Zaragoza
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un año de la constitución de los ayuntamientos 

Zaragoza, una ciudad de brazos abiertos y que quiere ponerse "en el mapa"

La Romareda y el bus son las luces y sombras del primer año de Chueca, que busca atraer empresas y aprovechar los fondos UE. 

La alcaldesa de Zaragoza, Natalia chueca, durante la presentación del proyecto de la nueva Romareda.
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia chueca, durante la presentación del proyecto de la nueva Romareda.
Guillermo Mestre

Trescientos sesenta y cinco días dan para mucho en la cuarta –o quinta, según se mire– ciudad de España. Sobre todo en esa en la que siempre pasan cosas. Una urbe en constante ebullición que es la que quiere crear Natalia Chueca a través de sus políticas, que sea capaz de ponerse en el mapa internacional y que tenga siempre los brazos abiertos a la llegada de empresas y proyectos que muevan la economía. ¿Se está consiguiendo? Desde el equipo de la alcaldesa aseguran que se va por buen camino y echando la vista atrás al primer año de mandato hablan de "satisfacción". Si se pregunta a la bancada de la oposición, el relato es, claro, muy diferente.

El primer año de Chueca al frente del Ayuntamiento de Zaragoza ha estado plagado, como es normal, de luces y sombras. Prácticamente nada más coger el bastón de mando se tuvo que enfrentar a un episodio catastrófico, la gran tormenta que anegó Parque Venecia y el Tercer Cinturón. El canal de protección a las faldas del barranco de la Muerte se empezará a construir en septiembre.

El primer gran anuncio fue la prórroga de cuatro años firmada con Avanza para el servicio del bus urbano. No sentó nada bien al resto de grupos municipales, que forzaron una comisión de investigación que determinó que el movimiento era legal, pero que Chueca lo había decidido antes de las elecciones y, sin embargo, ocultado. Finalmente los tribunales han acabado obligando al Consistorio a sacar a licitación los nuevos pliegos en el plazo de un año.

El Área de Movilidad ha sido la más convulsa. El fallo a la hora de solicitar los 7,5 millones de euros al Gobierno central para el transporte acabó causando el cese del concejal delegado. El dinero, sin embargo, acabará llegando, y no es Zaragoza la única ciudad a la que le ha ocurrido algo similar.

Aunque el gran proyecto de la era Natalia Chueca, de sobra es sabido, es la nueva Romareda. Empezó septiembre con un revés en los planes del que finalmente el Ayuntamiento fue capaz de sobreponerse. El Real Zaragoza renunció a construir el campo de fútbol a causa, explicaron, de la inseguridad jurídica generada por el recurso que presentó Podemos, pero formó junto al Consistorio y el Gobierno de Aragón –ahora bajo el mando de Jorge Azcón– la sociedad mercantil que finalmente ha acabado impulsando las obras.

La cuenta atrás ha empezado por fin: falta menos de un mes para que la maquinaria se abra paso en el viejo estadio y mañana mismo se concederá la licencia para acometer los derribos. Aunque finalmente, como reprochan desde el PSOE, sí que supondrá un importante gasto de dinero público.

Desde el equipo de Chueca dibujan, pues, la Zaragoza de las promesas cumplidas. Destacan que poco a poco están despachando los compromisos de la campaña electoral –el centro cívico Hispanidad, por ejemplo, ya tiene su primera piedra– e incluyen también la recuperación de la ribera del Huerva entre los grandes proyectos que contribuirán a cambiar la ciudad. Destacan como principal diferencia la etapa de colaboración institucional que se ha abierto con el PP al frente de las dos principales instituciones y la bilateral como uno de los más importantes hitos: "No se había logrado tanta financiación para Zaragoza en décadas". De la mano de la DGA se construirán también 1.000 viviendas para jóvenes en los barrios y se está trabajando en la captación de empresas.

Desde el Ayuntamiento apuestan, asimismo, por la dinamización de la economía a través del programa Volveremos y de la rehabilitación de vivienda. Y se apoyan en los fondos europeos. Es la segunda ciudad de España que más ha logrado captar y quieren aprovecharlo. También, por ejemplo, se recuperarán edificios históricos como Giesa o la Harinera y se comprarán autobuses eléctricos. 

La izquierda, sin embargo, relata un panorama muy distinto. El PSOE habla, en palabras de su portavoz, Lola Ranera, de un año de "mentiras", y recuerdan por ejemplo el "tarifazo" de las ordenanzas municipales, con la subida de los recibos de agua y basuras, un 8,5% y 29%. Acusan a Chueca de hacer "política espectáculo" y de "sobreexponerse" a costa de un gobierno que resulta "inexistente". 

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