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Ola de robos e incendios en Zaragoza: un rastro de granos de café delata al joven que atemorizaba a todo un barrio

La Guardia Civil detiene al presunto autor de casi una treintena de asaltos en viviendas en las que causó destrozos gratuitos e incluso mató mascotas.

Incendio en una vivienda unifamiliar en Alfocea
La Guardia Civil investiga si este incendio declarado en casa de campo de Alfocea también fue obra del investigado.
Oliver Duch

Un simple rastro de granos de café se ha convertido en una de las pistas clave para lograr identificar y detener al joven que desde hace meses tenía alarmados a los vecinos del barrio rural de Alfocea, en Zaragoza. A finales del año pasado, empezaron a sucederse allí numerosos asaltos y fuegos intencionados en viviendas. Desde entonces hasta ahora, cerca de una treintena de casos. Principalmente, en fincas ubicadas en torno al camino del Mojón, de las que se llevaron todo tipo de herramientas y maquinaria, pero también vehículos como una moto, un quad e incluso un coche.

Los propietarios de las casas, muchas de ellas utilizadas como segunda residencia durante el fin de semana o en época vacacional, no solo temían por sus propiedades. Lo que más les asustaba en realidad es que el autor de esta oleada de robos se estaba acostumbrado a provocar incendios antes de marcharse, lo que podía llegar a poner en peligro sus vidas. Algo que también inquietaba bastante a los vecinos era la saña e incluso crueldad con la que se empleaba: destrozando pérgolas u otros elementos sin necesidad, e incluso causando la muerte violenta de varias mascotas.

Según fuentes próximas a la investigación, fue a primera hora del pasado miércoles, 26 de junio, cuando la Guardia Civil se presentó en la vivienda del sospechoso, un joven de solo 19 años identificado como I. P. C. Los agentes contaban con una orden de registro, ya que intuían que allí podían hallarse parte de los numerosos objetos sustraídos durante casi un año de asaltos. Y así fue. De ahí que procedieran al arresto del joven y a la intervención del material.

Una pista decisiva para la Guardia Civil

Pero, ¿qué fue lo que llevó a los investigadores hasta el presunto causante de tantos robos y destrozos? No resultó sencillo ponerle cara y nombre. Sin embargo, a base de revisar con lupa las numerosas denuncias interpuestas durante los últimos meses, la Unidad de Policía Judicial de Casetas, a cargo de las pesquisas, logró dar con algunas pistas importantes. Por ejemplo, el rastro de granos de café detectado por una de las víctimas.

El 27 de diciembre de 2023, un vecino de Alfocea se presentó en el cuartel de Utebo para denunciar el robo sufrido durante aquella Nochebuena. Según este, el ladrón o ladrones accedieron a su finca fracturando la valla metálica. Una vez dentro, se llevaron herramientas y enseres por valor de unos 6.000 euros. El hombre reveló que meses atrás ya habían prendido fuego a los árboles que rodean la vivienda, aunque hasta entonces no lo había denunciado.

Al preguntarle si sospechaba de alguien, el denunciante no pudo dar nombres. Sin embargo, este reveló a los investigadores algo que le había llamado la atención. Entre los objetos que le habían robado, se incluían un carretillo y una cafetera de grandes dimensiones. Y al echar un vistazo por los alrededores de la casa, vio que había un rastro de granos de café que llegaba hasta otra vivienda. A la postre, la del joven que ha acabado esta semana detenido.

La del rastro de café fue una información muy valiosa para la Guardia Civil, ya que permitió establecer después una serie de vigilancias. En cualquier caso, la investigación ha sido prolija y ha permitido reunir numerosas pruebas que señalan al sospechoso. Entre otras, imágenes y grabaciones facilitadas por las víctimas de los robos, así como otras obtenidas por cámaras instaladas en lugares por los que pasó cuando huía.

Degollados una gata y sus cinco cachorros

Cuando el joven investigado compareció el mismo miércoles ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, lo hizo por numerosos delitos de robo con fuerza en las cosas y daños por incendios. También por otro de maltrato animal, ya que se le imputa la muerte de una gata y sus cinco cachorros, a los que cortó el cuello. El sospechoso, I. P. C., no tiene licencia para conducir motos, sin embargo, en una grabación se le ve llevando una, por lo que también se le investiga por un delito contra la seguridad vial. Por último, la Guardia Civil le imputa un delito de tenencia y fabricación ilícita de armas, puesto que encima del armario de su habitación se halló una escopeta artesanal con un cartucho en la recámara sin percutir (munición de guerra). El arma ha sido remitida al servicio de Balística para que informe sobre su funcionamiento.

A pesar de esta retahíla de ilícitos, la Fiscalía no consideró justificada la petición de prisión provisional para el detenido. Por ello, tal y como propuso su defensa, a cargo de Javier Rodríguez, del despacho Ariza Abogados, la jueza acordó al final su puesta en libertad.

Parece que en algunos de los robos y delitos cometidos, I. P. C. contó con la colaboración de un menor de 16 años, al que también se detuvo el pasado miércoles, 26 de junio. Al no ser mayor de edad, la Benemérita entregó después a este a su madre y será un juez de la jurisdicción de Menores quien instruya diligencias respecto al mismo.

Según ha podido saber HERALDO, la preocupación de los vecinos de Alfocea por este oleada de asaltos e incendios intencionados les había llevado a plantearse la posibilidad de organizar patrullas de vigilancia. Las detenciones de la Guardia Civil deberían haberles servido para respirar algo más tranquilos, pero saber que los presuntos responsables siguen libres no parece que vaya a darle el sosiego que anhelaban.

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