Rafa Tresaco zanja el debate: se marcha del Huesca
El canterano oscense comunicó públicamente que abandona el club después de su primera temporada en el primer equipo, con el que solo ha disfrutado de dos titularidades en Liga y una en Copa del Rey.
Rafa Tresaco, canterano de la SD Huesca y futbolista del primer equipo, hizo pública su marcha del club a través de un comunicado que compartió en redes sociales: "Gracias por todo al club de mi tierra. Como oscense, ha sido un honor defender sus colores y su escudo. Quiero agradeceros a todos los que formáis parte de este gran club, que desde pequeño llevo y llevaré en mi corazón", rezaban las primeras líneas del mensaje del serrablés, que solo ha contado con minutos en 16 encuentros.
"Agradecer al servicio médico, a todos mis compañeros del filial del año pasado y a todos los empleados del club. Gracias infinitas. Y a vosotros, afición. Gracias por apoyarnos siempre y estar a nuestro lado en cada momento. Sois el motor de este gran club, de mi club. ¡Aquí un oscense de corazón!", sentenció el futbolista.
Hay veces que el fútbol no corresponde con todo lo que uno pone de su parte. Es lo que le está ocurriendo a Rafa Tresaco, cuyo destino no ha destacado por la fortuna y las oportunidades en el club de sus amores. Después de un breve periplo por el Racing de Santander -con el que ascendió a Segunda División-, Marbella y Algeciras, el aragonés regresó en el verano de 2022 a Huesca con la idea de hacerse un hueco en la primera plantilla.
Aquella temporada, la 2022-23, significó pieza clave para un filial que se quedó con la miel en los labios, y que tampoco aprovechó el play-off para regresar a Segunda RFEF. Un curso que, en cambio, sí que le sirvió al de Sabiñánigo para hacerse con una ficha del primer equipo. Mantuvo la paciencia, esperó el momento y debutó en la cuarta jornada frente al Mirandés (1-1).
A pesar de que Antonio Hidalgo depositó en el futbolista de 23 años mayor confianza que el Cuco Ziganda -al frente del banquillo hasta la jornada 10-, no ha terminado de solidificar su molde en el primer equipo, y su presencia -aunque con mayor uniformidad en el último tramo del curso- se ha visto volatilizada en la mayoría de encuentros, donde ha tenido que acostumbrarse a un papel secundario.
