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El 'viernes maldito' de CrowdStrike evidencia un mundo cada vez más vulnerable

Los efectos del 'bug' se sienten en todo el planeta y en todos los sectores, y son una seria advertencia de lo que puede suceder.

Pasajeros en el aeropuerto de Madrid-Barajas durante la caída del sistema de seguridad de Microsoft que ha provocado fallos en importantes empresas en todo el mundo, a 19 de julio de 2024, en Madrid (España). Un problema de actualización de la empresa de seguridad cibernética Crowdstrike provoca la caída de Microsoft, Aena y otras empresas del sector energético, bancario y medios de comunicación. Microsoft avanza que está investigando la situación...19 JULIO 2024..Diego Radamés / Europa Press..19/07/2024 [[[EP]]]
Pasajeros en el aeropuerto de Madrid-Barajas durante la caída del sistema de seguridad de Microsoft que ha provocado fallos en importantes empresas en todo el mundo.
Diego Radamés

Bancos, aeropuertos, hospitales, escuelas, supermercados, medios de comunicación, instituciones gubernamentales, y un largo etcétera. El problema provocado por la actualización de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike dejó este viernes sin servicio a unas 24.000 grandes empresas y organizaciones de todo el mundo y de todos los sectores, reflejando el peligro que supone la creciente dependencia de sistemas informáticos 'online' y, más concretamente, el riesgo que entraña fiar multitud de sistemas críticos a una sola compañía. "Es el mayor fracaso de la historia de las tecnologías de la información", sentenció Elon Musk.

El caos fue generalizado en todo tipo de sectores: las primeras incidencias se detectaron en sistemas de pago de Australia, donde el viernes ya estaba avanzado, y en Alaska, donde el sol aún alumbraba el jueves y los servicios de emergencia detectaron que había problemas en sus sistemas. Pronto comenzó a verse afectado el transporte aéreo de todo el mundo, uno de los sectores más frágiles ante este tipo de acontecimientos: más de 3.300 vuelos fueron cancelados a lo largo del día, los retrasos llegaron a afectar al 88% de las operaciones en grandes aeropuertos de tránsito como Ámsterdam, y en muchos otros se tuvo que facturar a mano, desde Hong Kong hasta Los Angeles.

Diferentes administraciones estadounidenses informaron de que el 'bug' afectó también a infraestructura urbana como el alumbrado y los semáforos de diferentes localidades, así como redes de transporte y, más preocupante aún, el servicio de emergencias telefónicas 911 -equivalente al 112 europeo-. Incluso las pantallas publicitarias del centro de Nueva York mostraron la 'pantalla azul de la muerte' que se extendió por cientos de miles de terminales con el sistema operativo de Microsoft.

En Europa, las consecuencias comenzaron a sentirse de noche y se hicieron patentes al amanecer, cuando incluso cadenas como la británica Sky News tuvieron que suspender sus programas matinales y sustituirlos por otros grabados. Algunos colegios decidieron cancelar las clases, en los centros de salud de todo el continente se produjeron problemas con las citas médicas y con la planificación de operaciones quirúrgicas, y 'cash only!' (solo pago en efectivo) fue una de las frases más escritas en los comercios anglosajones. El error informático se sintió también en infraestructuras como el puerto de Gdansk, el mayor de contenedores de Polonia, donde se detuvieron temporalemente las operaciones.

Ni siquiera la organización de los Juegos Olímpicos que arrancan el próximo día 24 en París se libró de los fallos. No en vano, el centro de acreditación estuvo cerrado durante todo el día. "Llegaban cientos de voluntarios para hacer el recorrido de familiarización del pabellón y no han podido hacerlo", añade a este diario un miembro del comité olímpico. También se vio afectado el servicio de entrega de uniformes, pero no la venta de entradas ni los preparativos en los estadios.

En nuestro país la afectación no fue menor. Grandes empresas y diferentes administraciones vieron cómo era imposible acceder a sus sistemas. El mayor temor estaba en los de Sanidad. Desde Cataluña hasta Galicia, pasando por Aragón o el País Vasco, los sistemas de salud públicos y privados sufrieron problemas, aunque en su mayoría se limitaron a demoras en consultas y pruebas diagnósticas. Afortunadamente, la mayoría recuperó la normalidad por la tarde.

