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La DGT cada vez impone menos multas en Aragón: ¿qué está pasando con los radares?

Las denuncias por exceso de velocidad siguen siendo una gran fuente de recaudación, pero las cifras se han desplomado en los últimos años. 

control de velocidad. radar en la n-240 en la zona de Estrecho Quinto cerca de Huesca / Foto de Javier Navarro / 16-1-16 [[[HA ARCHIVO]]]
El radar que más multas imponía en Aragón, ubicado en la N-240, en la zona de Estrecho Quinto (Huesca) fue eliminado a finales de 2023.
Javier Navarro

Una carta certificada de la Dirección General de Tráfico (DGT) en el buzón de correos nunca es presagio de buenas noticias. Por lo habitual, se trata de la notificación oficial de una denuncia. Y por más que se intente evitar, vía recurso administrativo o incluso judicial, la inmensa mayoría de las veces el procedimiento sancionador acaba con el infractor pasando por caja. Sin embargo, los últimos informes del Ministerio del Interior revelan un llamativo cambio de tendencia. O dicho de otra forma, las estadísticas indican que los carteros cada vez reparten menos multas en Aragón.

Según los datos oficiales de la DGT, las infracciones al volante cometidas en las carreteras de la Comunidad durante el año 2017 se tradujeron en 316.744 boletines sancionadores. Sin embargo, los denuncias impuestas por las patrullas de la Guardia Civil de Tráfico, radares de velocidad y lectores de matrículas en 2022 (último del que se han publicado estadísticas) no pasaron de 221.213. Es decir, en tan solo seis años se ha producido un recorte del 30% respecto al volumen de multas: en términos absolutos, casi cien mil menos. Y no parece tratarse de una caída puntual, sino de una clara tendencia a la baja, puesto que el descenso ha sido bastante progresivo.

Los años de la pandemia, 2020 y 2021, fueron excepcionales, ya que los confinamientos y las restricciones de desplazamientos impuestos para evitar la expansión del coronavirus alteraron por completo todas las estadísticas de tráfico. Por lo tanto, a la hora de extraer conclusiones, conviene pasar por alto estos dos ejercicios. Sin embargo, en 2022 los vehículos volvieron a circular de nuevo con absoluta normalidad por Aragón y el resto de España, lo que sí permite establecer conclusiones válidas en cuanto a la evolución de las infracciones.

El descenso de las multas ha sido generalizado en las tres provincias aragonesas, pero es cierto que la caída ha sido especialmente llamativa en Huesca, que ha pasado de 112.820 a 66.897, lo que supone un 41% menos. El recorte del número de denuncias también ha sido importante en Zaragoza: de 142.897 a 106.015, un -25%. La bajada más discreta se ha producido en Teruel, que pasa de 61.027 a 48.301, lo que representa un -20%.

Cabrían muchas interpretaciones respecto a este descenso de las sanciones de tráfico en carretera, que son las que gestiona la DGT. Porque los preceptos infringidos por los conductores pueden ser muy variados: desde un exceso de velocidad, el más habitual, hasta la instalación de un inhibidor de radares en el salpicadero, que figuraría entre los menos frecuentes. Pero como las estadísticas de Tráfico recogen todos ellos, la ‘radiografía’ obtenida resulta bastante curiosa. Porque aunque la caída es generalizada en Aragón, no bajan todos los tipos de denuncias. Es más, las hay que se han disparado e incluso doblado en el periodo 2017-2022.

Desplome de las sanciones de los radares

Uno de los datos más sorprendentes es el desplome de las multas impuestas por los radares, tanto fijos como móviles. Y aunque siguen siendo las que más ingresos generan a la DGT, su tendencia es descaradamente a la baja. Los números hablan por sí solos: en 2022 se multó a 148.715 conductores por pisar en exceso el acelerador en las carreteras de Aragón, cuando en 2017 se denunció a 257.561. Es decir, las infracciones han descendido un 42% (108.846 menos).

Pero si el recorte de las multas de los radares ha sido significativo, todo apunta a que aún lo será más en los próximos años. La razón principal, la supresión definitiva del cinemómetro más ‘multón’ de toda la red viaria aragonesa, instalado en la N-240 a su paso por Estrecho Quinto (Huesca), cerca del cruce hacia Loporzano. Durante sus 17 años de vida, cazó 232.000 infracciones, lo que se tradujo en, al menos, 23 millones de euros recaudados (teniendo en cuenta que la sanción mínima es de 100 euros). Sin embargo, la apertura de nuevos enlaces de la autovía A-22 dejó inoperativo este radar a finales de 2023.

El récord particular del radar de Estrecho Quinto se registró en 2017, cuando impuso 35.813 denuncias. El dato, por sí solo, ya parece elevado. Pero si tenemos en cuenta que fueron casi las mismas multas que tramitaron todos los radares fijos instalados en la provincia de Zaragoza en 2022, la capacidad sancionadora de este aparato todavía se hace más evidente.

Pero si las infracciones vinculadas a los excesos de velocidad son las que más caen, hay una que repunta de forma considerable: la que castiga a aquellos conductores que circulan sin pasar la ITV. Se trata de la más habitual en las tres provincias aragoneses después de las que tramitan los radares. Según las últimas estadísticas publicadas por la DGT, en 2022 en Zaragoza se impusieron 12.613 sanciones (por las 7.317 de 2017); en Huesca, 5.066 (por 4.051); y en Teruel, 3.208 (por 2.384).

Hay otra multa que también ha experimentado un notable crecimiento en Aragón: conducir sin seguro. A modo de ejemplo, señalar que solo en la provincia de Zaragoza se interpusieron 1.426 denuncias en 2022, cuando seis años antes se tramitaron 793. En Huesca y Teruel el repunte ha sido algo más discreto.

A la hora de interpretar la subida que experimentan estas últimas multas los expertos en seguridad vial plantean dos interpretaciones que no resultan incompatibles. Por un lado, recuerdan que durante los últimos años la DGT ha instalado muchos lectores de matrículas en los pórticos informativos que salpican la red viaria aragonesa, aparatos que cada vez que detectan un vehículo pueden comprobar si ha pasado la ITV o tiene el seguro vigente. De no ser así, de forma automatizada se inicia un procedimiento sancionador. Por otro lado, algunas especialistas apuntan que, pese al alto riesgo que entraña, a la hora de recortar gastos hay conductores que se arriesgan a no renovar el seguro o no certificar el estado de su vehículo.

Como indican los informes de la DGT, pese a las continuas campañas de sensibilización, las patrullas de la Guardia Civil todavía siguen imponiendo demasiadas multas a los conductores por circular usando el móvil o sin el cinturón de seguridad. De hecho, ambas infracciones figuran en el 'top ten' de sanciones en Zaragoza, Huesca y Teruel.

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