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Jair, Sergi Enrich, Bakis y Poussin, salidas prioritarias en el tiempo, ya están advertidas

El área deportiva del Real Zaragoza ha establecido una cronología de mínimos para remodelar la plantilla y Cordero ya ha puesto en marcha las conversaciones para romper los contratos con estos jugadores.

La plantilla del Real Zaragoza, en el último entrenamiento de la temporada 23-24.
La plantilla del Real Zaragoza, en el último entrenamiento de la temporada 23-24.
Rubén Losada

Jair Amador, Sergi Enrich, Sinan Bakis y Gaetan Poussin son cuatro de los diversos jugadores del Real Zaragoza con contrato en vigor en este verano de 2024 a los que el área deportiva, a instancias del cuerpo técnico, ha decidido rescindir o buscar una salida pactada. 

Habrá más. Pero estos son los que, en el plan cronológico de mínimos para empezar la reestructuración de gran calado que pretende y requiere el cuadro zaragocista, son prioritarios en un principio según el diseño establecido por el director deportivo, Juan Carlos Cordero, y el entrenador, Víctor Fernández.

El defensa central Jair, que cumplirá los 35 años en agosto, ha cumplido su 4ª temporada en el Real Zaragoza y tiene un año más de contrato. El delantero centro Sergi Enrich, de 34 años, es uno de los fichajes de Cordero de hace un año que ha salido mal en el calvario de campaña recién concluida y también tiene un año más firmado con el club aragonés. 

El delantero centro estrella del último proyecto, Bakis, germano-turco de 30 años, se ha unido en este curso al cada vez más amplio elenco de fracasos históricos en los fichajes del Real Zaragoza para su delantera, pues ha terminado el año sin marcar un solo gol, cero, y con una actitud apática, descentrada, por la que dejó de jugar hace muchas semanas. El punta tiene aún dos años más comprometidos con el club blanquillo, a razón de alrededor de un millón de euros por cada uno de ellos.

Y el portero francés Poussin, de 25 años, ya fue invitado a marcharse en el mercado de invierno tras una serie de actuaciones catastróficas que hicieron perder al equipo varios puntos claves y una eliminatoria de Copa ante un equipo de la 5ª división. Estaba cerrado su pase al Albacete el 31 de enero cuando, en el último momento, el galo se negó a aceptar esa salida y se quedó hasta final de temporada, aun sabiendo que no iba a jugar nunca más. El guardameta, al que Cordero captó en la Segunda División francesa (ahí malvive el histórico Girondins Bordeaux ahora mismo, en un símil muy cercano en todo al Real Zaragoza), tiene también firmados dos años más como blanquillo. 

Cordero, sabedor de la posición de debilidad con la que parte en cada negociación de este perfil pues al Real Zaragoza le va a costar dinero finiquitar a estos futbolistas que no cuentan para nada en los planes de presente y futuro de la entidad, cuenta con que el vínculo más corto con la sociedad de Jair y Enrich hace más sencillo el acuerdo. Los asuntos de Bakis y Poussin, aun siendo cristalinas e inexorables sus partidas del Real Zaragoza, pueden llevar más debates, tratos y días de discusiones con sus agentes y representantes, en definitiva, las piedras angulares de cualquier operación en el mundillo del neofútbol. 

Al menos, en las primeras horas de esta segunda semana del verano oficial en el fútbol profesional, el Real Zaragoza ya ha puesto en marcha en firme sus mecanismos para cambiarle la cara al equipo casi por completo. Algo más de dos meses y medio tiene para ello Cordero. 

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