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Las claves de las elecciones del 9-J en España y en Europa: del triunfo del PP al efecto Alvise

A nivel nacional, el PP vuelve a ganar pero el PSOE aguanta con un suelo electoral del 30%. En el Parlamento Europeo se dibujan para los próximos cinco años una Europa más escorada a la derecha.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (centro-i), junto cabeza de lista del PP a las elecciones europeas, Dolors Montserrat, celebran los resultados
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (centro-i), junto cabeza de lista del PP a las elecciones europeas, Dolors Montserrat, celebran los resultados
Jesús Hellín

Las elecciones europeas han vuelto a dar la victoria en unos comicios de ámbito nacional al PP de Alberto Núñez Feijóo que mejora algo más de un punto sus resultados de las últimas generales frente a un PSOE de Pedro Sánchez que, aunque pierde fuelle, mantiene un suelo electoral por encima del 30%.

Este 9J deja también como titulares la irrupción con tres eurodiputados de la candidatura del agitador Luis "Alvise" Pérez, la desaparición de Ciudadanos, la división del voto de Sumar y Podemos y el retroceso de las opciones soberanistas.

El PP se consolida como primera fuerza

Los populares han vuelto a ganar unas elecciones y aumentan su diferencia con los socialistas en unos comicios en los que se votaba en toda España. Frente a las anteriores europeas de hace 5 años, el PP sube 14 puntos y nueve escaños, del 20,15 al 34,20 por ciento de los votos.

Si se comparan estos resultados con las generales de hace un año, en las que también fue la fuerza más votada pero no pudo formar gobierno, también crece pero muy débilmente, apenas un punto.

Sube, eso sí, en prácticamente todas las comunidades, consolida su recuperación en comunidades clave como Cataluña y el País Vasco e incluso gana con amplitud en feudos del PSOE como Castilla-La Mancha.

EFE

El suelo del PSOE por encima del 30%

Los comicios del 9J se habían planteado en amplios sectores como un plebiscito sobre Pedro Sánchez y, aunque el PSOE no ha ganado y se ha dejado votos y escaños, ha demostrado que su suelo electoral sigue siendo muy sólido. Por encima del 30 por ciento de los votos.

Solo ha perdido un parlamentario con respecto a las europeas de hace cinco años y un punto y medio frente a las generales de julio del año pasado.

En este tiempo, el Gobierno de Pedro Sánchez ha abordado unos pactos de investidura muy complejos con los partidos independentistas y ha sacado adelante una Ley de Amnistía que, a priori, no se antojaba muy popular.

EFE

El efecto Alvise

Las elecciones europeas, con 61 escaños a repartir en una única circunscripción, unido a la falta de interés ciudadano por la política europea, favorece la entrada de este tipo de candidaturas de "protesta". Ocurrió ya en el pasado, por ejemplo, con la lista de José María Ruiz-Mateos.

Según todos los estudios de opinión, la candidatura Se Acabó la Fiesta de "Alvise" Pérez se ha nutrido especialmente de votantes jóvenes de derecha descontentos con el sistema político.

Todo indica que esos 800.000 votos -4,59 por ciento del total- se habrían movido en otras circunstancias entre la papeleta de Vox y la abstención.

De hecho, Vox pierde más de tres puntos con respecto a las generales de hace un año, aunque en estos comicios europeos haya mejorado su resultado y obtenido seis escaños frente a los cuatro de 2019.

Europa Press

La pugna de Sumar y Podemos pasa factura

Sumar ha conseguido ganar el pulso al Podemos de Irene Montero al obtener tres escaños, uno más que los morados, pero de nuevo la pugna entre ambas formaciones ha desangrado el espacio político, que ha perdido un escaño sobre los anteriores comicios.

La suma del porcentaje de Sumar -4,65- y de Podemos -3,28- sigue por debajo de lo que obtuvo Podemos en solitario en 2019, que superó el 10 por ciento y los seis parlamentarios europeos.

Con respecto a las últimas generales, la fuga de votantes es aún mayor.

Ciudadanos, despedida y cierre

Se daba por hecho, pero estos comicios europeos han certificado la práctica defunción de Ciudadanos.

El partido fundado por Albert Rivera ha ido perdiendo toda su representación política elecciones tras elecciones. Las municipales y autonómicas de mayo del año pasado acarrearon su desaparición en ayuntamientos y comunidades en favor del PP, tendencia que se confirmó en julio quedando fuera del Congreso.

La marcha del Parlamento Europeo, donde hasta ahora contaba con ocho escaños, supone la puntilla final para un proyecto que llegó a contar con 57 escaños en la Cámara Baja.

