Ramón Regal, agente forestal en Zaragoza: "El medio ambiente no da problemas, el ser humano sí"
La masificación, los incendios y los aerogeneradores son los principales problemas a los que hacen frente durante el verano.
“En los últimos años, la preocupación de la sociedad por el medio ambiente ha aumentado de manera considerable, pero también es cierto que los ríos, montañas y las playas están más masificados que nunca”, afirma Ramón Regal, agente de protección de la naturaleza en Aragón desde hace más de 35 años. Como él, en nuestra comunidad autónoma hay cerca de 260 agentes forestales trabajando durante todo el año que cuidan de la flora y fauna de nuestro territorio, controlan la caza y la pesca y velan por el correcto uso de los recursos naturales, entre otras muchas funciones.
Regal asegura que la suya es una profesión “vocacional”. “El que quiere ser funcionario para tener trabajo y sueldo fijo para toda la vida no se hace forestal. La gente que empieza a trabajar de esto es porque realmente le gusta. Sabes que vas a pasar mucho frío en invierno, mucho calor en verano y que, probablemente, te toque vivir en un pueblo de 1.000 habitantes”, explica.
“Nos encargamos de cuidar el medio ambiente en todos los sentidos. Tenemos una planificación mensual o trimestral en la que se recogen todas las tareas a realizar y nos las vamos repartiendo. Por trayectoria, hay gente que sabe más de botánica, de ríos o de incendios, por lo que cuando surge algún imprevisto suelen ser los primeros con los que se contacta, pero en el fondo, a lo largo de la semana todos hacemos de todo”, añade.
Con la llegada del calor, las incidencias con el fuego están a la orden del día: “Los primeros que solemos acudir somos las brigadas. Actuamos en primera instancia, organizando a la gente un poco sobre la marcha hasta que llegan los bomberos y los servicios de extinción”. Aun así, Regal asegura que “hay incendios durante todo el año”. “Me ha pasado estar apagando un fuego por la mañana y por la tarde nevar”, relata.
A pesar del último incendio en las inmediaciones de Luesia, para él está siendo un verano “normal”. “En 2022 fue horrible. Hubo muchísimos incendios y muy grandes. El año pasado, en cambio, fue muy tranquilo y ahora estamos todavía en julio, por lo que aún no podemos asegurar nada”, explica.
Después de muchos años de experiencia, Regal cree que la masificación de los espacios naturales es uno de los principales problemas a combatir hoy en día: “Antiguamente, solo unos pocos subían a las montañas y a pescar o cazar solamente iba la gente de los pueblos. Ahora va todo el mundo. Debemos tener cuidado, el medio ambiente no da problemas, el ser humano sí”.
En Aragón, el cuerpo de agentes forestales está un poco envejecido: “A principios de los 90, el Gobierno de Aragón convocó muchas plazas y la mayoría de personas que entramos apenas teníamos treinta años. El problema es que nos estamos haciendo mayores y la gente joven ha ido entrando a cuentagotas. Los nuevos agentes forestales que se incorporan empiezan ya con más de treinta años”.
Los animales, los principales damnificados
La gran cantidad de parques eólicos construidos en Aragón durante los últimos años causa algunos perjuicios a la fauna autóctona de la comunidad.
El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Alfranca es un hospital veterinario de atención a animales salvajes heridos, pertenecientes a especies protegidas, que trabajada con la finalidad de reintegrar al medio natural los ejemplares ingresados con garantías de supervivencia y de indagar sobre causas de mortalidad, realizando en este caso investigación forense.
Desde el año 2021 el número de animales heridos de muerte por colisionar contra aerogeneradores ha crecido. También ha aumentado el número de animales electrocutados. "Los tendidos eléctricos están generando un gran número de muertes de animales. El boom de las energías renovables en Aragón estos últimos años está directamente relacionado con el aumento de muertes en nuestra fauna", concluye Regal.
