Taisi ha sido galardonada con el Premio Oro en categoría pyme del I Ranking Igualdad en la Empresa de Aragón, ¿cómo lo recibieron?

Recibimos la invitación para participar y creíamos que era únicamente un barómetro, para comprobar cómo estábamos haciendo las cosas, ver las debilidades y mejorar en los aspectos que encajen con nuestra filosofía. La verdad es que es un orgullo, como reconocimiento al esfuerzo interno diario y continuo que aplicamos en el trabajo habitual. Recoger el premio fue poner la guinda.

Su primer plan de Igualdad se remonta a 2017 y lo acometieron de manera voluntaria, ¿por qué?

Nos llevó a hacerlo porque en Taisi la igualdad siempre la hemos vivido en el día a día, no solo yo por ser mujer sino por valores heredados, tanto de mi abuelo y mi abuela, como de mi madre y de mi padre, que estuvo rodeado, además de por las operarias de planta, por directivas de producción, dirección y gestión. Quisimos dar un paso más, formalizarlo: tener un compromiso firme, hacer un diagnóstico real, evaluar e implementar acciones de mejora en cosas que hasta ese momento no habías pensado.

Por ejemplo…

Roles establecidos, que no nos hemos planteado hacerlo diferente. Los confiteros siempre habían sido hombres quizá porque antes se manejaban pesos, llaves mecánicas… Como si estuviera más ligado al esfuerzo físico. Y las mujeres estaban en la selección manual y trabajos más de detalle, de envasado. De ahí, hemos cambiado y se han ido incorporando mujeres y hombres a otros roles y hemos comprobado que por encima del género están las aptitudes y las capacidades, como trabajo en equipo, capacidad de decisión, creatividad…

También pusieron en marcha un protocolo de prevención de acoso.

Creemos en la igualdad de oportunidades y en defender la diversidad de religión, raza, orientación sexual, política. Con ese documento lo que conseguimos es que, si se da el caso de una posible vulneración, haya una línea de comunicación abierta para una denuncia de carácter privado.

¿Qué importancia ocupa la conciliación?

En 2016, al mismo tiempo que iniciamos el plan de igualdad, empezamos a valorar lo que hacíamos en conciliación. Hemos contado con una certificación (modelo EFR, Empresa Familiarmente Responsable) que se renueva anualmente y que en 2023 alcanzamos el grado de Excelencia A.

¿Cómo la materializan?

A través de ajustes de flexibilidad temporal, con horarios de entrada y salida, rotaciones, turnos; y espacial, con posibilidad de teletrabajo… Intentamos adaptarnos a cada situación. No es una obligación de la empresa y sí que tiene un coste, pero consideramos que es parte de un salario emocional y creemos que, si alguien viene personalmente mejor a la empresa, va a estar mejor en la empresa, más comprometido con el proyecto. Por lo que la inversión en igualdad y en conciliación tiene un retorno, difícil de cuantificar económicamente, pero que puede servir para atraer y conservar talento. La cuestión es escuchar, escuchar y escuchar y estar abiertos a adaptarse a las necesidades y las circunstancias.

Fruto de ello están nominados al Premio Vivofácil 2024 (antes Alares), que se entregará este lunes después de recibir el galardón de plata como octava empresa del II Ranking de empresas por la igualdad a nivel nacional.

Para nosotros es prueba de que podemos desempeñar un papel como referentes en el sentido de hacer ver que una empresa pequeña y desde el ámbito rural puede hacer las cosas igual de bien o mejor que otras que son más grandes, con más medios en grandes ciudades. Es una manera también de reconocer el trabajo y refuerza nuestro compromiso.