El debate nacional castiga a las opciones soberanistas

Todas las fuerzas nacionalistas o independentistas han empeorado sus resultados con respecto a las elecciones europeas de hace cinco años.

Junts, de Carles Puigdemont, ha pasado de tres escaños a solo uno, perdiendo la mitad de sus votos.

Ahora Repúblicas, en la que están integrados ERC y Bildu, ha conservado los tres escaños que tenía gracias al empuje de los abertzales en el País Vasco y del BNG en Galicia, ya que ERC sí sufre un importante retroceso en Cataluña.

El PNV, que se presentaba en la coalición CEUS, mantiene su europarlamentario, pero dejándose la mitad de sus votos. 

En Europa: habrá coalición europeísta pero sube la ultraderecha

Los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo dibujan para los próximos cinco años una Europa más escorada a la derecha, aunque con un centro que resiste y tratará de buscar una coalición estable y proeuropea.

EFE

Gana el PPE, con la llave de las mayorías

Los 189 escaños que logra el Partido Popular Europeo le sitúan de nuevo como primera fuerza en la próxima Eurocámara, aupados por los buenos resultados en países como España o Alemania y con trece escaños más que en la legislatura que ahora termina.

Este resultado les otorga la llave de las mayorías en el Parlamento Europeo que hasta ahora tenían los liberales de Renovar Europa: aunque con probabilidad se unirán a socialdemócratas y liberales para formar una coalición proeuropea de centro, siempre tendrán la posibilidad de unir sus votos a los de ultraconservadores y extrema derecha para tratar de decantar la balanza, aunque sea de forma ocasional.

Europa Press

Los socialdemócratas aguantan el tipo

El grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) mantendrá el tipo en el nuevo Parlamento Europeo, con 135 eurodiputados según la proyección más reciente, cuatro menos de los que tenía en la legislatura que ahora acaba.

Ya se han declarado listos, según su jefa de grupo, Iratxe García, para "trabajar con la mayoría proeuropea que los ciudadanos han pedido".

El PSOE sería la delegación nacional más numerosa del grupo, con 20 representantes, y el Partido Democrático italiano la segunda, con 19, mientras que el SPD del canciller alemán Olaf Scholz aporta 15 diputados. Los socialistas franceses y rumanos aportarían otros 13 eurodiputados cada uno.

Desplome de liberales y verdes

Los liberales de Renovar Europa y los Verdes/Alianza Libre Europea se han dejado una veintena de diputados cada uno y, aunque los primeros se mantendrán como tercera fuerza en el hemiciclo, los ecologistas pasarán de cuarta a sexta posición.

Ambos lograron resultados récord en 2019 y se ven hoy lastrados por sus malos resultados en Alemania y Francia, los dos partidos que más escaños contribuyen a la Eurocámara, pero al mismo tiempo se han mostrado dispuestos a contribuir a una mayoría proeuropea de centro y estable.

Sube la ultraderecha

Las últimas proyecciones confirman que la ultraderecha aumentará su representación en la futura Eurocámara, con una subida de nueve escaños, hasta los 58, para el grupo Identidad y Democracia, donde se enmarca la Agrupación Nacional, que ha arrasado en Francia con un 31,5 % de los votos.

Menor ha sido el incremento de los Conservadores y Reformistas (ECR), que suman dos escaños hasta los 72 y en el que se integran los Hermanos de Italia de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que habrían vencido con más del 28 %; el partido Ley y Justicia polaco, segundo en su país con un 32 % de los votos; o el español Vox, que obtendría seis escaños con casi un 10 % de apoyo.

Sin embargo, ambas formaciones podrían aún engrosar sus filas con alguno de los 95 eurodiputados que no están adscritos a un grupo -entre los que figura la AfD alemana que quedó segunda con un 16 % de los votos o el Fidesz del húngaro Viktor Orbán, que obtendría un 52 % de apoyo- o que entran por primera vez a la Eurocámara cuando se constituyan en las próximas semanas los nuevos grupos.

Ni la pandemia ni la guerra movilizan al electorado

La participación en las elecciones europeas de 2024 fue del 51%, no lejos del 50,66% registrado en las anteriores de 2019, cuando se rompió una racha imparable de descenso tras descenso tras las primeras celebradas en 1979.

Ni la decidida actuación de las instituciones europeas frente a la pandemia del covid-19 o de la contención de los precios de la energía o en la ayuda a Ucrania en la guerra desatada por Rusia han servido para movilizar aún más al electorado europeo.

Tampoco la iniciativa de varios países de permitir el voto a partir de los 16 años ni la puesta en marcha una campaña de comunicación por parte del Parlamento Europeo ha logrado remontar la participación ciudadana. 

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