Una ruta para conocer los tartares más frescos, llamativos y divertidos de Zaragoza
Hasta el 2 de junio se puede disfrutar de unas jornadas en las que participan 37 establecimientos con medio centenar de propuestas.
Las I Jornadas del Tartar de Zaragoza afrontan su recta final. Se pueden disfrutar hasta el próximo domingo 2 de junio en 37 bares y restaurantes de la capital aragonesa acompañados de los vinos de la bodega Bal D´Isábena. En total, estos establecimientos presentan casi medio centenar de propuestas. Las que se reseñan a continuación son algunas de las más diferentes, divertidas y versátiles.
Precisamente, si hay una elaboración versátil en la cocina esa es el tartar -de pescado, carne, marisco, verduras, embutidos…- , ya que prácticamente admite cualquier ingrediente. Eso sí, lo fundamental es que sean materias primas de calidad, ya que aunque el producto principal se adereza, prácticamente se consume en crudo.
La ruta que se propone a continuación permite conocer la amplia variedad de preparaciones que admite esta receta, desde el clásico steak tartar a una especie de croqueta o buñuelo que esconde los ingredientes en su interior.
En el restaurante Baobab (c/ Arzobispo Apaolaza, 10), su jefe de cocina, Manuel Rodrigo, ha diseñado la propuesta 'Sonata de burrata', donde todo el protagonismo recae en el calabacín ecológico de temporada. “Es un producto que no tiene un sabor con mucha personalidad, pero absorbe muy bien el de otros ingredientes como hierbas aromáticas, mostaza y limón”, comenta.
Al impregnarse de ellos ofrece una sensación muy fresca. Va acompañado de burrata, que hace de puente con el sabor del resto de los productos, como cerezas, albaricoque en orejones, alcaparras y pipas de calabaza asadas. Un tartar fresco, ligero y divertido.
En Pic Nic (c/ Laguna de Rins, 10) se han decantado por un llamativo tartar de ibéricos (fuet, chorizo y jamón) macerado con especias y mostaza. La presentación es muy original, ya que se ofrece en un formato clásico en la ración, pero también está en tapa. Para presentarlo se utiliza un pan indio que lo envuelve, de forma que solo se ve el exterior de esta especie de buñuelo. En el relleno es donde van los embutidos. “Hice una prueba y me gustó -comenta el cocinero Sergio Quílez-, pero lo más importante es que a la clientela le está encantando”.
El restaurante Meli-Melo (c/ Mayor, 45) apuesta por ingredientes clásicos como el atún rojo Balfegó, pero acompañados de piña y guacamole para que tenga un toque exótico y tropical.
Muy cerca se encuentra el Café Meccano (c/ Heroísmo, 13), donde su propuesta más llamativa es el tartar de verduras. En concreto, se trata de una escalivada donde aparecen ingredientes como berenjena, pimientos rojo y verde, y cebolla, además de piparra, anchoa de Santoña y una yema de huevo para darle untuosidad.
Dentro de las opciones más llamativas, también está el del restaurante Contigo Pan y Cebolla (C/ Telesforo Peromarta, s/n), que combina un ingrediente clásico como el atún con arroz de sushi y crema de aguacate. Para el maridaje se proponen los vinos Perrochico tinto o Perrochico blanco de Bal D´Isábena.
También es muy curiosa la propuesta de Beerland (plaza San Francisco, 17), que se decanta por una variedad de pescados ahumados (trucha, salmón y bacalao) para darle forma a su elaboración.
Finalmente, aunque hay muchos de carne, uno de los más sorprendentes es el que sugiere el Bodegón Azoque (c/ Casa Jiménez, 6), ya que utiliza presa ibérica de cerdo duroc -un despiece nada habitual para los tartares- con manzana ácida y pesto genovés.
Aunque estas son algunas de las propuestas más interesantes, lo cierto es que hay mucho más donde elegir. La totalidad de los restaurantes que participan y sus elaboraciones se pueden consultar en: www.baldisabena.com/jornadas-del-tartar-zaragoza/
