"Llevamos 15 años peleando por todo, por tener una baldosa, un comercio, el autobús o un parque", dice el presidente de la Asociación Arqueros, Jorge Hidalgo. La agrupación vecinal nació en 2009, para organizar los movimientos reivindicativos con los que ese mismo año lograrían que se pusiera la misma piedra del barrio que acabaría convirtiéndose en su casa: Arcosur.

Forma parte Hidalgo de los primeros 2.500 vecinos que poblaron la zona más al sur de Zaragoza. Acostumbrado a vivir entre grúas y edificios a medio construir, ha visto con sus propios ojos cómo se iban formando las calles y llenándose de nuevos vecinos. Ahora la urbanización se está extendiendo por el norte, aunque recuerda que es en el sur donde hay más habitantes. "No tenemos ningún problema en que se desarrolle en esa zona, pero tienen que atender a las necesidades y acabar de poner en funcionamiento los servicios principales del barrio", reivindica.

El listado es muy largo, pero Hidalgo menciona por ejemplo los equipamientos deportivos, ya que ahora solo cuentan con un potrero que resulta insuficiente y que no dispone de sombra por lo que en verano queda inutilizado. También reclaman una biblioteca.

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Aunque lo que más críticas despierta en el barrio es el transporte público. "Queremos que el autobús pase cada 8 minutos como en el resto de barrios que tenemos alrededor y que no nos pongan siempre los más viejos", señala. La línea 59 es la única conexión que tienen los vecinos con el tranvía y sale cada 15 minutos. Los fines de semana, la espera es de media hora.

Pero con todo, Hidalgo defiende las bondades de vivir en Arcosur: "Nosotros vamos a Delicias y nos agobiamos. Aquí tienes aceras anchas, espacios amplios, los niños pueden ir solos por la calle. Vivimos tranquilos, nos da el aire, y hay muy buen rollo entre vecinos, somos todos jóvenes".