El entrenamiento matinal de este martes, tercero desde la llegada del Real Zaragoza a su concentración en San Pedro del Pinatar (Murcia), dejó como dato destacable la dolencia en un dedo de la mano derecha de Sergi Enrich.

El delantero balear sufrió el impacto de un balón en el 5º dedo (el pequeño) al poco de haber empezado la sesión preparatoria en el Pinatar Arena y debió ser atendido sobre el césped por el médico, el doctor Ireneo de los Mártires, y los fisios. Después de varios minutos de pie, examinando el alcance del problema, al futbolista se le vendó la zona dañada, inmovilizando el dedo afectado con una protección que ocupó también la muñeca y parte del brazo. Más aparatoso que importante, en un principio. 

De hecho, Enrich volvió a la dinámica del grupo y en ningún momento se resintió ni debió abandonar el entrenamiento. Todo pareció quedarse en un susto. El delantero balear, uno de los muchos que saben que no tienen sitio en el proyecto de esta temporada 24-25, está a la espera de encontrar y definir su futuro inmediato en otro club distinto al Real Zaragoza, donde aún le resta un año de contrato (firmó dos campañas el año pasado a su llegada desde el Oviedo).

Por otra parte, el centrocampista aragonés Francho Serrano se ejercitó nuevamente fuera del grupo, en el gimnasio de las instalaciones del Pinatar Arena, dentro de ese milimétrico plan de readaptación en el que está inmerso en los últimos 4 meses, desde que sufrió una fascitis plantar severa, con complicaciones, que le hicieron perderse los últimos 11 partidos de liga y, por el momento, están dejando en nada su pretemporada. 

Su caso está siendo tratado con sumo cuidado, poco a poco y con una evolución que ser considera satisfactoria. Francho sí está previsto que se incluya de nuevo en el grupo en la sesión de la tarde, que dará comienzo a las 19.00 en un día de mucho calor, cielo nublado y calima, polvo sahariano flotante en el ambiente de la costa murciana y el Mar Menor, con 34 grados de temperatura.