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EMPRENDEDORES

¿Qué hacer si se cae el móvil al agua? Olvídate del truco del arroz

José María Lledó repara cerca de un millar de dispositivos cada año, tanto de telefonía como robots aspiradoras.

José María Lledó, fundador de Siratech.
José María Lledó, fundador de Siratech, en su local de El Caracol de Zaragoza.
Guillermo Mestre

José María Lledó ha tenido este miércoles un día ajetreado en su comercio de reparación de móviles y robots aspiradora de Zaragoza. Diez terminales han pasado por sus manos buscando un 'milagro' para que sus dueños no perdieran la información que contenían. Otras jornadas son más tranquilas, confiesa este barcelonés de 44 años afincado en Zaragoza, en un sector como es el de la reparación. Cree que ahora "está en auge", pero ha tenido sus altibajos. Por su experiencia, es rotundo al acabar con algunos mitos como los remedios caseros para secar un teléfono pasado por agua: "Meter un móvil mojado en arroz no sirve para nada".

Este emprendedor llegó a la capital aragonesa por motivos personales con la idea de trabajar para una marca del sector. Tiene 28 años de experiencia, primero de comercial de grandes fabricantes y luego de técnico de electrónica. Su cambio de ciudad supuso también un giro profesional. Finalmente, cambió su plan inicial y decidió "capitalizar el paro" y montar su propio negocio, porque no le apetecía "seguir trabajando para otros". Así nació Siratech en 2019, el año anterior a la pandemia de coronavirus, que logró salvar porque "éramos esenciales y pude seguir trabajando".

Pese a ello, se ha tenido que ir diversificando para conseguir ingresos complementarios. "Busqué ser punto de conveniencia de paquetería de Amazon y eso hizo que la gente me conociera, porque no deja de ser publicidad gratuita. No solo consigues que la gente entre, sino que además te pagan, aunque da mucho trabajo", reconoce.

En la mayoría de los casos de móviles rotos el problema es que "se han caído al baño", afirma. Insiste en que el citado truco no es más que una leyenda urbana. "Quita la humedad, pero con meter un teléfono en arroz no consigues nada porque sigue teniendo agua dentro y solo puedes sacarla si lo abres", detalla. Y cuanto más tiempo se tenga sumergido en dicho cereal, peor. "Aunque haya estado una semana en arroz, dentro sigue habiendo agua", reitera.

En estos casos, los técnicos abren los aparatos para sacar el agua del interior. "No garantizamos la reparación sino el encendido para recuperar el contenido", que suele ser lo que buscan con desesperación quienes ven peligrar las fotografías de unas vacaciones o un momento único con su familia y amigos. Sin ánimo de entrar en detalles escatológicos, añade que resulta un dato importante para los técnicos saber si el móvil se cayó al baño "antes o después" de su uso, para conocer qué otras sustancias había en el agua que puedan empeorar aún el problema. 

Ni arroz ni algodón ni secador para arreglar un móvil

Algunas tecnológicas como Apple incluyen expresamente esta aclaración en sus instrucciones, lo que da idea de hasta qué punto está extendido este remedio falso. El gigante de la manzana indica expresamente que no se meta el iPhone, su teléfono estrella, "en una bolsa de arroz" porque haciendo eso lo que puede ocurrir es que "pequeñas partículas de arroz" dañen el aparato. A ello une otras recomendaciones como no secarlo con una fuente de calor externa ni introducir algodón o un pañuelo de papel.  

"Si fuera meterlo en una bolsa o varias de gel de sílice, como las que vienen en los bolsos nuevos, podría servir para algo, pero solo te quitaría la humedad interna, no el agua", añade Lledó. El problema es peor si la inmersión se produce en el mar. "Con agua de mar resulta técnicamente imposible. No hay oportunidad de recuperar nada porque la sal se impregna en los componentes", apunta. Solo cabría conseguir el encendido para salvar la información.

El segundo problema más frecuente es la rotura de la pantalla. Si compensa o no depende del terminal. "Hay pantallas de 40 euros y de 500 euros, depende del modelo", pone como ejemplos. En cada caso hace un presupuesto personalizado "con el coste de la pieza y la mano de obra", buscando la opción más económica. Desde el servicio técnico suelen coger encargos por Whatsapp para agilizar la atención al cliente, pero "rara vez me dice el cliente el modelo de móvil de forma correcta", confiesa. "Mucha gente no sabe lo que tiene en la mano", afirma, lo que dificulta averiguar el repuesto adecuado.

Las averías más frecuentes de los robots aspiradora

Desde su local en el centro comercial El Caracol se ha especializado en arreglar también robots aspiradora.  No amplía a más productos porque "no tengo espacio", asegura, ya que la tienda está pensaba para incluir un pequeño taller para teléfonos. El año pasado entraron en su establecimiento 1.158 dispositivos y electrodomésticos. Entre los robots de limpieza el problema principal es la "falta de mantenimiento", que necesitan como cualquier aparato. "Muchos piensan que lo hacen todo solos, pero se ensucian por dentro, los filtros no se limpian, el depósito no se vacía a tiempo y eso hace que tengan fallos", explica. Puede ocurrir también que se estropeen las baterías. 

En cualquier caso, Lledó defiende que los técnicos no hacen milagros. "A veces se piensa que los que reparamos móviles sacamos la información milagrosamente, por arte de birlibirloque". Habrá casos en que no sea posible el arreglo.

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