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Qué ver y hacer en el Valle de Tena: un paraíso en el Pirineo de Aragón para huir del calor en verano

Trenes turísticos, encantadores pueblos de montaña, rutas de senderismo a cascadas y lagos y un gran laberinto de cipreses son algunos de los atractivos de esta zona de la provincia de Huesca.

Ibón de Bachimaña Alto, en el Valle de Tena
Ibón de Bachimaña Alto, en el Valle de Tena
Philippe Quéinnec

El Pirineo aragonés es uno de los mayores tesoros de España. Es un paraíso para los amantes de la naturaleza y el destino favorito de muchos para hacer una escapada de desconexión total. Y es que se podría decir que esta zona de la provincia de Huesca lo tiene todo. Aquí se pueden realizar infinidad de rutas de senderismo, se puede alojar en diferentes hoteles, casas rurales y campings y con encanto, así como descubrir preciosos pueblos de montaña y disparar los niveles de adrenalina en sus atracciones de aventura. Entre sus valles más conocidos y visitados por sus idílicos paisajes, entre otras cosas, encontramos el Valle de Benasque y el Valle de Tena.

Los pueblos imprescindibles en este idílico valle del Pirineo: de Lanuza a Panticosa

El Valle de Tena, además de unas vistas impresionantes, también cuenta con gran patrimonio cultural y pueblos con encanto que son de visita obligada. Ejemplo de ello es el pueblo que más bares por habitante tiene de España, Sallent de Gállego, que forma una postal pirenaica digna de revista ubicada en la parte más elevada de la Comarca del Alto Gállego.

En invierno, un paraíso helado y, en verano, un refugio ideal para huir del calor. Lanuza es un pueblo de piedra y pizarra en cuyo entorno destacan el Embarcadero Suscalar, donde se pueden practicar deportes al aire libre, y la cascada natural de O Saldo de Escarrilla. Además, cada verano acoge Pirineos Sur, el prestigioso Festival Internacional de las Culturas.

Tramacastilla de Tena y Piedrafita de Jaca son dos localidades que merece la pena visitar y que pertenecen al Quiñón de la Partacua, están unidas por el Bosque del Betato, del que se dice que está encantado y habitado por brujas.

Otro imprescindible es, sin duda, Panticosa. Este pueblo el destino de montaña por excelencia de todo el Pirineo, ubicado en un enclave privilegiado, que aúna la combinación perfecta entre paisajes increíbles, actividades al aire libre y turismo de aventura. Las pasarelas de Panticosa es una de las paradas obligatorias que nos regala espectaculares panorámicas de la localidad y sus montañas; así como su balneario, uno de los atractivos principales del pueblo.

Desde este pueblo sale el tren turístico El Sarrio lleva a los pasajeros hasta la Ripera, un maravilloso lugar desde donde se pueden realizar varias rutas, tanto para familias con niños como para montañeros más especializados. Otro de los trenes para adentrarse en este mágico valle es el Tren del Valle de Tena, cuyo viaje tiene una duración de dos horas y cuarto y consiste en una ruta circular desde Piedrafita de Jaca.

Atracciones de aventura en el Valle de Tena

El Valle de Tena, por si fuera poco, es un destino de aventura ideal para aquellos que buscan ese chute extra de adrenalina estas vacaciones, ya que aquí se encuentra una atracción extrema en plena naturaleza. Esconde un tesoro único en el mundo para columpiarse como en ningún sitio y se sitúa en Hoz de Jaca, a 30 minutos de Jaca.

En el embalse de Búbal, junto a la Tirolina Valle de Tena, se ubica el columpio extremo de Hoz de Jaca, que tiene una estructura de 32 metros y está suspendida 150 metros sobre el pantano. Los que se atrevan con ella realizarán un vuelo dirigido de 60 metros para disfrutar de unas unas vistas espectaculares de este rincón del Pirineo.

Junto al columpio extremo de Hoz de Jaca se encuentra la impresionante Tirolina Valle de Tena, también en el embalse de Búbal, que tiene un precio de 22 euros el salto. Aquí experimentarás la sensación de volar entre las nubes con espectaculares vistas de las montañas y el embalse en un vuelo a 90 kilómetros por hora a una altura de 120 metros sobre el valle.

La nueva atracción en la provincia de Huesca se sitúa a escasos 200 metros del popular Parque Faunístico de Lacuniacha. El Laberinto de los Pirineos ocupa una superficie de 5.000 metros cuadrados con 3 kilómetros de pasillos y cruces entrelazados con una única entrada y una única salida.

No obstante, para aquellos que teman perderse entre los 4.000 cipreses que lo forman y no salir nunca, existen cinco 'escapatorias' de emergencia señalizadas por si hay gente que se agobia y necesita salir antes, y hay un truco para no perderse.

Las rutas de senderismo más populares en el Valle de Tena

Aquí también se puede hacer la conocida ruta de las iglesias del Serrablo, así como turismo ornitológico, ya que es un territorio excepcional para la observación de aves, tanto de las que allí habitan como de las migratorias.

Pero si lo que quieres es sumergirte en plena naturaleza, el ibón de Bachimaña Alto es el más grande de Aragón, ya que cuenta con 38 hectáreas de superficie. Está situado a 2.207 metros sobre el nivel del mar, a los pies del Pico Serrato y del Pico Chuans. La ruta a este lago parte desde los Baños de Panticosa, junto al refugio Casa de Piedra, y tiene un total de 9,5 kilómetros de recorrido. Se trata de una de las más realizadas y bonitas y resulta indispensable para los amantes de la montaña.

Las cascadas son uno de los puntos fuertes del Valle de Tena. No te puedes perder la ruta que lleva a las cascadas del río Caldarés desde el Balneario de Panticosa y la Cascada de Orós Bajo, un espectacular doble salto de aguas cristalinas.

Además, son interesantes también el ibón de Respomuso en una ruta que parte del Embalse de La Sarra y pasa por las cascadas de los torrentes o barrancos de Balsaroleta y Garmo Negro; y el sorprendente arco de piedra, el Arco de Piedrafita.

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