entrevista

Laura Contreras: "Nunca he buscado el papel de mi vida ni hacerme famosa"

La intérprete (Zaragoza, 1981) acaba de debutar como directora con ‘La primera vez que bailamos’ en el Teatro del Mercado y este sábado estará cantando con China Chana en el festival Aptc de Villanueva de Gállego.

La artista, fotografiada esta semana en el centro de Zaragoza.
La artista, fotografiada esta semana en el centro de Zaragoza.
Oliver Duch

Actúa, canta, baila... ¿Se siente identificada con el concepto de ‘mocatriz’?

No, no, no. Modelo no soy, en absoluto. Canto desde hace muchos años en China Chana, pero lo que hago son coros, no soy una voz principal. Tengo formación en canto pero orientada a la actuación y formo parte del coro inclusivo Cantatuti de la Universidad de Zaragoza.

Entiendo entonces que su etiqueta sería la de actriz...

Me formé en el estudio Corazza y después hice interpretación para la cámara y estuve años en el Centro del Actor. He hecho publicidad, series, teatro y una docena de largometrajes.

¿Cuáles nos deberían sonar?

Con ‘Muchos pedazos de algo’ estuvimos en el Festival de Cine de Málaga y también tuvo cierta repercusión ‘Luz de soledad’, la historia de una monja fundadora de una congregación, que fue mi primer papel protagonista.

¿Le llamaban las tablas desde que era pequeña?

Mi madre había sido actriz de joven en la Universidad y con mi hermano, que es músico, siempre montábamos obras en casa. En el colegio también me gustaba mucho actuar y organizar, supongo que de ahí también surgió el gusanillo de la producción. En realidad, soy licenciada en Historia del Arte, creo que eso me sirve de base para documentarme, inspirarme en épocas, buscar referentes...

¿Aspira a acabar en Hollywood? ¿Tiene sueños de fama?

No he tenido nunca. Decidí ser actriz con 29 años y me fui a Madrid con 30, entonces ya se tienen los pies en la tierra. Antes me dediqué a la gestión y producción de espectáculos y festivales, y fui conociendo algo del sector.

¿Sigue siendo necesario para un intérprete irse a Madrid?

Yo fui principalmente por la formación. Consideré que para abrirme camino había que estar allí, tener un representante, hacer cástines...

¡Ay, los cástines!

Están muy mitificados. Se pasan nervios, pero yo lo que he vivido es más generosidad que puñaladas entre compañeras. Las convocatorias se pasan de unas a otras y hay más solidaridad que competencia.

¿Y cómo fue volver de Madrid?

Yo estuve diez años. Cuando volví lo sentí como un fracaso, como que no había cumplido las expectativas, pero ahora me doy cuenta de que conseguí bagaje, contactos, aprendí cómo funcionan las cosas y es muy sencillo ir y venir. Para mí triunfar es poder vivir, o sobrevivir, de esto. Nunca he buscado el papel de mi vida, ni hacerme famosa. Quería buenos personajes, estar en proyectos interesantes.

¿Hay menos trabajo en Aragón?

Va por temporadas, hay dientes de sierra, se hacen cosas, hay proyectos pero cuesta años sacarlos. No hay un exceso de producción audiovisual como para dedicarte y vivir de ello. Desde que volví he sembrado mucho y he transitado otro camino relacionado con la docencia y la pedagogía.

Acaba de debutar como directora teatral con ‘La primera vez que bailamos’, donde ha tutelado a diez jóvenes actores amateurs.

Es un proyecto del área de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza. Trabajamos nueves meses con un texto de Irene Herrero y lo llevamos a las tablas del Mercado. Me tocó hacerme cargo de la dirección artística del proyecto y la experiencia ha sido una de las más maravillosas de mi vida.

¿Qué le ha realizado tanto?

Siempre tuve en mente hacer un proyecto de creación escénica con jóvenes y veo que la docencia me estimula mucho y hay mucho camino por recorrer. Volveremos a poner la obra en escena en octubre en el Teatro de las Esquinas.

No le he preguntado aún por sus ídolos y referentes.

En el ámbito de la docencia tengo que citar a los que han sido mis maestros: Manuel Morón y Lorena Bayonas. Y en interpretación... Siempre nombro a Vivien Leigh por el personaje de ‘Lo que el viento se llevó’, que he visto 400.000 veces. También te diría que Meryl Streep o Juliette Binoche no fallan nunca y que hay mucho talento en Irene Escolar, Bárbara Lennie, Laia Costa, Itxaso Arana...

¿Qué otras aficiones fuera de los escenarios?

Toda mi vida he hecho danza, desde pequeña bailé clásica, contemporáneo, flamenco y –ahora– latino. Llegué al teatro por la danza. Yo bailaba y me di cuenta de que como artista me faltaba la palabra para expresarme, algo más allá del movimiento y el gesto.

Al margen de los escenarios, había dicho...

La lectura, la música, los viajes... Este verano me voy a Sicilia diez días y luego a visitar a mi familia en Andalucía.

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