El restaurante de Zaragoza recomendado por la Guía Michelin con alta cocina de barrio
El menú de verano se compone en los entrantes de una ensalada de tomate rosa con sandía, anchoa y hierbabuena (los aliños son espectaculares) al gazpacho de cerezas con cecina y queso manchego.
Comer bien es un placer, ya seas gourmet o simplemente una persona aficionada a las cosas ricas de la vida. La visión del hostelero varía mucho: hay quien simplemente apuesta por lo mejor de lo mejor, y se dirige a gente de alto poder adquisitivo, que puede permitirse el gasto sin que tiemble la cartera. No obstante, es posible combinar la excelencia en la cocina con una política de precios razonable, para que más gente se planteen darse un pequeño capricho y salir de vez en cuando del sota, caballo y rey. En Zaragoza hay muchas opciones
Cuando un establecimiento encuentra el lema perfecto, tiene mucho ganado a la hora de atraer visitantes primerizos. Es el caso en Zaragoza del Bistrónomo y su “alta cocina de barrio”, algo que genera curiosidad y empatía entre quienes precisamente son de barrio o tienen conciencia barrial reciente por residencia, amistad o lo que sea. Además, figura en la Guía Michelin como lugar altamente recomendado prácticamente desde sus inicios, allá por 2018. San José tiene en este local a todo un orgullo culinario.
El Bistrónomo está en el número 19 de la calle Previsión Social: abre de miércoles a sábado de 13.00 a 15.30 y de 20.00 a 22.30, y en horario de comidas los domingos. En verano ofrece menús de comidas de jueves a viernes por 26 euros (agua, pan, aperitivo sorpresa y una bebida), que son 30 el fin de semana y los festivos en las cenas.
Qué se come en El Bistrónomo de Zaragoza
Cosas deliciosas, con el detalle cuidado y la efectividad garantizada. Más allá de la carta, bien surtida, el menú de verano va en los entrantes de una ensalada de tomate rosa con sandía, anchoa y hierbabuena (los aliños son espectaculares) al gazpacho de cerezas con cecina y queso manchego.
En el primero se elige entre pasta trofie al limón con almejas y arroz jazmín frito al wok con cedo ibérico y judía verde. En los segundos se puede elegir entre bonito del norte con guacamole y gulas o lomo bajo de ternera sobre cremoso de boniato y cebollitas francesas.
Para el dulce hay dos opciones en el menú estival: sopa helada de coco con coulis de mango, piña y lima o tarta de chocolate casera con helado de mango.
Hay muchos sitios para ir en Zaragoza, grandes profesionales en las cocinas y establecimientos que cuidan con las mismas ganas el producto, la preparación, la atención y el entorno. Bistrónomo, desde luego, no es uno más entre esa buena selección: si fuese un campeonato deportivo, aspiraría a vencer en su categoría y a subir muy alto en la clasificación general.
