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Heraldo del Campo

GENTE DE LA TIERRA

Las manos que dan vida al popular aceite de Valdeltormo

Gabriel Alcober está al frente de Alcober e Hijos, empresa del Matarraña que lleva 79 años elaborando productos y que ha sido pionera en el sector.

Gabriel Alcober, en las instalaciones que la empresa tiene en el municipio turolense de Valdeltormo.
Gabriel Alcober, en las instalaciones que la empresa tiene en el municipio turolense de Valdeltormo.

La calidad del oro líquido bajoaragonés y la buena cosecha registrada este año fueron los dos factores que más se valoraron a la hora de conceder los últimos premios al ‘Mejor Aceite del Bajo Aragón’ de 2024. Uno de los galardonados fue Alcober e Hijos, empresa que elabora y transforma productos desde 1945 en la Comarca del Matarraña.

Al frente de ella está Gabriel Alcober, miembro de la tercera generación de una familia que siempre ha tenido por bandera esa búsqueda constante de la calidad que se tenía en cuenta en los premios. "Es una confirmación de que los aceites del Bajo Aragón y de empeltre no solo gustan en Aragón y en España, sino también a nivel internacional, pues funcionan muy bien en Suiza e Italia, país donde nos conocen mucho y notan que nuestro producto es diferente al que están acostumbrados, que son aceites intensos, amargos e incluso algo picantes. Los nuestros son suaves, almendrados, verdes manzana… Más tenues y delicados", explica.

Su abuelo fundó la empresa, que inició la actividad con una pequeña almazara y un trabajo muy artesanal. Después, continuó en el negocio su padre, ampliándolo con una bodega de vinos y modernizando diversos aspectos. Y, ya con Gabriel y sus hermanos Fernando y Rosa como responsables, Alcober e hijos experimentó una evolución que se ha caracterizado por la adopción de las tecnologías punteras del sector e, incluso, de convenios con centros de investigación para la realización de varios proyectos de I+D+i.

Haciendo balance de la trayectoria de la organización, Alcober destaca su apuesta por aspectos que luego se implantaron en el sector. "En 1987, fuimos los primeros que empezamos a pagar por la calidad de la aceituna, luego fuimos pioneros en poner limpiadores en las almazaras e igualmente con la maquinaria, pues en 2008 iniciamos la instalación de sensores de infrarrojos para controlar la cantidad de grasa de la aceituna, así como su acidez y su calidad", apunta, subrayando asimismo que durante estos años han hecho estudios con batidoras destinados a evitar la oxidación del aceite y también otros dedicados a la obtención de las mayores cualidades organolépticas posibles del mismo a través de impulsos de alta frecuencia.

"Nuestra mayor preocupación es que el aceite de calidad llegue al cliente de la forma más económica posible"

Así, esta industria familiar ha intentado siempre darle un peso considerable a la tecnología, trabajo que se ha visto reflejado en los diversos premios que han recibido y también en su capacidad de producción, pues los lotes que elaboran son de 25.000 litros como mínimo.

Estos hechos son posibles también gracias a sus trabajadores, que se reparten entre tres ubicaciones: una en Valdeltormo, donde elaboran aceite y vino; otra en Calaceite, en la que procesan aceituna negra de mesa; y otra en Zaragoza, donde cuentan con una pequeña distribuidora que reparte el producto en tiendas, mercados y otros establecimientos. Una serie de productos "auténticos" que tienen un gran éxito. "Gustan mucho todos. Desde el aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen, que es de empeltre verde, hasta la aceituna negra de mesa, pasando por el vermú. Son artículos sin apenas manipulación, y la gente aprecia volver a esos sabores reales que no están potenciados", manifiesta.

El 80% de sus ventas se concentran en el triángulo que forman Zaragoza, Barcelona y Valencia, aunque también lo hacen por internet y por teléfono, primando la venta directa al consumidor. "Nuestra mayor preocupación es que el aceite de calidad que tenemos llegue de la forma más económica posible al cliente. Por eso, dependiendo de su ubicación y siempre que podemos, contactamos con diversas empresas de paquetería y distribución, facilitándole la vía más económica posible para el tema del envío y satisfaciendo sus necesidades en cuanto a horarios", agrega Alcober.

Una cosecha "excelente"

La producción de la compañía ronda entre las cuatro y las ocho mil toneladas anuales de aceitunas, y este año ha sido muy buena, como en el conjunto de la comarca, donde el cultivo ha alcanzado el 100% de su capital productivo. "A nivel general, la última cosecha fue mala en el país, pero en el Matarraña nos llovió en el momento justo y hubo una buena floración, lo que hizo que nos encontráramos con una cosecha excelente como no se había visto en años en cuanto a calidad y cantidad. Eso ha coincidido con unos precios buenos y, por primera vez, el agricultor ha visto reconocido su trabajo con ello. Pero, como había necesidad de aceite y los italianos han venido a buscarlo y pagaban bien, eso ha hecho que el precio haya sido igual en toda España, incluyendo zonas como Andalucía, donde la campaña ha sido mala", expone.

"Hay un equipo de personas muy importante que ayuda al equipo de Gobierno, y realmente todos los concejales del Ayuntamiento empujan hacia adelante"

Además de estar al frente de la empresa, Gabriel Alcober es alcalde de Valdeltormo, pueblo turolense que cuenta con alrededor de 300 habitantes, dos labores que compagina sin problemas. "Hay un equipo de personas muy importante que ayudan al equipo de Gobierno, y realmente todos los concejales del Ayuntamiento empujan hacia adelante, dejando de lado partidos y elecciones, con los mismos objetivos: que el pueblo crezca y prospere y cuente con servicios de calidad", concluye.

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