Anuel AA llega, lo ve todo, se retrasa y vence: basta una nota para poner Zaragoza a sus pies
El puertorriqueño atrajo este domingo a 14.000 personas al Espacio Expo, que perdonaron al instante los 40 minutos de espera y jalearon todas y cada una de las 38 canciones que desgranó su ídolo
Anuel AA (Emmanuel Gazmey, de Carolina, Puerto Rico, cumplió 31 años el pasado noviembre) llegó este domingo a Zaragoza en jet privado cuando la fiesta previa a su actuación ya llevaba un rato encendida en el Espacio Expo. Hace unos días mostraba en sus redes que había apostado 50.000 dólares a que Messi lidera la tabla de goleadores en la actual Copa América. Así es él. Desde las 18.00, miles de adolescentes y jóvenes (no había mucho público con más edad que la estrella de la jornada) se agolpaban en la explanada contigua al Palacio de Congresos, que estos últimos días ha albergado la gira de Operación Triunfo (12.000 almas entregadas) y el concierto de Melendi (16.000).
Este domingo 23 de junio fueron finalmente 14.000 los que se acercaron a aplaudir al intérprete de ‘Adicto’ o ‘47’, que repasó 38 temas de reguetó y trap a velocidad de crucero antes de decir adiós a Zaragoza. Era su segunda visita a la ciudad: ya vino en las Fiestas del Pilar de 2019.
Caminando al paso por España
El artista estuvo el sábado 22 en el Granada Latina, y también se hizo de rogar a la hora de salir a escena. Juega con las cartas marcadas, cartas de amor de sus seguidores, que anoche no dejaron de jalearle un solo segundo. Acompañado por seis bailarinas de movimientos perfectamente sincronizados, Anuel fue repartiendo estopa con generosidad, sin parar de moverse por el frente del escenario e interactuando todo el rato con sus fieles. Un detalle de buen gusto: la intro de su recital es ‘Una palabra’, la hermosísima canción del cubano Carlitos Varela. Cuando suena, desata la locura entre el público que sabe el porqué de este guiño a un genio como el cantautor habanero.
El espectáculo caminó con marcha firme. ‘Más rica que ayer’, ‘Amanece’, ‘Sola’, una charleta breve, ‘Medusa’, ‘Adicto’, ‘El reloj’;sigue el chorreo con ‘Ella quiere beber’, ‘Delincuente’, ‘Otro trago’, un remix de ‘Bby boo’ y ‘Vvs switch’, con momentazo incluido: dos motos de motocross, verde y roja, reclamando foco. En el ‘setlist’ especifica ‘choreo’ cuando las bailarinas tienen participación: también están marcados los momentos de pirotecnia, láser y confeti. En la gran pantalla asomaban fractales, dibujos tribales e imágenes retrofuturistas. No faltaría un dúo con compañero ausente, algo común en la música urbana actual: hizo ‘Ella y yo’ con la voz enlatada de Farruko.
Anuel exhibió un dominio escénico impresionante. Exuda seguridad: sabe que tiene la sartén por el mango y utiliza su poder con suficiencia. No pasó nunca más de seis canciones sin charlar un rato con la gente, espetarles a algún tipo de reacción y recibir acto seguido una respuesta entusiasta. ‘Corazón roto’, ‘Verte ir’, ‘Mejor que yo’... un caminito de rosas sin espinas que concluyó en ‘China’, el cierre que todos esperaban: no en vano suma 1.180 millones de reproducciones en Spotify. Un ‘goodbye’ a lo grande.
