Nueva etapa del Burladero del Tubo que mira más a la calle

El local mantiene la estampa taurina, pero la carta ya no tiene tantas propuestas de la gastronomía del sur.

En el nuevo Burladero las mesas altas han salido a la calle.
En el nuevo Burladero las mesas altas han salido a la calle.
Elisa Manero

El Burladero del Tubo (c/ Ossau, 2) tomó hace tres años el relevo a un clásico como el bar Fenicia, más conocido como El Musti, de la mano del empresario Emilio Peña. En este tiempo se ha consolidado alrededor de su estética taurina y de una gastronomía que mira, sobre todo, al sur de España.

Pero como tantas cosas en la vida susceptibles de cambio, El Burladero acaba de iniciar una nueva etapa. Emilio Peña, que tiene varios establecimientos en el Tubo -Vinos Nicolás, El Champi, Ö Gastrobar…-, además del restaurante El Chalet, ha decidido traspasarlo y el reto lo acaba de asumir uno de sus trabajadores, Alejandro Marrero, buen conocedor de esta zona de ambiente zaragozana y con ganas de emprender.

El 5 de julio abrió sus puertas el nuevo Burladero. En la parte estética no ha cambiado demasiado. El local lo sigue presidiendo la cabeza disecada del toro Saladillo, que el 15 de mayo de 1972 encumbró en la Monumental de Las Ventas de Madrid al torero aragonés Raúl Aranda, que ese día salió por la puerta grande.

La carta se ha reducido y se ha incorporado el cachopo.
La carta se ha reducido y se ha incorporado el cachopo.
Elisa Manero

Son muchos los aficionados al mundo del toro que encuentran en este icónico detalle el argumento principal para visitar El Burladero. “Esta es la esencia del establecimiento y no he querido cambiar grandes cosas”. Sí que lo ha hecho en su distribución. Todas las mesas altas que había dentro han salido al exterior. En total, ocho, con la idea de que haya un ambiente muy callejero en la calle Ossau.

El Cuartelillo, Casa Buisán y Distrito México son vecinos y, entre todos, están contribuyendo a crear un rincón de picoteo singular. “La calle es bastante más ancha que otras del entorno, como las de las cuatro esquinas, y la gente puede estar tranquilamente tomándose algo en una mesa alta; es una forma diferente de tapear”, comenta Alejandro.

Al salir las mesas a la calle, en la pared donde se dibuja el burladero de una plaza de toros ha puesto una tarima de madera para el tapeo informal, mientras que alrededor de la barra el espacio está muy despejado.

Donde más cambios se han producido es en la propuesta gastronómica. Ya no se mira tanto al sur de España. El chicharrón de Cádiz, el cazón en adobo o el ´piripi`, un clásico del tapeo sevillano que lleva pluma, beicon, queso y alioli en una pequeña chapata de pan de cristal con tomate, han desparecido. “He querido simplificar la carta y abrirla a otros productos manteniendo algunas recetas de Andalucía”, explica Alejandro Marrero.

Varios establecimientos han creado un ambiente muy callejero en la calle Ossau.
Varios establecimientos han creado un ambiente muy callejero en la calle Ossau.
Elisa Manero

En cualquier caso, lo que tiene claro “es que diferenciarme en algunos detalles es algo prioritario; en el Tubo somos muchos a competir y como ofrezcas lo mismo que el resto no resulta fácil sobrevivir”.

En este sentido, ha apostado por abrir el sábado todo el día, desde las doce de mediodía a la una de la mañana. “Casi todo el mundo cierra entre las cuatro y las ocho de la tarde -comenta-, pero creo que hay público para dar este servicio”.

En el apartado culinario la carta se ha reducido bastante “para que haya más rapidez y fluidez en la cocina”. Pero no solo han desaparecido recetas que miran al sur. También se han añadido algunas. Por ejemplo, un cachopo. “Apenas hay establecimientos que lo ofrecen en el Tubo y me parece una opción interesante para resolver una comida informal”, prosigue.

Tequeños, brocheta de pulpo y raciones clásicas como huevos rotos con jamón o ensalada de tomate con burrata también se han incorporado “con la idea de ponérselo fácil a la clientela a la hora de elegir”.

Lo dicho, el corazón de El Tubo sigue latiendo a buen ritmo. En la calle Ossau ya no se mira tanto hacia el sur pero el buen ambiente que se respira en el exterior está contribuyendo a crear en ella un microclima especial.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión