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Aumentar el límite salarial, objetivo inaplazable en la SD Huesca

A pesar de la lluvia de millones provocada por los ascensos y descensos que se han dado en el último lustro, el club busca ampliar un margen de gasto superado por el coste actual de la plantilla.

Agustín Lasaosa, presidente de la SD Huesca, en el palco de El Alcoraz durante un encuentro de esta temporada.
Agustín Lasaosa, presidente de la SD Huesca, en el palco de El Alcoraz durante un encuentro de esta temporada.
Verónica Lacasa

Acostumbrada al sufrimiento en su era reciente, la SD Huesca no volvió a fallar esta temporada. Salvó la categoría en la penúltima jornada. Y con el segundo límite salarial más bajo. El margen de gasto del club se había visto reducido hasta los 4,6 millones, un aval escaso para encarar con garantías la temporada venidera. Solamente el Amorebieta, recién ascendido, disponía de un margen menor: 4,1.

El último mercado

En el pasado mercado veraniego, el único gasto que la SD Huesca efectuó en fichajes fue el de Óscar Sielva por valor de 200.000 euros, compra urgente después de un año vestido de azulgrana, pero jugando como cedido. Un caso similar al de Kento Hashimoto, cuya 'compra' -llegó libre- también se llevó a cabo después de una temporada con el equipo en calidad de prestado. Los otros fichajes, todos a coste cero, fueron Javi Mier, Hugo Vallejo, Martos, Kortajarena, Carlos Gutierrez y Loureiro, además de las cesiones de Balboa, Bolívar, Elady, Obeng y Javi Martinez, estas dos últimas renovadas después de disputar la anterior campaña como cedidos en el cuadro oscense.

22-23

En aquella temporada, el Huesca era el noveno equipo de la categoría con el límite salarial más bajo: 8.1 millones. El presupuesto real de aquel año sobrepasaba los 12 kilos, pero evidentemente, lo que importaba era la cantidad de dinero que se podía gastar en fichajes, cesiones y salarios. Entonces, aquel mercado trajo consigo el préstamo de Obeng por valor de 75.00 euros -única inversión en traspasos-, y los fichajes como agentes libres de Juanjo Nieto, Juan Pérez, Carrillo, Kanté, Soko, Blasco, Vilarrasa, Juan Villar y Rubén Pulido.

Diez nuevas nóminas que, inevitablemente, redujeron el margen de gasto. Kento Hashimoto, Javi Martínez y Óscar Sielva aterrizaron en el club como cedidos. Los tres para quedarse. La inversión total en aquel mercado estival provocó que el límite salarial se viera reducido hasta los 6.4 millones de euros, resta que se hizo efectiva en el siguiente mercado de invierno.

21-22

La temporada anterior, la SD Huesca cayó a Segunda División después de un descenso lacerante. Aquel verano, el club sostenía el tercer límite salarial más alto de Segunda. 19,775 millones, solo por detrás del Eibar y Valladolid, ambos descendidos igualmente. Ni con aquella cantidad se se supo construir un equipo para pelear entre los diez primeros. La enorme falta de ambición y el acomodo en Segunda convirtieron la aspiración de salvar la categoría en Primera División a buscar el mismo objetivo en Segunda. Y en apenas un par de años.

Isidro Pitta y Gerard Valentín tras compra, y Adolfo Gaich, Pablo Martínez, Lago Junior, Ignasi Miquel y Darío Poveda tras préstamo, llegaron al equipo. Fichajes y cesiones que le costaron al club dos millones de euros. Cierto que todavía quedaba bastante margen de gasto, pero las nóminas de aquella plantilla tuvieron excesivo peso. Aunque libres, llegaron al equipo otros ocho futbolistas: Marc Mateu, Florian Miguel, Timor, Buffarini, Salvador, Enzo Lombardo, Ratiu y Miguel San Román.

20-21

Segunda y última temporada de la SD Huesca en Primera División. 37 millones de límite para prolongar un paraíso que terminó saliendo caro. El segundo margen más bajo, solo por delante del Elche (34,6 millones). El club intentó salvar aquella temporada apostando por la compra de Borja García, Siovas, Inusa y Andrés Fernández, además de las cesiones de Ontiveros, Vavro, Doumbia y Maffeo y las adquisiciones gratuitas de Sandro y Gastón Silva. En total 4,65 millones de euros en adquisiciones, sin contar los pertinentes salarios.

El embolado que debe resolver la SD Huesca pasa por subsanar el superávit originado por la inversión en la plantilla actual, que se encuentra dos millones por encima de lo permitido por La Liga -sin contar las penalizaciones que impone la patronal por las pérdidas económicas en la temporada anterior y otros perjuicios-. A falta de conocer las llegadas y salidas que tendrán lugar en las próximas semanas, el gasto actual en la plantilla es de unos 6,5 millones, y el límite salarial del que disponía el club al inicio de la temporada era de 4,6. Ante todo, la opción que toma la delantera para corregir ese déficit y poder ampliar el límite de gasto es la inversión accionarial de los grupos empresariales Costa y Pini por valor de unos ocho millones de euros.

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