Nacional
Suscríbete

El secesionismo condiciona el sudoku de Sánchez con la financiación

La exigencia de Junts y ERC de soberanía fiscal introduce un factor inédito en el reparto autonómico pendiente que cuatro expertos evalúan.

Parlamento de Cataluña.
Parlamento de Cataluña.
A. L. H.

La última vez que las comunidades del régimen común -todas menos las forales Euskadi y Navarra- pactaron el modelo de cuantificación y reparto de la financiación autonómica el 'procés' no asomaba ni como ensoñación. Corría 2009 y, si existe un consenso hoy, es que el modelo y su resultado han quedado obsoletos para las demandas sociales sobrevenidas. 

Pero lo que monopoliza el debate de todos los debates es la exigencia de Junts y ERC de soberanía fiscal con un concierto 'a la vasca', el inconcreto compromiso del presidente con un tratamiento "singular" para Cataluña y la advertencia del resto de actores contra eventuales privilegios. Cuatro especialistas diseccionan para este periódico el terreno de juego y los márgenes para un pacto que difícilmente podrá forjarse si las apreturas están vinculadas a la investidura del presidente del Govern.

Las preguntas

1.- ¿Está Cataluña infrafinanciada? ¿Hay otras comunidades que pueden sentirse agraviadas?

2.-¿Qué significa una financiación "singular"? ¿Qué puede pactarse que encaje en el sistema común?

3.-¿Es posible constitucionalmente y viable económicamente un concierto catalán 'a la vasca'?

Francisco Javier Romero, Investigador senior en el Instituto de Federalismo Comparado de Bolzano

1. Estarían infrafinanciadas todas, porque el sistema no se actualiza desde 2009, en un contexto económico distinto. Es posible que las comunidades necesiten más recursos. ¿Está Cataluña infrafinanciada dentro del sistema? Pues estaría en la media. El sistema parte de un fondo de garantía de los servicios públicos fundamentales y, luego, se introducen otros fondos aprobados por razones de compensación política. Las que acaban más infrafinanciadas, con menos recursos por habitante, son la Comunidad Valenciana y Andalucía. Y conviene recordar que no son los territorios los ricos o pobres, sino los ciudadanos.

2. Si singular se refiere a la financiación de aquellas competencias que solo ejerce Cataluña -prisiones, los Mossos o los trenes de Rodalies-, el Gobierno podría tener margen para sobrevalorar el coste de prestar esos servicios. Pero si se pretende sacar a Cataluña del marco general con un pacto bilateral, eso obligaría a reformar la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA) y el Estatuto, y podría vulnerar el artículo 138 de la Constitución (que garantiza la distribución equitativa de la riqueza de las regiones). Este es el único asunto en España capaz de romper los bloques de los partidos, así que cualquier pacto debería basarse en criterios técnicos y ser multilateral y amplio. Si el Gobierno lo pacta solo con Cataluña, puede haber vetos en las Cortes; incluso de los socios incluidos en Sumar.

3. El papel lo aguanta todo, pero en términos económicos, probablemente no. Supondría sacar a Cataluña del fondo de solidaridad interterritorial, al que contribuye con Madrid y Baleares. Y el Cupo vasco demuestra que el cálculo no es transparente y deriva en sobrefinanciación. La propia ERC incluye en su propuesta de un concierto para Cataluña una contribución a esa solidaridad entre comunidades, porque sabe que ese es un flanco débil.

Ángel de la Fuente, director de Fedea, Fundación de Estudios de Economía Aplicada

1. En financiación, Cataluña siempre ha estado más o menos en la media. Así es complicado argumentar que eres maltratado. Es verdad que paga más impuestos que otras comunidades que al final quedan por delante. Esta es una particularidad del sistema español bastante discutible: los cambios de ordenación que genera. Pero no es un tema solo catalán. Madrid y la Comunidad Valenciana pierden siete y ocho posiciones, Extremadura y Canarias ganan como diez, Cataluña pierde unas seis... No hay mucha relación entre dónde empiezas y dónde acabas, y yo entiendo que esto se percibe como injusto.

2. Puedes hacer lo que quieras. Puedes llegar a un acuerdo multilateral con demás y luego a uno especial con Cataluña que añada algo nuevo. ¿Es posible? Sí ¿Es justo y razonable? Depende de qué sea, pero muy probablemente no. No, si se parece a lo que están pidiendo. Es lo de 'Rebelión en la Granja' de Orwell: "Todos los animales son iguales, pero unos son más iguales que otros". Si hablamos de transferencias por competencias propias, deberían no romper el principio de proporcionalidad.