"Hemos estado bloqueados en todo el grupo un par de horas", reconoció Juan Abarca, presidente de HM Hospitales. "Toda la actividad urgente estaba garantizada gracias a nuestro plan de contingencia -que consiste básicamente en volver al papel y que hemos podido probar- pero todas las actuaciones programadas se han visto retrasadas creando un perjuicio evidente tanto a los pacientes como a los profesionales", añadió.

Grandes fábricas como la de Mercedes en Vitoria se vieron obligadas a detener la producción, e incluso en instituciones como el Ministerio de Asuntos Exteriores fueron incapaces de acceder a su puesto de trabajo virtual. "Cada cinco minutos introducía mi usuario y contraseña, pero no había manera. El sistema me decía que el usuario estaba fuera del dominio. Además, estos días han entrado funcionarios nuevos y no se les podía explicar asuntos de papeleo más allá de lo que se hace físicamente, que es residual", relata un funcionario.

Más caos se vivió en los aeropuertos. Hasta que Aena logró restablecer todos sus sistemas, "se activaron los sistemas de contingencia y se gestionaron algunos procesos de manera manual para mantener las operaciones". A pesar de estos esfuerzos, hubo que cancelar en España 105 vuelos hasta las 14:30 horas y se espera que los problemas no se resuelvan por completo hasta hoy, debido a la necesidad de reubicar a todos los pasajeros afectados. A ese respecto, la OCU recuerda que las aerolíneas están obligadas a ofrecer asistencia a los pasajeros -alojamiento y manutención- así como la reubicación en otro vuelo o la devolución del importe del viaje si así lo decide el cliente.

Sin plan B

Por la banca también recorrió un sudor frío. "A primera hora ha habido un poco de pánico hasta que se ha descartado que fuese un ciberataque. Después, hemos visto que había operativas que no funcionaban y otras que iban a trompicones. Pero hemos conseguido ir recuperando la normalidad y a mediodía estaba casi todo en funcionamiento", comenta uno de los responsables de ciberseguridad de un importante banco español, que prefiere mantenerse en el anonimato. "La situación es preocupante porque, con la creciente digitalización de la banca, este tipo de eventos pueden ser cada vez más disruptivos. Esto ha sido un toque de atención para que las empresas inviertan en sistemas alternativos. Muchas no tienen plan b", explica.

Ángel Vallejo, socio de Maio Legal y director de Relaciones Institucionales de Thiber, el mayor grupo de expertos de ciberseguridad de habla hispana, también señala esa falta de un plan alternativo como uno de los principales errores que cometen las empresas. "Se ha demostrado que tenemos tal dependencia de la tecnología que un mero parche de 'software' puede paralizar a miles de empresas que gestionan infraestructura crítica. Ese error en la comunicación con la plataforma de computación en la nube ha sido como si nos bloquearan la puerta de entrada a la oficina y tuviésemos que acceder por la ventana. Por eso es importante la redundancia en sistemas", explica.

No obstante, Vallejo avanza que estas caídas masivas continuarán produciéndose. "De hecho, se suceden a menudo y solo trascienden los que afectan a sistemas vitales o tienen una repercusión masiva", apunta. Una de las razones de que sea así está en la concentración de proveedores de servicios, que está en manos de unas pocas empresas. "Si tuviésemos más nubes el daño sería más limitado", afirma. China es un buen ejemplo de ello: allí el impacto del error de Crowdstrike ha sido limitado porque, aunque el de Microsoft es el sistema operativo más extendido, las empresas utilizan alternativas locales.

Vallejo no duda de que se avecina una avalancha de reclamaciones contra Crowdstrike y, en menor medida, contra Microsoft. "Sus clientes tendrán que calcular el perjuicio, y es evidente que la empresa de ciberseguridad verá afectada su credibilidad. Pero sus competidores no harán leña del árbol caído porque saben que les puede pasar algo similar, y el sistema no se va a poner en entredicho porque la de la nube es actualmente la tecnología más eficaz. Como mucho, habrá algún ajuste", prevé, subrayando que la rápida reacción de Crowdstrike ha sido clave para reducir los daños. "Los sistemas están encadenados y los problemas se suceden en cascada. Cuánto más se tarda en pararlos, más difícil es", apostilla.

El propio consejero delegado de Crowdstrike, George Kurtz, reconoció un error "que no ha impactado a los usuarios de Mac y Linux", afirmó que había sido "identificado, aislado y corregido", y descartó que fuese un ciberataque. Porque, como señala Vallejo, esa posibilidad que sobrevoló cuando se detectó el problema podría provocar efectos similares: "Estos sistemas reciben miles de ataques, y esto es algo muy preocupante a nivel global".

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