Los constitucionalistas avalan el papel de Felipe VI y descartan una Ley de la Corona
La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación ha celebrado una jornada en la que un relevante grupo de expertos ha analizado el papel desempeñado por el jefe del Estado
Sometido al análisis de un destacado grupo de juristas y constitucionalistas, entre ellos el padre de la Constitución Miquel Roca, todos han considerado el papel de Felipe VI en su primera década de reinado como ejemplar e impecable desde el punto de vista constitucional, al tiempo que han descartado una Ley de la Corona.
Bajo el epígrafe "Felipe VI: Una década de reinado", la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación ha celebrado una jornada en la que un relevante grupo de expertos ha analizado el papel desempeñado por el jefe del Estado cuando se van a cumplir diez años de su proclamación tras la abdicación de su padre, el rey Juan Carlos I.
"Un reinado de diez años complejo pero ejemplar, un reinado difícil pero aleccionador", ha resumido el expresidente del Tribunal Constitucional y académico Pedro González Trevijano, quien ha hecho hincapié en que la "legitimidad de ejercicio" del monarca se ha basado en la "ejemplaridad" demostrada por el rey, cuya vinculación a la Constitución ha sido "absoluta y total".
Esta adecuación de sus funciones a la Carta Magna, patente desde el discurso de proclamación pronunciado ante las Cortes Generales el 19 de junio de 2014, ha sido remarcada por los ponentes, como el catedrático Manuel Aragón, quien ha llegado a definirlo no ya como un rey constitucional sino como "constitucionalista" por su profundo conocimiento de la ley fundamental.
"Cuando tengo alguna duda, me agarro a la Constitución y no la suelto", manifestó Felipe VI en una ocasión, según ha recordado al respecto González Trevijano.
"No voy a hacer ningún elogio de su majestad. El mayor elogio es que ha cumplido con su obligación y su misión", ha enfatizado por su parte Miquel Roca, convencido de que la monarquía es una institución plenamente consolidada y que ha cumplido un papel relevante ante la "obligación constitucional" de "ponerse de acuerdo".
Es más, ha considerado que la Corona es el elemento que "garantiza" la normalidad institucional en España y ha apostillado que también es el "ejemplo del consenso más importante que hemos practicado jamás", puesto que llegó a la democracia "con muchas renuncias" y luego se consolidó con el tiempo.
El padre de la Constitución ha aprovechado para recalcar que tras más de 45 años vigente, la Constitución de la que fue ponente "funciona" y no debe darse por muerta la Transición.
Además del respeto de Felipe V al marco legal, en la jornada se ha hablado de sus decisiones adoptadas en sus diez años al frente de la institución, una década que el académico José Luis García Delgado ha descrito como "el más difícil de la democracia española" y donde el rey ha cumplido como un "factor de estabilidad, casi el único".
Entre estas decisiones figuran la "muralla china", en palabras del también académico y catedrático Emilio Lamo de Espinosa, que construyó para separarse del pasado "tóxico" que había contaminado el reinado de su padre, con medidas drásticas y "muy dolorosas personalmente" pero "necesarias", ha incidido.
Así sucedió con la retirada a su hermana Cristina del título de duquesa de Palma a consecuencia del caso Nóos, la reducción de 16 a seis de los miembros de la familia real, la renuncia a su herencia paterna, la retirada de la asignación a su padre el rey Juan Carlos o incluso su "expatriación" forzada, ha reflexionado.
Lamo de Espinosa ha citado también como momento emblemático de su reinado el discurso que pronunció el 3 de octubre de 2017 ante el desafío independentista que se había desatado en Cataluña y que en opinión de él mismo y también de González Trevijano, debía haber pronunciado el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Espinosa considera que si no hubiera sido por aquel "valiente" paso del rey, Rajoy no se hubiera animado a promover la aplicación del artículo 155 de la Constitución que permitió intervenir la Comunidad de Cataluña ante aquel "golpe" de Estado.
Sobre el discurso de 2017, el único participante que ha mostrado sus reservas ha sido el catedrático de Derecho Constitucional Diego López Garrido, quien ha dedicado su intervención en demostrar que una Ley de la Corona que regule las funciones del jefe del Estado no es viable, desde el punto de vista jurídico, institucional y político.
Con él ha coincidido Manuel Aragón, que no la ve necesaria, al igual que otro participante, el jurista Benigno Pendás, quien solo admite cambiar la Constitución en un único punto para eliminar la preponderancia del varón sobre la mujer en la sucesión al trono.
