gastronomía
La ruta más 'influencer' por bares de Zaragoza: de emblemáticos a rompedores
En el centro de la capital aragonesa se pueden encontrar establecimientos donde probar algunos de los platos más típicos de la ciudad, pero también propuestas novedosas como cócteles.
¿Dónde ir si se pasan unos días en Zaragoza -o tan solo uno-? Se puede subir a la torre de la basílica del Pilar, adentrarse en las diferentes estancias del palacio de la Aljafería, posar en el puente de Piedra la Seo de fondo, un paseo por las calles de Alfonso I y de Don Jaime... Para probar la gastronomía aragonesa se puede pasar por el Tubo, pero hay opciones más allá de este emblemático barrio gastronómico.
Una de las paradas de la ruta puede ser en Casa Paricio, en el Coso Bajo de Zaragoza. En este enclave del barrio de la Magdalena se pueden degustar sus conocidas anchoas con un vasito de vermú casero con sifón. También se pueden probar unas banderillas. Las barricas delatan que en tiempos fue un despacho de vinos y forman parte del encanto que le brinda todo el conjunto.
De ahí, se puede ir a Casa Agustín, un restaurante con raíces en la localidad turolense de Albalate del Arzobispo y que hace unos años se establecieron en Zaragoza, también en La Magdalena. Aquí hay un plato estrella: la oreja de cerdo. "La receta es secreta", indica el responsable. Aunque lleven fama, no se puede ir sin probar las croquetas de setas casi líquidas.
Tan solo hay que caminar unos metros y en la misma calle de la Cadena se encuentra Casa Pedro. Los hermanos Carcas lideran este proyecto gastronómico que ha encandilado a muchos famosos nacionales e internacionales. Un clásico de este establecimiento, y más de esta época del año, son los caracoles. Este plato o se ama o se odia, por esta razón una alternativa puede ser el también conocido canelón relleno de pintada con trompeta negra y salsa de boletus.
Para muchos paladares zaragozano puede resultar un 'pecado' irse de la ciudad sin probar el Ternasco de Aragón. Este producto es una bandera de la gastronomía de las tres provincias, como se demuestra en bares y restaurantes de las tres provincias. Se puede presentar en diferentes formas, sin embargo, asado es un clásico. El Fuelle es el establecimiento de la calle Mayor que ha conseguido el título del mejor tradicional en los últimos años.
El colofón puede ser fresco e innovador y Moontlight Experimental Bar puede ser una buena opción para ello. En la calle de Santiago, junto a la plaza del Pilar, esta este novedoso establecimiento donde cruzar la puerta ya se convierte en una experiencia. Al frente está el laureado Borja Insa, quien ofrece una arriesgada propuesta.
Esta misma ruta siguieron un grupo de 'influencers' gastronómicos que hace unos días visitaron la capital aragonesa para participar en un viaje organizado por Ternasco de Aragón. Llegados desde Galicia, Madrid, Barcelona o el País Vasco se adentraron en esta parte de la gastronomía aragonesa.