Pizco Cerámica, un taller de arte en Zaragoza en el que crear tu propia pieza de arcilla

Este espacio abre sus puertas este jueves en la plaza de San Pedro Nolasco y allí, además de dar talleres de arte, se comercializan diseños únicos de cerámica. 

Barbara Crespo, creadora de Pizco
Bárbara Crespo, creadora de Pizco, en su taller de la plaza de San Pedro Nolasco
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'Pizco' es un nuevo espacio de arte ubicado en pleno corazón de la plaza de San Pedro Nolasco de Zaragoza y allí se hace magia. Todas las creaciones están hechas a mano por su fundadora, Bárbara Crespo, que con creatividad y mucho mimo es capaz de hacer aparecer desde un jarrón exclusivo hasta una extensa vajilla para una boda. "Hice la de mi propia casa antes de independizarme", recuerda. Y desde entonces empezó todo. Sin apenas trucos, esta zaragozana ha podido hacer realidad su sueño de crear en su ciudad un taller de orfebrería en el que transmitir sus enseñanzas a pequeños grupos a través de talleres personalizados y también comercializar sus creaciones de arcilla.

Al entrar a Pizco se materializan estas dos ideas. En una estantería gigante cuidada al detalle, están colocados todos sus diseños que dejan constancia del arte que tiene esta zaragozana. A la derecha, una mesa con utensilios clave para que cualquier persona pueda convertirse en alfarera por un día. Allí, está Bárbara creando desde cero un cuenco de arcilla en un torno. "Trabajo con arcilla blanda y la moldeo con diferentes técnicas que pueden ser en mesa o en torno", explica sin perder de vista un vaso enorme que va cogiendo forma sin dejar de girar.

Y es que la vida de Bárbara también ha dado muchas vueltas. Cualquier persona no se atrevería a dejar su trabajo "de toda la vida" para dedicarse de lleno a un 'hobby', que de primeras puede sonar anticuado, como es la alfarería. "Era terapeuta ocupacional y estuve seis años trabajando en ayudar a muchos niños y a sus familias", cuenta orgullosa Bárbara. Pero en esos años, se dio cuenta de que lo que realmente le apasionaba era el mundo de la cerámica, así que dejó todo para dedicarse de lleno a esta " afición que le enamoró".

"El paso fue muy complicado porque me encantaba mi antigua profesión de terapeuta, pero había algo que me decía que me tenía que lanzar para trabajar y vivir de aquello que me encantaba desde pequeña", confiesa. Una decisión que tomó hace un año y medio, pero que se materializa este mismo jueves con la apertura oficial de este espacio de arte. 

En este rincón de la plaza Nolasco cobran sentido todos los aprendizajes y experiencias que Bárbara ha ido recolectando "desde pequeña". "Al principio, me formé por mi cuenta, luego acudí a varias escuelas para continuar aprendiendo técnicas de modelado y torno, y posteriormente asistí a cursos intensivos en talleres de alfarería a nivel nacional", sostiene Bárbara. 

Experiencias únicas

Con todos estos aprendizajes a sus espaldas y con un evidente 'boom' de lo artesanal, quiere enseñar a todo el mundo sus conocimientos a través de talleres personalizados. Impartirá clases de cerámica, tanto de torno como de modelado, para aquellas personas interesadas en este arte. "Se me ocurrió hacer talleres en el que cada uno pueda invertir en tiempo de calidad, en calma…y pasar momentos bonitos disfrutando del hacer con las manos", asegura esta zaragozana.

Algunas de las creaciones de Bárbara Crespo
Algunas de las creaciones de Bárbara Crespo
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Cada semana, ofrecerá cuatro experiencias artesanales en donde podrá enseñar, de manera periódica, cursos de alfarería para aquellos que busquen aprender de manera "más profunda" este arte. Pero también oferta talleres puntuales de unas tres horas en los que, en grupos de seis personas, mostrará los 'tips' claves para crear una pieza de cerámica desde cero. "Es un plan muy divertido para estar en familia, con amigas o incluso me han preguntado para hacer en una despedida de soltera. Está guay porque tienes tres horas para hacer volar tu imaginación y mezclarlo con un picoteo y bebida", cuenta Bárbara. 

Las creaciones

En 'Pizco' utilizan arcillas de alta temperatura y las hornean hasta temperaturas de 1300 grados. El proceso de creación es lento: cada pieza esta definitivamente terminada en un periodo de dos a tres semanas. Primero hay que dejar secar la pieza, luego meterla al horno durante unas siete horas, posteriormente esmaltarla y volverla a meter al horno. Así, finalmente queda perfecto cada diseño. 

Los cimientos de 'Pizco' son la calidad, el respeto por los tiempos en el proceso, el espacio bien cuidado y la atención individualizada a todas las personas, porque como explica Bárbara, en el taller quiere "guardar un trozo" de su antigua profesión como terapeuta ocupacional. "El hacer feliz a las personas que vengan al taller, hará también mi felicidad", concluye. 

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