REAL ZARAGOZA

Los tiempos de Cordero en el mercado, según sus credenciales del año pasado

El director deportivo del Real Zaragoza, que trabaja mano a mano con el entrenador, Víctor Fernández, desde el pasado martes tras la cumbre de Madrid, está obligado a redoblar esfuerzos y rapidez respecto de lo hecho el último verano.

Juan Carlos Cordero, el primer día como director deportivo del Real Zaragoza en La Romareda, en enero de 2023.
Juan Carlos Cordero, el primer día como director deportivo del Real Zaragoza en La Romareda, en enero de 2023.
Francisco Jiménez

Juan Carlos Cordero, director deportivo del Real Zaragoza un verano más, está ante el exigente trabajo de desmontaje de su anterior proyecto, fracasado de punta a cabo y, paralelamente, la construcción de otro nuevo con aspiraciones de ascenso a Primera División, no para repetir sufrimientos por no descender fuera de fútbol profesional. 

Una labor ardua para la que cuenta con casi 3 meses de marco temporal de acción: junio, julio y agosto (los últimos 15 días, ya con la liga empezada). ¿Por dónde y cuándo va a empezar Cordero a cerrar operaciones?, es la pregunta primera que surge a cualquier observador atento al farragoso verano que aguarda en los despachos del área futbolística del Real Zaragoza. 

Se trata de compaginar, pespuntear, intercalar y resolver alternativamente negociaciones de salida y entrada de jugadores, de traspasos y fichajes, de rescisiones y contrataciones. Y, entremedias, para ello, acumular horas de reuniones, conversaciones telefónicas y videoconferencias en las que Cordero halle la solución a decenas de inconvenientes de distinta índole y profundidad, que los tiene a todas caras. 

Este lunes nace la segunda semana de las 'vacaciones' estivales en las que el fútbol profesional reestructura y define los equipos entre temporadas. Y se espera aún la primera maniobra firme de Cordero, del Real Zaragoza, que ha pasado los primeros 7 días del cambio de página metido en asuntos mayores de cariz societario y burocrático: cambio de dirección general, con despedida de Sanllehí y llegada de López; reunión clave en la capital de España para confirmar la continuidad del propio Cordero en sus menesteres técnicos y de Víctor Fernández como entrenador de un proyecto ilusionante; y la fase natural de ensamblaje de estas piezas antes de arrancar el motor de todo lo que se espera, una turbina de muchos caballos de vapor. 

Para entender mejor el calado de lo que tiene ante sí el ejecutivo murciano del Real Zaragoza nada mejor que hacer un cotejo con el plan de ruta que marcó el año pasado en estas mismas fechas. Dos matices son necesarios antes de estudiarlo. Uno, que la anterior liga acabó una semana antes, el último fin de semana de mayo, mientras que este curso terminó el 2 de junio. Hay 7 días menos, por lo tanto, de ínterin con el inicio de la siguiente campaña liguera. Y dos, que el volumen de negocios que tiene que culminar, aun siendo importante el del curso pasado donde ya restauró el vestuario de modo notable en número y perfil de jugadores, va a ser en este verano de 2024 bastante más amplio.

Esta fue la película del verano de 2023 de Cordero en cuanto a las cuestiones mayores: fichajes, salidas y renovaciones.

  • 1 junio. Rueda de prensa de Juan Carlos Cordero, balance.                                       Larrazabal rescinde contrato y se va al Casa Pía (Portugal).                       Lluís López renueva por dos temporadas.
  • 13 junio. Maikel Mesa, 1er fichaje, tras dejar el Albacete.
  • 15 junio. Rebollo renueva por dos años más.
  • 26 junio. Vigaray rescinde contrato y se va al Fuenlabrada.
  • 30 junio. Vada no activa la cláusula de continuidad, rescinde y se va                         al Rubin Kazan (Rusia).
  • 3 julio. Inicio de la pretemporada.                                                                                Quinteros se va traspasado al Bolívar La Paz (Bolivia).                                Lecoeuche, 2º fichaje, llega del Valenciennes (Francia).
  • 5 julio. Bakis, 3er fichaje, llega tras dejar el Andorra.
  • 6 julio. Moya, 4º fichaje, llega del Alavés.
  • 19 julio. Sergi Enrich, 5º fichaje, llega tras dejar el Oviedo.
  • 20 julio. Eugeni rescinde contrato y se va al Ibiza.
  • 23 julio. Inicio de la concentración en S. Pedro del Pinatar (Murcia)
  • 27 julio. Poussin, 6º fichaje, llega del Girondins Bordeaux (Francia).
  • 3 agosto. Mollejo regresa cedido del Atlético de Madrid, 2º año.
  • 6 agosto. Puche se va traspasado al Arouca (Portugal).
  • 8 agosto. Valera, 7º fichaje, llega cedido del Atlético de Madrid.
  • 10 agosto. Igbekeme rescinde contrato y se va a la Ponferradina.
  • 11 agosto. Mouriño, 8º fichaje, llega cedido del Atlético de Madrid. 
  • 13 agosto. Comienza la liga.
  • 19 agosto. Molina rescinde contrato y se va al Málaga.
  • 23 agosto. Manu Vallejo, 9º fichaje, llega cedido del Girona.

El resumen de este rápido repaso a la consumación de las operaciones claves de Cordero del verano último deja datos evidentes. Uno, que el año pasado hubo rueda de prensa de balance del curso recién terminado y en esta ocasión no la habido y posiblemente no la haya. Al menos en tiempo y forma natural. 

Por otra parte, el director deportivo tuvo que consumar 8 rescisiones de contratos, bajo diferentes fórmulas y costes: Larrazabal, Vigaray, Vada, Quinteros, Eugeni, Puche, Igbekeme y Molina

Asimismo, se ve que fue un verano con 9 fichajes y la repetición de una cesión que ya había tenido lugar el año precedente (Mollejo). Y Cordero decidió llevar a cabo dos renovaciones para dar continuidad a jugadores que quedaban libres: Lluís López y Rebollo.

En cuestiones cronológicas, Cordero hizo 8 de los 9 fichajes antes del inicio de la liga y solo cuajó uno más con el torneo empezado (Manu Vallejo). De esos 8 nuevos jugadores, solo 2 llegaron antes del principio oficial de la pretemporada y 5 acudieron a la concentración principal del verano, en el Pinatar murciano (el 6º, Poussin, se incorporó allí en las últimas 48 horas de estancia). 

En cuanto a las salidas, Cordero cerró 4 de las 8 programadas antes de empezar la pretemporada. Las otras 4 se le atascaron durante el trabajo del verano y tardaron en acordarse. La de Molina se hizo incluso con la liga ya empezada. 

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