Viajes
El Pirineo, a vista de pájaro con los vuelos turísticos de Pirivuelo
Desde el aeródromo de Santa Cilia, la piloto Ana Alegre ofrece la posibilidad de conocer desde el aire el Pirineo y Pre-Pirineo aragonés.
Conocer los Mallos de Riglos, el valle de Tena, cordillera pirenaica, valle del Aragón, Canal de Berdún o Jaca, pero desde otra perspectiva y con vistas espectaculares. Es lo que ofrece Pirivuelo, la única empresa en Aragón autorizada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para realizar vuelos turísticos con pasajeros. Y qué mejor que realizarlos desde el Aeródromo de Santa Cilia, donde tiene su sede. Al frente de Pirivuelo está Ana Alegre, la piloto que pone a disposición del público 6 rutas de distinta duración y la posibilidad de crear una ruta a medida, pero con un estudio previo.
Ana tiene una dilatada experiencia, ya que tal y como explica “trabajé como piloto y posteriormente también como responsable de las operaciones en el Aeródromo de Santa Cilia durante muchos años”. Con la privatización de la gestión del aeródromo “decidí montar mi propia empresa, tras 2 años de mucho esfuerzo y papeleo conseguí la licencia de operador aéreo y pude empezar esta aventura a principios 2018”. La validez de la licencia de operación, está sujeta al cumplimiento de un estricto programa de seguimiento por parte de la autoridad. Cada año, la AESA inspecciona que la operación cumpla con la normativa aplicable, así como la aeronavegabilidad de la aeronave y los entrenamientos de los pilotos.
El avión utilizado para realizar los vuelos turísticos es una ROBIN DR400/180R de cuatro plazas, así que pueden volar hasta 3 pasajeros. Su cabina acristalada ofrece una gran panorámica, fundamental para este tipo de vuelos.
Los vuelos se realizan todo el año, preferiblemente por la mañana cuando la atmósfera esta más estable. Ana realiza un pilotaje suave, cuidando siempre que los pasajeros disfruten de la experiencia relajados y sin mareos. Y mucha gente repite tras realizar su primer vuelo. Sus clientes llegan de todo Aragón, pero también de fuera e incluso del extranjero. Es una actividad para todo el mundo, aunque hay restricciones de peso máximo al despegue y por esta razón es imprescindible proporcionar los pesos para comprobar que se está dentro de límites.
Los niños pueden montar a partir de 2 años y como toma de contacto si son pequeños, Ana recomienda el vuelo de 15 minutos a Jaca. El acceso al avión puede ser complicado para algunas personas con movilidad reducida ya que hay que subir por encima del ala. Por ello, se recomienda consultar todos estos temas a la hora de realizar la reserva para valorar la mejor opción.
Los nombres de las rutas que ofrece son puramente comerciales. Aunque se llame ‘Ordesa’ la ruta de una hora, “no significa que sobrevolemos el parque ya que está prohibido, pero sí vemos una bonita panorámica desde el sur”, explica la piloto. O por ejemplo la ruta ‘Picos de Pirineo’ no es en la que más picos se ven, ya que es la más corta de las 4 que vuelan por el norte.
‘Jaca Básico’ tiene 15 minutos de duración e incluye ida a la capital jacetana, sobrevolarla y volver al aeródromo. Un poquito más larga es la de los Mallos de Riglos, de 30 minutos de duración y por la zona sur. Tras el despegue “nos dirigimos hacia el sur dejando el Monte Cuculo a la izquierda y Bailo a la derecha; siguiendo por Santa Barbara llegamos hasta el Pantano de la Peña, Reino de los Mallos (Agüero y Riglos), Loarre, Peña Oroel, Jaca y vuelta al aeródromo”. También de media hora son los Picos del Pirineo, por la zona norte. En este caso tras el despegue se pone rumbo a Jaca, dejando el Monte Cuculo a la derecha, ascenso por el Valle del Aragón hasta Villanúa y la zona de las Blancas dejando a la derecha Collarada, Aspe y el Bisaurín hasta llegar a Echo, donde se inicia el descenso rumbo a Berdún y al aeródormo.
Otra opción es ir hasta el Monasterio de Leyre, por la zona oeste, un vuelo de 30 minutos. Se pone rumbo al pantano de Yesa por la Canal de Berdún, Sigües y pegados a la sierra de Leyre se llega al Monasterio de Leyre. El vuelo al valle de Tena tiene una duración de 45 minutos, pasando por Jaca (dejando el Monte Cuculo a la derecha), Biescas, se divisa el Valle de Tena y a la vuelta se recorre Peña Telera, Collarada, Aspe, Bisaurín hasta llegar a Echo donde se inicia el descenso rumbo a Berdún y el aeródromo.
El Parque Nacional de Ordesa es un viaje algo más largo, de 60 minutos por la zona norte. En este caso Ana se dirige a Jaca, luego Broto y “volamos en la cara sur del Parque”. A la vuelta se ve el valle de Tena, Tendeñera, Peña Telera, Collarada, Aspe y Bisaurín. Por último se puede volar hasta el valle de Benasque, de 90 minutos de duración por la zona norte. Tras pasar Jaca se sigue por Santa Orosia, Peña Montañesa dejando Aínsa a la derecha, Castejón de Sos, Cerler, a la vuelta se vuela en la cara sur del Parque Nacional de Ordesa, se puede observar igualmente el valle de Tena, Tendeñera, Peña Telera, Collarada, Aspe y Bisaurín.
Pirivuelo tiene su sede en el Aeródromo de Santa Cilia, donde también se pueden realizar bautismos de vuelo sin motor y cuenta con diversos servicios, como un bar restaurante con zona verde y piscina. Desde su terraza se pueden ver los despegues y aterrizajes de aviones y planeadores, actividad desarrollada por el Aeroclub Nimbus.
