Elecciones europeas
Europa acude a las urnas para decidir el modelo que marcará su posición en el mundo
La inestabilidad geopolítica con EE UU y China como grandes adversarios y el avance de la ultraderecha sacuden los cimientos de la UE.
Europa se construye con las crisis y en la última legislatura ha enfrentado dos de las más grandes de su historia. La pandemia de la covid-19 y la guerra en Ucrania han puesto a la UE frente al espejo y han subrayado la necesidad de un «despertar europeo». En un mundo más hostil que el que existía hace cinco años, el bloque debe actualizar su modelo para sobrevivir. Y, en esta encrucijada, los europeos acuden hoy a las urnas para decidir la dirección que debe tomar el bloque en materias económicas, migratorias, de defensa y de ampliación; todo ello con la ultraderecha y los movimientos euroescépticos ganando terreno, según los sondeos. La ciudadanía de la Unión es consciente de lo que está en juego, aunque las encuestas apuntan a una discreta participación para unos comicios que históricamente no han sido capaces de movilizar.
En la próxima legislatura la UE necesitará una «refundación» para dejar a un lado una estructura «diseñada para la posguerra», afirma el mandatario francés Emmanuel Macron. El presidente galo apunta que el bloque debe actualizarse para hacer frente de forma más efectiva los desafíos globales y las crisis internas. El canciller alemán, Olaf Scholz, coincide en que hay que llevar a cabo reformas económicas y de defensa para mantener la competitividad de la UE, mientras el presidente español, Pedro Sanchez, aboga por una mayor cooperación en materia migratoria y climática.
Las fórmulas son diferentes, pero todos los líderes coinciden en el diagnóstico: Europa debe fortalecer su papel en el escenario internacional si quiere prevalecer en un contexto global marcado por la inestabilidad geopolítica, la incertidumbre y la competencia comercial con Estados Unidos y China.
Hacia la ampliación de la UE
El voto que los europeos depositen hoy en las urnas será «crucial» para determinar el rumbo que toma la UE. Así lo cree la actual presidenta de la Comisión Europea y favorita para revalidar el cargo, Ursula von der Leyen. La política alemana, candidata de los populares europeos, ha destacado en numerosas intervenciones que estos comicios son fundamentales para «enfrentar los desafíos que amenazan la unidad y los valores europeos» y defiende una Europa unida frente a «aquellos que quieren destruir la cohesión del continente».
Los próximos cinco años serán fundamentales para sentar las bases de la próxima gran ampliación del bloque. Los Balcanes occidentales, Ucrania, Moldavia, Turquía (la eterna candidata). El encaje de estos países en la UE requerirá de una serie de reformas internas en materia presupuestaria. También se tendrá que revisar el sistema de vetos de los Veintisiete, ya que actualmente dificulta la toma de decisiones y podría ser un verdadero problema con la integración de nuevos Estados miembros.
Migración y economía
En clave interna, preocupa el auge de los populismos y la ultraderecha en Europa. Cuatro años después de la salida de Reino Unido del bloque, los partidos euroescépticos son fuertes en países como Hungría y Polonia; y, según los sondeos, podrían erigirse en la primera fuerza en países como Francia, Italia, Bélgica y República Checa, entre otros. De confirmarse, estos resultados convertirían a la ultraderecha en la tercera fuerza de la Eurocámara, teniendo la llave para sacar adelante políticas comunitarias claves. E, incluso, podría llegar a las instituciones comunitarias.
Los equilibrios entre las fuerzas políticas definirán cómo aterrizar y poner en práctica el Pacto de Migración y Asilo. Este reglamento acelera las devoluciones a los países de origen y permite a los Estados miembros pagar por rechazar refugiados (20.000 euros por persona).
En materia económica, el bloque encara un panorama internacional complejo -con la competencia con China y EEUU- y una economía que no acaba de despegar tras el golpe que supuso la guerra en Ucrania. El Ejecutivo comunitario prevé que la Eurozona crezca un 0,8% este año y un 1,4% en 2025. Alemania, hasta ahora la principal locomotora del euro, está lejos de recuperar músculo y registrará tan solo un avance del 0,1% este año y un 1% el año que viene. En ese contexto, los Estados miembros deberán plegarse a las nuevas reglas fiscales de la UE y empezar a reducir su deuda y déficit públicos.
Mientras, la UE aguarda con esperanza el informe sobre competitividad del expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien ve necesario «un cambio radical». «Nuestra organización, toma de decisiones y financiación se diseñaron para el mundo de antes (...). Necesitamos una Unión que esté a la altura del mundo de hoy y de mañana», sostiene el referente italiano.
Para afrontar los desafíos en materia de seguridad, Europa también deberá impulsar su industria defensiva a fin de reabastecer sus arsenales y aumentar la producción para el envío de armas y munición a Ucrania. La OTAN apunta que la UE tiene que terminar, asimismo, con la fragmentación de su mercado armamentístico. Y Von der Leyen ha asegurado que, si repite en el cargo, creará la figura del comisario de Defensa, para otorgarle una mayor importancia a esta cartera.
El futuro del Pacto Verde y las políticas medioambientales también dependen de estas elecciones. Un giro a la derecha en los resultados generales pondría en peligro la ambición de las políticas contra la crisis climática -que dependen de un estrecho margen de votos en la Eurocámara- y la senda hacia la neutralidad de emisiones en 2050. Europa se juega su presente y también su futuro.
