gastronomía
Cinco grandes terrazas que se descubren en el interior del Tubo de Zaragoza
En este barrio gastronómico de la capital aragonesa se encuentran varios espacios donde tener una percepción diferente de la ciudad.
El Tubo de Zaragoza es uno de los barrios gastronómicos más importantes de España y de Europa. Es un espacio donde las propuestas culinarias más clásicas de la ciudad comparten barra con otras innovadoras que irrumpen constantemente. Las tapas son la guía que marcan el recorrido por los bares de esta zona de la capital aragonesa. Las salmueras, los champiñones, las croquetas, las 'cigalas' de la huerta... entre otras muchas.
En las angostas calles del Tubo también se abren terrazas donde disfrutar de esta gastronomía o de unos combinados en la sobremesa o en una velada nocturna. Desde ellas se admira desde otra perspectiva el sabor de la Zaragoza antigua en solares que se convierten en espacios verdes entre los edificios.
Uno de ellos es El Patio del Plata, en la esquina de la calle de los Estébanes. Desde sus mesas se puede ver la torre de la vecina iglesia de San Gil, de estilo mudéjar. Otro de sus encantos es la antigua y elegante pérgola de forja que llama la atención a sus clientes y que crea un interesante contraste con el entorno.
En la mesa se pueden poner tostadas de jamón, pimientos rellenos, ensaladilla rusa, ensalada césar, un trío de humus o burrata con tartar de tomate. También patatas bravas o cheddar con bacon, croquetas, tequeños, gyozas de pollo con verduras, 'fingers' de pollo, calamares a la andaluza o una tabla de Jamón de Teruel.
Además se ofrecen huevos rotos con jamón, cebolla y patata confitada, o también pueden ser con longaniza y setas. Otra opción son los nachos gratinados con cheddar y guacamole, pico de gallo y jalapeños. Aunque tal vez alguien los prefiera con carne. Una amplia variedad de hamburguesas también ocupan gran parte de la carta. Los más lamineros se decantan por la torrija o el brownie casero de chocolate, además del surtido de helados.
No lejos de El Patio del Plata, en la calle de Ossau, se ubica Casa Buisán. Hace unas décadas era una tienda de ultramarinos en la actualidad es un bar, que ofrece una gran variedad de tapas y raciones, cuenta con brasa y marca las ensaladas, tostadas, los bocadillos o las hamburguesas como sus especialidades. Aunque parezca de interior con alguna mesa en su exterior, también dispone de una amplia terraza a su lado.
Junto a este espacio se descubre la terraza de Bodegas Almau. Fundada en 1870, es uno de los establecimientos con más solera de la capital aragonesa, aunque no nació como hostelería ni en el Tubo. Surgió en el entorno del Torreón de la Zuda como despacho de bebidas alcohólicas: "Alcoholes, vinos y licores". Más de un siglo y medio después muestra una barra repleta de montaditos, como el de jamón batido, o una amplia variedad de gildas. Las anchoas son una bandera, ya que las ofrecen hasta con virutas de chocolate.
Dos pasos más allá, en la misma calle de los Estébanes, continúan las terrazas como la de La Casa de las Migas de Vinos Moneva, un lugar donde suelen acudir actores, cantantes y demás famosos nacionales que visitan Zaragoza. En el interior, paredes de ladrillo viejo y vistosas vigas de madera.
Este quintento lo completa la Terraza Libertad 6.8. En este lugar se descubre una amplia carta de bebidas: espumosos, vinos, cervezas, ginebras, combinados de whisky, de ron, bourbon y vodka, además de cócteles. A todo esto se suman entrantes, ensaladas, tostadas y postres.
Además de todas estas, los ciudadanos y visitantes se pueden sentar en terrazas y en bidones y barricas que se despliegan a lo largo de las calles de los Mártires, Cuatro de Agosto, Cinegio, Ossau, Libertad y Blasón Aragonés. También hay otras terrazas interiores, como la de Mestisso, que brinda luz natural al local.
