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Bunkerbar y sus platillos, una alternativa al menú del día en el centro de Zaragoza
La propuesta de este restaurante que visitó recientemente la actriz Aitana Sánchez Gijón es parecida a una carta a precio cerrado (16,90 euros) y se basa en medias raciones generosas y muy elaboradas.
El restaurante Bunkerbar de Zaragoza se ha inventado una propuesta para comer a mediodía que es una curiosa combinación de menú clásico, carta a precio cerrado, plato combinado, plato del día o medio menú. Sus denominados Platillos Bunker, que acaban de ver la luz de lunes a viernes a la hora de la comida, tienen algo de todos estos modelos de menús y aportan detalles innovadores a la tarea siempre complicada de ofrecer propuestas diferenciadas en el ámbito hostelero. No es extraño que la sugerente propuesta fuera reclamo para la actriz Aitana Sánchez Gijón, quien acudió acompañada de la escritora Irene Vallejo, la también actriz Bea Segura y sus compañeros de reparto en la obra teatral 'La Madre' que presentó en el Principal en días pasados.
Los platillos se articulan alrededor de 16 recetas, así que hay mucho donde elegir. De alguna forma, cubren cuatro momentos gastronómicos: un entrante frío, uno caliente que hace las veces de primer plato, otro en el que el protagonismo recae en carnes y pescados y, finalmente, el postre. El precio es de 16,90 euros, de lunes a viernes, e incluye una copa de vino, cerveza, refresco o agua.
Se les denomina platillos porque no responden a la idea de una ración completa, pero tampoco son una tapa. “Más bien se trata de una media ración -comenta Carol Lasmarías, responsable del establecimiento-, pero más que suficiente”. No hay más que fijarse en la ensaladilla rusa de atún, de generosas dimensiones, o en la ensalada de manzana caramelizada y foie fresco, que es una de las pocas recetas que se han rescatado de la carta de Bunkerbar.
“Hemos querido hacer algo totalmente nuevo, buscando referencias distintas y divertidas, tanto en la forma como en el fondo”, prosigue. Otro detalle de estos platillos es que se mima el producto. Por ejemplo, aparecen trucha ahumada, presa ibérica, gambones o atún rojo de almadraba. Además, se trata de elaboraciones muy trabajadas y bien presentadas, lo que supone un atractivo añadido.
Un detalle más es la variedad de ingredientes y la amplia paleta de nutrientes. Las verduras, por ejemplo, están muy presentes en el carpaccio de tomate rosa con pimientos rojos asados, trucha ahumada y piparras.
En el segundo pase ya entran los platos calientes. Aquí la variedad se presenta en forma de fritos (croquetas de jamón ibérico y de carabineros, y empanadillas caseras de carne), con presencia de cereales (arroz thai con presa ibérica) y legumbres (garbanzos a la marinera con gambones). En fin, que no se renuncia a la cuchara.
En el tercer pase aparecen la carne y el pescado con platos de mucho nivel: desde un eclair relleno de steak tartar con mayonesa de jalapeños y un brioche de tartar de atún rojo de almadraba, a un huevo poché con reducción de PX y foie fresco. En este apartado hay cinco alternativas para elegir.
Finalmente, los postres también se cuidan mucho y hay de todo, para los más y menos lamineros: manzana asada con yogur griego y miel de ágave, tarta de queso con salsa de arándanos y trufas de chocolate.
“Buscábamos un menú que no fuera menú, algo diferente y por la buena aceptación que están teniendo estos platillos, creo que lo hemos conseguido”, concluye el responsable del establecimiento, situado en la calle Jerónimo Zurita, 20 (976 390 823).
