Las razones por la que la OCU suspende a tres de cada cuatro pizzas de supermercado
Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios revela que el 75% de las pizzas refrigeradas y congeladas de venta en supermercados de España no son saludables.
Un reciente estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto de manifiesto que tres de cada cuatro pizzas refrigeradas y congeladas disponibles en los supermercados españoles no aprueban los estándares de salubridad, principalmente debido a su alto contenido en sal y grasas saturadas. La OCU ha analizado un total de 118 pizzas de diferentes variedades y marcas presentes en los lineales de los establecimientos. El informe, conocido como estudio de escala saludable, se ha centrado en evaluar la composición nutricional de estos productos, prestando especial atención a los niveles de grasas saturadas, azúcares y sal, así como al grado de procesamiento y la presencia de aditivos.
Los resultados han sido preocupantes, especialmente en el caso de las pizzas barbacoa, de queso y de jamón y queso, cuya ración de 200 gramos puede llegar a contener hasta el 50% de la cantidad diaria recomendada de sal, algo que desde la OCU califican como una "barbaridad".
Además del exceso de sal, el estudio también ha revelado que se trata de un alimento bastante calórico, con una media de 476 kilocalorías por cada 200 gramos, y con un contenido en grasas saturadas que supera el límite recomendado del 3,5%, situándose en torno al 4,2%. Otro aspecto destacado por la OCU es el elevado grado de procesamiento de estas pizzas, que en muchos casos incorporan diez o más aditivos, entre los que abundan colorantes, espesantes y gelificantes considerados superfluos.
Las pizzas vegetales, una excepción positiva
Como contrapunto a estos datos negativos, el estudio de la OCU ha encontrado una excepción en las pizzas vegetales, una categoría en la que 17 de las 25 pizzas analizadas han obtenido una calificación al menos aceptable en términos de salubridad. Sin embargo, la organización insiste en que, en general, se trata de productos cuyo consumo debe ser ocasional, ya que resultan demasiado salados, con un alto contenido en grasas y pobres en vegetales.
Recomendaciones de la OCU para un consumo responsable
Ante estos resultados, la OCU ha emitido una serie de recomendaciones para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas y conscientes a la hora de adquirir y consumir pizzas refrigeradas o congeladas:
- Leer detenidamente la información nutricional y la lista de ingredientes antes de comprar, optando por aquellas opciones con menor contenido en sal, grasas saturadas y aditivos.
- Limitar el consumo de estos productos a ocasiones puntuales, evitando convertirlos en un hábito regular de alimentación.
- Complementar las pizzas con ensaladas u otros platos ricos en vegetales, para equilibrar el aporte nutricional de la comida.
- En la medida de lo posible, optar por preparar pizzas caseras, controlando la calidad y cantidad de los ingredientes utilizados.
- La importancia de una alimentación equilibrada y saludable.
Más allá del caso concreto de las pizzas, este estudio de la OCU sirve para recordar la importancia de mantener una alimentación equilibrada y saludable, basada en productos frescos, naturales y poco procesados. En un contexto en el que cada vez es más frecuente recurrir a platos preparados por falta de tiempo o comodidad, es fundamental que los consumidores dispongan de información clara y veraz sobre la calidad nutricional de los alimentos que adquieren, para poder tomar decisiones responsables y conscientes.
Por su parte, la industria alimentaria también tiene un papel clave que desempeñar, apostando por la reformulación de sus productos para reducir el contenido en sal, grasas saturadas y aditivos innecesarios, y ofreciendo alternativas más saludables y equilibradas. Solo así será posible avanzar hacia un modelo de alimentación que permita combinar la practicidad y la conveniencia con el cuidado de la salud y el bienestar de las personas.
