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RUTAS POR ARAGÓN

El pozo lleno de leyendas y ambiente onírico que se puede visitar cerca de Zaragoza

El Pozo de los Aines, ubicado en el municipio de Grisel, es un lugar que destaca por su historia de más de cuatro siglos de antigüedad.

El Pozo de los Aines se ubica en la localidad zaragozana de Grisel
El Pozo de los Aines se ubica en la localidad zaragozana de Grisel
Laura Uranga

Aragón está lleno de lugares que esconden historias antiguas y misteriosas. A una hora de Zaragoza, se encuentra un punto que recoge un sin fin de leyendas con cuatro siglos de antigüedad algunas de ellas. Todas giran en torno a una gran sima -más conocida como pozo- que guarda los secretos del tiempo y una climatología única.

Se trata del espectacular paraje natural del Pozo de los Aines. Este nicho de más de 23 metros de profundidad se encuentra en la localidad zaragozana de Grisel, en la Comarca de Tarazona y el Moncayo.

El Pozo de los Aines se formó por el hundimiento de estratos calizos y yeyosos, debido a la acción de las aguas subterráneas. Su singular enclave lo ha convertido en un paraje de incalculable de valor natural, geológico y novelesco, ya que algunos dicen que las historias de unos ermitaños viviendo en el pozo dieron pie al escritor Miguel Mena a ambientar su obra 'Bendita calamidad'.

Entre sus singularidades, destacan el microclima propio que rodea el pozo, caracterizado por su humedad y la reducción de grados respecto al exterior. En él crecen helechos de tipo ‘Lengua de ciervo’ que se expanden en toda su profundidad, también se encuentran en su interior grandes lianas que le dan un aire onírico a este enclave.

Este punto de interés no se encuentra escondido, sino más bien cuenta con una buena señalización para hacer un breve recorrido a pie que no llega al kilómetro que lleva a las increíbles vistas naturales. No solo se puede ser testigo desde arriba sino hay una zona de acceso habilitada para llegar a las profundidades del fondo. A través de unas escaleras esculpidas en piedra se realiza la bajada hasta el Mirador del Pozo de los Aines se podrá ver de cerca la naturaleza peculiar del entorno.

Un sin fin de leyendas

A esta peculiar sima le rodean las leyendas, que giran entorno a su nombre. Algunos señalan que el nombre de Aines tiene su origen en el árabe "ayn", que significa manantial o fuente. Otra de ámbito más popular hace referencia a la caída de una joven doncella en el pozo que se llamaba Inés.

Pero la que más se ha difundido y la más tradicional se remonta al siglo XVI, cuando Grisel estaba ocupado por moriscos. La historia cuenta que un rico llamado Hamet-Ben-Larbi desoyó el precepto cristiano de "oír misa los domingos y fiestas a guarda" y fue a trabajar. Los vecinos, de repente, oyeron un gran estruendo al que atribuyen la desaparición del moro y sus trabajadores en un gran agujero, creando así el pozo, y lo denominaron un “castigo de Dios”. 

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