Anuel AA desde su 'backstage' de Zaragoza: en las tripas del concierto

El artista puertorriqueño vivió este domingo 23 su segunda parada de la gira que le trae este verano al otro lado del Atlántico, con 14.000 personas rendidas a su figura

Concierto de Anuel AA en Zaragoza desde el 'backstage'
Concierto de Anuel AA en Zaragoza desde el 'backstage'
Pablo Ferrer

La estancia del,artista boricua Anuel AA en Zaragoza ha sido corta. Para él y su equipo era la segunda cita de una gira europea que tiene 19 fechas por España. Antes de volver a ‘Puertorro’ habrá encandilado a más de medio millón de fans en este lado del Atlántico. Su maquinaria escénica resulta tan compleja en la preparación como sencilla en la ejecución: todo el mundo está coordinado para que el empeño llegue a buen puerto, a uno rico. Y ver el proceso desde las tripas del escenario es toda una experiencia.

Este domingo 23 de junio a la vera del Ebro eran 14.000 los teléfonos pegados a mano humana que en algún momento, o en muchos enfocaron hacia el escenario para llevarse a casa (y subir a las redes) uno o varios instantes robados al divo del reguetón y el trap. Tuvieron que esperar: aunque estaba supuesto a aparecer en escena a las 21.30, fue algo más de 40 minutos después más cuando Anuel holló finalmente las tablas dispuestas para su concierto en el Espacio Expo.

Como ocurre con otros macroeventos que se celebran en este lugar, incluyendo el propio Vive Latino (primer fin de semana del próximo septiembre, tercera edición) las salas del Palacio de Congresos se convierten en oficinas de producción, camerinos y zona de tránsito para el personal interno. Anuel llegaba con el tiepo justo, pero todo había sido perfectamente acondicionado para que el artista y su equipo estuvieran cómodos antes de que comenzara el concierto.  

El artista puertorriqueño llegó este domingo a Zaragoza en jet privado y triunfó ante las 14.000 personas que jalearon todas y cada una de las 38 canciones que cantó en el Espacio Expo.
El artista puertorriqueño llegó este domingo a Zaragoza en jet privado y triunfó ante las 14.000 personas que jalearon todas y cada una de las 38 canciones que cantó en el Espacio Expo.

Las seis bailarinas que le acompañan no perdieron el tiempo en la espera, y aprovecharon para ensayar los pasos de baile justo al pie de las escaleras que conducían al escenario. En la trastienda, un hervidero de personal se encargaba de supervisar hasta el último detalle: luces, secuencias sonoras, marcas de paso, botellines de agua en cada esquina, protección para las dos motos que formaban parte del atrezzo escénico, colocación correcta de invitados y equipo para mantener abiertos los corredores de paso del artista y las bailarinas… Ni siquiera hacían falta muchas voces de mando: ahí la gente ya sabe lo que debe y no debe hacer.

El público se impacientaba con el retraso. A cada corte de la música ambiental le sucedía un alarido unísono que se apagaba poco después, con el sol ya en retirada y la noche reclamando sutilmente un lugar de privilegio en el cielo de Ranillas. “Ya lo están cableando, estamos en nada”, explicaba un técnico.

De ahí en adelante, todo pasó rápido, como si alguien le hubiera dado al ‘fast forward’. Últimos retoques al ‘look’ del artista en las mismas escaleras, silencio en la noche, el entusiasmo que ahora sí estaba justificado, la voz grabada de Carlos Varela en los primeros versos de ‘Una palabra’, la intro del recital… y al lío. Hora y media larga de acción, 38 canciones, ‘buenas noches Zaragosa -literal, así lo ponía en el setlist y así lo pronunció, entre ceceo y seseo- y a darlo todo con una sonrisa.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión