Vuelven a detener a una de las dos hermanas especializadas en robar a ancianos en Zaragoza
La Policía atribuye a Isabel Carbonell Rosario, que ha sido enviada a prisión, tres hurtos y un robo con fuerza cometidos entre febrero y junio.
La Policía Nacional la detenía, pero, tras pasar a disposición judicial, salía en libertad provisional a la espera de juicio. Hasta ahora, la historia se había repetido en varias ocasiones. Sin embargo, el pasado viernes fue distinto. Ese día, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza decretó prisión preventiva para Isabel Carbonell Rosario, la mayor de las dos hermanas conocidas por engañar a ancianos para sustraerles sus joyas y su dinero. Había sido arrestada el día anterior acusada de haber cometido tres hurtos y un robo con fuerza repartidos entre febrero y junio, cuatro nuevas imputaciones que hacen que en el último año y medio el Grupo de Delincuencia Itinerante la haya relacionado con veinte hechos similares.
Los nuevos delitos que se le imputan entran dentro de su patrón habitual. En todos ellos las víctimas son personas de avanzada edad, al menos octogenarias, y en todos habría empleado diversas artimañas para ganarse su confianza con el fin de que les deje entrar a sus viviendas y, una vez allí, coger los objetos de valor que encuentra. El botín que habría conseguido reunir en sus últimas acciones no es excesivamente elevado más allá de alguna joya de más de mil euros. Sin embargo, destaca la acusación de robo con fuerza. Lo habría llevado a cabo en casa de una mujer a la que, según considera la Policía, cogió del brazo dentro de su domicilio y atemorizó.
Isabel Carbonell, de 41 años, carga a sus espaldas con más de medio centenar de antecedentes policiales. Su primer hecho delictivo se remonta a 2002, un robo con fuerza. A él se le han añadiendo con el paso del tiempo diferentes allanamientos, estafas y principalmente hurtos.
La avanzada edad de sus víctimas es un factor que juega a su favor. La capacidad de oposición de los ancianos es escasa, tienen dificultades para reconocerla y sufren pérdida de memoria durante los meses que pasan hasta que se celebra el juicio. Para convencerlos de que les abran las puertas de sus casas usa tretas como fingir una indisposición o afirmar que es amiga de la vecina.
La anterior vez que la Policía la había detenido se remonta a abril. Entonces fue junto a su hermana, como presuntas autoras de seis hurtos llevados a cabo entre junio del año pasado y marzo del actual en los que se hicieron con 12.600 euros. Según se refleja en el último atestado, Isabel Carbonell, de cuya defensa se encarga la abogada Olga Oseira, se jactaba de que pagando la multa que le imponía el juez siempre salía en libertad.
