estaban condicionados por las bodegas, es decir, enoturismo.
La idea de un proyecto relacionado con vinos del mundo rondaba por su cabeza y, al final, en uno de esos viajes se decidió por fundar la empresa Lands of Wines. En la actualidad trabaja con un total de 21 países diferentes y tiene previsión de ampliar el mapa. Entre todos, roza el centenar de referencias, centradas sobre todo en la zona de los Balcanes. Al principio recorría los países, conocía los viñedos de donde se obtenían los vinos y también a sus productores; sin embargo, ahora suele ser un asiduo de las ferias.
Con una botella en la mano, Javier cuenta la historia de la bodega y del vino. "Este es de una variedad autóctona de Serbia que es prokupac y se hace en una bodega que se llama Doja", explica mientras la deja sobre la mesa. El entusiasmo por lo que hace le obliga a coger otra referencia. "En cambio, este es de Moldavia y se elabora con un permiso especial que le concedió el emperador ruso Nicolás I en 1827, como sale inscrito en la botella, al ser la primera bodega especializada de vinos en Besarabia", expone Villar. Sigue uno tras otro y destaca un vino de hielo checo que está en botella desde hace más de una década. "¡Este es una delicia! Es un dulce italiano de uva bianchetto que se guarda en barricas totalmente quemadas que le dan un color tan bonito", indica con una botella en la mano de contenido ámbar.
Uno de los vinos que más le emociona es de Bratislava. "Es Jurské y fue el primero que traje y Milos y Silvia, los bodegueros, me explicaron todo sobre él en su propia casa", recuerda Javier.
Villar admite que vender estos vinos a hostelería es una labor complicada, ya que la mayoría de ellos son desconocidos. A pesar de ello, desde hace un tiempo trabaja con estrellas Michelin y soles Repsol y otros reputados restaurantes, bares y tiendas especializadas en vinos de Zaragoza, además de escuelas de hostelería. "Está siendo un sueño cumplido", valora Javier. Ahora ha dado un paso más allá y se lanza a ofrecerlos a un público general, a través de la venta por internet con su recién estrenada página web de Lands of Wines.
