Nada que no estuviera previsto: el portero Cristian Álvarez, el centrocampista Francho Serrano y el defensor Andrés Borge han completado la primera semana de la pretemporada del curso 24-25 fuera del equipo. En la sesión matinal de este sábado, 13 de julio, el trío sigue teniendo como lugar de trabajo el gimnasio de la Ciudad Deportiva y la máxima atención de los fisioterapeutas y el médico del Real Zaragoza. 

Los tres han reanudado las rutinas de los ensayos del nuevo curso bajo los efectos irremediables de las lesiones heredadas de la campaña pasada. Cristian Álvarez tras la recaída de su cadena de lesiones musculares en los muslos que le arruinaron la liga última. Francho, con su problema de fascitis plantar en un pie que le hizo perderse los dos últimos meses de competición. Y Borge, sumido aún en el largo proceso de recuperación de la grave lesión de rodilla (rotura de la plastia del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda) que sufrió en febrero.

Por ahora, Víctor Fernández, en el anómalo reinicio de los entrenamientos como consecuencia de la enorme cantidad de maniobras que la dirección deportiva (Juan Carlos Cordero) tiene todavía pendientes de ejecutar, tanto en lo referente a salidas como a los nuevos fichajes, no puede contar con ninguna de estas tres piezas y apenas puede esperar a su evolución diaria para calibrar, con el paso de los días y las semanas, cuándo podrán volver a estar en condiciones de alinearse o practicar fútbol real. 

Cristian Álvarez forma parte del elenco de inquilinos de la portería, palabras mayores por su importancia logística en la pretendida remodelación masiva y profunda de la plantilla que, en buena medida, depende en su diseño definitivo de cómo esté físicamente el argentino de cara a la liga que se avecina. 

Francho, a falta de renovar y ampliar su contrato (que acaba en 2025), es uno de los canteranos que debería conformar la cimentación principal del nuevo equipo como parte del reducido esqueleto que, en principio, contaba con visos de continuidad en el boceto del proyecto de Víctor.

Y Borge, con menor peso específico en los planes generales por motivos obvios de trayectoria y aportación histórica al bloque (ascendió del filial empezada la temporada pasada tras la lesión de Nieto en septiembre y su participación nunca fue nuclear), necesita ser catalogado y etiquetado convenientemente en la nueva composición del plantel. 

Por ahora, el casillero de valoración de estos tres lesionados está vacío, sin determinación contundente por parte del área técnica. Deberán pasar más días, analizarse un buen número de parámetros de todo tipo y condición en las próximas fechas, antes de conocerse en verdadero rol de cada uno. Por ahora, su lugar es el gimnasio. No el césped.