Ocio y Cultura

ARTE ARAGONÉS. OCIO Y CULTURA

Exposición y homenaje a Juan Fontecha, el escultor que se afincó en Ejea, en el Museo Aquagraria

El artista, de origen extremeño y campesino, trabajó la piedra y la madera, y realizó una obra muy personal. Vivió una larga década en Galicia

Aspecto de la exposición de Juan Fontecha en el Museo Aquagria, con tres grandes amigos suyos: Sergio Miguel Longás y Clara Pérez Rosa, en primer término. Al fondo, Óscar, hermano de Sergio.
A. C./Heraldo.

Conocí a Juan Fontecha en 1981 cuando se inscribió a las clases de la recién fundada Escuela de Artes de Ejea de los Caballeros (por iniciativa del entonces alcalde Mariano Berges), y de la que fui director y profesor durante los tres primeros años. En la escuela creo que Juan encontró ese espacio de comprensión, de diálogo, reflexión y experimentación que le despejaría el camino para centrarse definitivamente a la creatividad artística.

Posteriormente y cuando Juan ya tuvo una serie importante de obras de interés y la necesidad e ilusión de presentar sus propuestas artísticas, hablé con los responsables de la sala de exposiciones Torrenueva, de la institución que ahora se llama Ibercaja, donde Juan presentó por primera vez sus obras en público. Al mismo tiempo también les hablé de Juan a dos buenos amigos: Luis García Bandrés, entonces crítico de arte

de HERALDO DE ARAGÓN, quien se mostró muy interesado por la obra y la personalidad de Juan, y con Antonio Fernández Molina, escritor, poeta, artista y también crítico de arte, quienes apoyaron su trabajo y trayectoria.

La exposición-homenaje al escultor Juan Fontecha es un tributo a la vida y la obra de un artista excepcional. Nació en la localidad de LleRa (Badajoz) en el año 1947, desde donde se trasladó con su familia a Ejea de los Caballeros en 1964 (con 16 años), y en donde, entre otras ocupaciones, desarrollaría su faceta artística que estuvo marcada por una exploración constante de formas y materiales, reflejando tanto su inquietud interior como su conexión con el entorno que lo rodeaba.

La exposición nos muestra una selección, una síntesis muy representativa, de sus reflexiones y pensamientos, y que podemos ver mediante algunas de sus esculturas, su principal pasión, pero también alguna de sus poesías, dibujos y pinturas, así como fotografías que nos transmiten ese ambiente en el que se desarrollaba su trabajo.

A lo largo de su prolífica carrera, Fontecha creó una amplia variedad de obras que abarcan desde esculturas monumentales hasta piezas más íntimas y personales.

Desde el inicio de su actividad se caracterizó por el trabajo con piedras desechadas, rescatándolas a través de su trabajo artístico y combinando un cordial entendimiento con la naturaleza propia de la obra y su apasionado conocimiento de la talla.

Pero más allá de sus logros artísticos, Juan Fontecha fue un ser humano excepcional, conocido por su generosidad, su pasión por la vida y su compromiso con su comunidad. A través de su arte, buscaba inspirar a otros a encontrar belleza y significado en el mundo que los rodea, dejando un legado perdurable que continúa y seguro que seguirá inspirando a generaciones futuras.

Con una de las piezas de piedra graníticas, de las pocas que tituló: 'Holocausto en Bagdad'.
A. C./Heraldo.

‘Resonancia escultórica’

La exposición ‘Juan Fontecha. Resonancia escultórica’, que puede verse hasta el 21 de julio en Aquagraria (Ejea de los Caballeros) se articula en tres partes o tres momentos vitales de la vida de Juan.

Como escultor, su proceso creativo le lleva primero a buscar la piedra sobre la que trabajar y luego buscar esa inspiración, de una figura abstracta, una pieza figurativa o algo más lírico. Condicionado por tanto por el material, plasma sus sueños, pensamientos y realidades con elementos que conviven en las tres etapas en las que se interior como su conexión con el entorno que lo rodeaba.

A lo largo de su prolífica carrera, Fontecha creó una amplia variedad de obras que abarcan desde esculturas monumentales hasta piezas más íntimas y personales

En la sala primera nos encontramos con unas vitrinas que recogen dibujos, pinturas y poesías junto a objetos personales, y unas esculturas en madera de nogal y otras trabajadas en piedra arenisca de Uncastillo.

La segunda etapa, en la que vive en Galicia durante más de una década, y cuyas obras se pueden apreciar en el exterior del museo Aquagraria, vemos piezas realizadas en granito. Son obras de mayor formato y siempre marcadas por la rudeza de la piedra y la propia morfología de las vetas que respeta convirtiéndose en un elemento más de la obra.

Y una tercera y última etapa en su vuelta a Ejea, que le lleva a reflexionar sobre su trayectoria, sus obras y sus procesos, que se entremezclan de nuevo dejando claro que sus inquietudes, inspiraciones y anhelos se mantienen dentro de una constante revisión.

‘Resonancia escultórica’ ofrece una mirada íntima a la vida y obra de este artista, y es una oportunidad única para conocer y apreciar la genialidad de Juan Fontecha, y para honrar su memoria con el respeto y admiración que merece.

Juan Fontecha también realizó escultura monumental y al lado del Museo Aquagraria ha colocado algunas de sus piezas de gran formato.
Archivo Fontecha.

*Ricardo Calero es artista. Tiene su estudio en Fuendetodos y colabora con galerías españolas, suizas y alemanas.