3. Incluso en el mejor de los casos, si se hicieran bien las cuentas y hubiera una cuota de solidaridad, el concierto no tiene mucho sentido. En el resto del mundo no existe y por buenas razones. En España es un accidente histórico que, en una parte pequeña del país, se puede sobrellevar. Pero si permites que se generalice, has abierto la puerta hacia un sistema confederal en el que las comunidades se quedan con lo suyo y, dinero en mano, dicen "voy a darle al Gobierno central cinco duros". Es la experiencia con vascos y navarros. Tendríamos un país disfuncional. Y entiendo que en la Constitución habría que añadir una Disposición Adicional como la vasca.

Nuria Bosch, catedrática de Economía Pública en la Universidad de Barcelona

1. Sí, Cataluña está mal financiada, lo dicen los datos. El sistema general no se ha reformado en 15 años y se han creado muchas inercias. Es preciso aumentar el volumen de recursos, el pastel a repartir entre las comunidades. La redistribución de los recursos ha sido muy arbitraria. La Comunidad Valenciana está por debajo en renta y es la peor financiada; eso no tiene sentido. El resultado del modelo no representa una equidad interterritorial. Y aunque el fondo de garantía de servicios públicos fundamentales funciona bien, los fondos de reajuste (suficiencia y convergencia) habría que reformarlos.

2. Singular quiere decir disponer de algún elemento específico en el modelo común; Canarias lo tiene, por citar un caso. La especificidad de Cataluña se podría concretar de muchas maneras, que no tienen por qué responder a la propuesta del Govern. En un país de larga tradición federal como Canadá, Quebec tiene una financiación dentro del sistema común. Por ejemplo, el Estado cede ahora a las comunidades el 50% de lo recaudado por el IRPF y podría elevarse al 100% sin que eso signifique que Cataluña no aporte lo que tenga que aportar al sistema común. El problema es que Cataluña siempre tiene más ansias de autogobierno, pero eso no tiene por qué ser un privilegio. Que sí lo es en el caso del País Vasco y Navarra, no por el concierto sino por un cálculo del cupo que proporciona recursos por encima de la media.

3. Lo que no es viable es reproducir exactamente el concierto vasco, cuando Cataluña representa casi el 20% del PIB español. Pero si gestionara todos sus impuestos y luego efectuara una aportación al Estado importante, sí es viable. Y no, no creo que fuera necesario reformar la Constitución, que no define ningún modelo para la financiación autonómica. Pero cuanto mayor consenso exista, mejor, porque la estabilidad del sistema es importante al margen de los colores políticos.

Julio López Laborda, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Zaragoza

1. Las cifras muestran que Cataluña no está infrafinanciada según el modelo vigente. Hay comunidades que tienen una financiación por habitante ajustado (por unidad de necesidad de gasto) claramente inferior a la media y otras, claramente superior. Pero esto no puede interpretarse sin más como un tratamiento desfavorable para las primeras y privilegiado para las segundas. El objetivo del último pacto no era igualar la financiación por habitante ajustado, sino la de los servicios públicos fundamentales. Si esto no convence, deben cambiarse las reglas, pero no justifica una compensación por supuesta infrafinanciación.

2. Como se ha hecho siempre, las competencias no homogéneas requieren un tratamiento específico. El reto está en incorporar asimetrías en un modelo común, presentes en otros sistemas federales, como el alemán, que funcionan razonablemente bien; entre ellas, la aplicación de un sistema de nivelación parcial que debería incluir al País Vasco y Navarra. Y hay un montón de retos que van a incidir sobre el sistema: el cambio climático, los conflictos internacionales, la digitalización... La disminución de la natalidad y el aumento de la longevidad están afectando ya a los ingresos (IRPF, cotizaciones sociales e IVA) y los gastos públicos (sanidad, dependencia, pensiones). Esto no puede quedar al margen de la cuantificación del equilibrio financiero vertical -reparto de los ingresos entre el Estado y las autonomías- y el horizontal, entre las comunidades.

3. El TC ya ha dictaminado que la Disposición Adicional Primera de la Constitución se refiere solo al País Vasco y Navarra. Y la propuesta de financiación singular tiene muchos problemas. Al ceder la totalidad de las competencias tributarias a una comunidad de la importancia de Cataluña, habría que esperar un aumento de los costes de administración y cumplimiento tributario, de la competencia fiscal perniciosa y de los incentivos a la elusión y la evasión fiscal. La clave para evaluar ese pretendido concierto catalán está en conocer el importe de la aportación y su encaje con los mecanismos de nivelación del sistema común.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión