Liso: "Quiero tener más gol y participar mucho más en las asistencias"

Adrián Liso es, seguramente, el futbolista con mayor índice de crecimiento en los últimos cinco meses en las tablas individuales de la plantilla del Real Zaragoza. El extremo zurdo aragonés, residente en El Burgo de Ebro y con sus ancestros aguas abajo, en Fayón, asomó directamente desde el juvenil, con 18 años, sin apenas pisar el filial (RZD Aragón) para ser el arma novedosa de Víctor Fernández desde su llegada en marzo en la dura tarea de evitar el descenso a Primera RFEF y dejar al equipo zaragocista un año más en Segunda División. 

"He intentado desconectar en vacaciones de lo vivido en estos meses. En mi familia y mi entorno todo ha sido una locura. Era esencial parar. Ahora vuelvo con más ganas que nunca para seguir andando el mismo camino", dijo Liso a los enviados especiales de los medios de comunicación aragoneses en San Pedro del Pinatar. 

Liso, singularmente, no debuta en una pretemporada con el primer equipo del Real Zaragoza ni tampoco en el Pinatar Arena. Y es que el año pasado por estas fechas era la rareza de la convocatoria de Fran Escribá para esta concentración junto al Mar Menor. Ya estuvo Liso con el cuadro profesional en este mismo hotel, en este mismo pueblo, en estos mismos campos. 

"El año pasado yo me sentía aquí como en una burbuja muy pequeña, comparado con otros. Hacía muy poco estaba yo en la grada de La Romareda viéndoles jugar y, de repente, estaba entrenando con ellos en la pretemporada. Mi presencia en el Pinatar del año pasado fue impactante para mí, mucho. Pero el paso de un año y lo que me ha ocurrido hace que ahora lo viva de diferente manera", rememora con los ojos llenos de ilusión.

Liso experimentó en la tarde del sábado un viaje a Murcia especial. Era su segunda vez y, por sus peculiaridades particulares, su cerebro estaba viviendo sensaciones que ningún otro colega estaba capacitado para sentir. "El año pasado se me hizo muy raro venir aquí. Recuerdo que empecé a hablar con Sergi Enrich, un delantero al que yo veía jugar desde que era muy niño y que, en pocas horas, era mi compañero y terminaba jugando junto a él. Fue algo fuerte, que me chocó mucho. Esta segunda vez es totalmente diferente, naturalmente", abundó el '33' zaragocista.

Sabe Liso que el segundo año, para un joven jugador (y más si es canterano), es el más decisivo en un carrera. O se consolida o la exigencia se lo puede tragar. Es un viejo adagio del fútbol. "Está claro que es así. Yo me estoy mentalizando porque sé que este año es muy importante para mi futuro. Quiero dar un paso más, ser ambicioso. Yo tengo ganas y también exigencia para seguir adelante", admite el prometedor punta aragonés. 

El año pasado, donde sus partidos fueron en tres categorías (División de Honor Juvenil, Segunda RFEF y Segunda División, Liso acabó plasmando su carácter en el fútbol profesional con 2 goles. En esta liga que aguarda, la 24-25, sus números han de sostener un crecimiento que todo el cuerpo técnico espera con ansiedad. "Quiero mejorar cosas. Sobre todo, tener más gol, participar mucho más en asistencias y en los goles. Es lo más importante en mi posición. Pero también ayudar al equipo en basculaciones, en defensa. Y en lo general, somos ambiciosos y queremos estar este año lo más arriba posible en la clasificación", resumió. 

A Liso le espera competencia de alto rango. El Real Zaragoza pretende fichar jugadores de peso específico para las bandas del ataque. Elevar el nivel de aspiraciones pasa por subir la categoría de las contrataciones. Y eso repercute directamente en el estatus de canteranos como Liso. "Si traen algún fichaje para mi puesto no pasa nada. Tendré que hacer como he hecho toda mi vida: trabajar, trabajar y trabajar para intentar ganarme el puesto", concluyó con humildad.