Llega Iván Calero a la nómina del Real Zaragoza tras hacerse oficial su fichaje para ocupar el lateral derecho de la defensa de nuevo curso. Y con él ya son cinco las nuevas incorporaciones en el mercado estival.

En los primeros 30 días de movimiento en los despachos del área deportiva, Juan Carlos Cordero ha cerrado las contrataciones del portero Femenías (Levante), del delantero Soberón (Eldense), del centrocampista Gori (Espanyol B), del lateral zurdo Tasende (Villarreal B) y, ahora, la referida de Calero (Cartagena). 

Como en el apartado inverso, el de las salidas, solo ha cuajado la de un futbolista de menor rango, Guillem Naranjo (con ficha profesional pero que solo jugó un año en el filial, el RZD Aragón, y el último año anduvo cedido doblemente, en el Sabadell y el Teruel), la inevitable tendencia que sufre el vestuario es a quedarse sin sitio, sin bancos, sin perchas suficientes. Hay una superpoblación que va camino de ser histórica de no mediar solución rápida. 

En estos momentos, con Calero presto a entrenarse ya con Víctor Fernández este miércoles, el técnico aragonés va a tener que administrar los ensayos con ¡33 futbolistas! en el grupo. Una barbaridad de difícil manejo logístico para cualquier entrenador en cualquier equipo del mundo. Son 33 y creciendo.

En la portería, con Mikel Insausti al frente del trabajo en el habitual aparte con los guardametas están Femenías, Poussin y Rebollo, al estar Cristian Álvarez en manos de los fisioterapeutas en el gimnasio tratando de superar su enésima lesión muscular que viene del curso pasado. 

Y con el gran pelotón, acuden cada día al tajo los Luna, Nieto, Lecoeuche, Borge (también en manos de los fisios), Francés, Lluís López, Jair, Aguado, Francho (el tercer apartado por ahora por razones médicas), Grau, Moya, Liso, Bermejo, Maikel Mesa, Bakis, Azón, Sergi Enrich, Sabin Merino, Baselga... los nuevos fichajes Tasende, Gori y Soberón... y los jóvenes del filial Juan Sebastián, Hugo Barrachina, Vaquero, Terrer, Cuenca y Pau Sans. Desde la próxima cita, añadan a este reparto coral a Calero y saldrá la cifra de 33. 

Ahora sí que sí, Víctor puede conformar hasta tres onces iniciales sin hacer demasiadas trampas al solitario. Es una evidencia que urge cada vez más empezar a desarguellar esta caseta. No es algo menor ni anecdótico. Un equipo de este calibre humano es imposible que asimile como se debe los deberes más elementales.