Russo no espera al Real Zaragoza y acepta la oferta del Querétaro de México

Franco Russo no ha esperado al Real Zaragoza, con el que su entorno llevaba varios días tratando su posible incorporación al proyecto 24-25, y ha aceptado en las últimas horas la oferta del Querétaro de México, con el que su contratación en forma de préstamo será oficial en breve tiempo.

El defensa central argentino, de 29 años, propiedad del Ludogorets búlgaro, formaba parte del ramillete de opciones contempladas por Juan Carlos Cordero y Víctor Fernández para reforzar el eje de la zaga. El dinero (la oferta de los aztecas es importante en concepto de cesión para el Ludogorets, superior a la que podía ofrecerle el club aragonés en ese epígrafe) y la celeridad requerida por parte de los mexicanos para dar forma a la operación han decantado la decisión de Russo, que sabía que su posible incorporación al Real Zaragoza no era segura al cien por cien por estar en competencia con varios centrales más. 

Russo, de 1,86 de estatura y con largo tiempo de estancia en el fútbol español, donde llegó a jugar en Primera División con el Mallorca, estaba incluido en la lista de futuribles al presentar un perfil adecuado en cuanto a su fortaleza física, su rapidez al corte y su buen juego aéreo, tanto en defensa como en ataque. También había pasado por la Segunda División a través de una cesión del club balear a la Ponferradina, lo que añadía un plus de interés por parte zaragocista.

Finalmente, Franco Russo no jugará como blanquillo y abandona Europa para regresar a América. El zaguero bonaerense no hacía este viaje de retorno a su continente desde que voló hacia España siendo juvenil con 17 años para probar fortuna a ciegas a través de un singular episodio de desventuras y venturas que lo llevó por el fútbol base del Rayo Vallecano, una experiencia fallida en el Lleida, un año en la Tercera División aragonesa en el Tamarite y, finalmente, su flotador último en el filial del Espanyol de Barcelona. Ahora, su destino será México tras desdeñar un tiempo de moratoria por si al final cuajaba su fichaje por el Real Zaragoza.