Economía
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Heraldo del Campo

El premio por estar casi un siglo con los pies en la tierra

Gonzalo Cerdán, que roza los 98 años, ha sido reconocido por Araga, en cuya fundación participó, por su larga y todavía activa trayectoria agraria.

Gonzalo Cerdán en su plantación de olivos.
Gonzalo Cerdán en su plantación de olivos.
A. C.

Cumplirá los 98 años en noviembre y continúa siendo agricultor. Y no es un sentimiento, es una realidad, porque Gonzalo Cerdán, a punto de rozar el siglo, continúa estando en activo. Visita y organiza el trabajo en las 100 hectáreas de viñedo y olivar que esta empresa familiar tiene repartidas entre las localidades de Almonacid de la Sierra y Cosuenda, en Zaragoza. Pero, sobre todo, "está muy pendiente", de la almazara familiar de la que se ocupa desde que era adolescente -ya se ha incorporado la quinta generación- en la que elaboran desde 1897 aceite de oliva virgen extra, con la marca Cerdán Portolés, mediante procedimientos mecánicos a través del sistema tradicional de extracción en frío en tres fases, lo que le aporta a su oro líquido un carácter artesanal único.

Ese sea quizá el secreto, el "elixir de la juventud" de Gonzalo Cerdán, un "buen chorro de aceite virgen extra Cerdán Portolés", que, como él ha confesado en algunas ocasiones, se toma cada mañana en ayunas. Pero es, sin duda, su pasión por el oficio y la ilusión con la que siempre ha desempeñado una profesión nunca fácil, la que le mantiene, con casi medio siglo a la espalda, con los pies en la tierra.

Entre viñedos y olivos ha transcurrido la dilatada trayectoria de Gonzalo Cerdán, que cuando aún no había cumplido la veintena ya era el titular de la almazara que su abuelo Isidro Portolés (primera generación) fundó en La Fresneda (Teruel). Allí permaneció el molino hasta que en 1926 fue trasladada a Almonacid de la Sierra, donde residían Pilar Portolés (segunda generación) y su esposo León Cerdán, que se pusieron al frente de esta empresa, cuya titularidad pasó a Gonzalo Cerdán en 1945. La familia dispone también de viñas, cuyo fruto tiene como destino Grandes Vinos, la bodega más grande y antigua de la Denominación de Origen Cariñena.

Gonzalo Cerdán en el homenaje que el rindió la asamblea general de Araga.
Gonzalo Cerdán en el homenaje que el rindió la asamblea general de Araga.
A. C.

Por tan larga trayectoria, por la pasión y el esfuerzo que transmite, por ser ejemplo para todos los agricultores y por el orgullo que supone tenerlo en sus filas, la organización agraria Araga, que él mismo contribuyó a fundar, quiso homenajear a Gonzalo Cerdán en su última asamblea general. Acompañado de su familia, muy emocionado y especialmente agradecido recibió el reconocimiento este veterano agricultor que, aunque hizo especial hincapié en los complicados momentos que vive la agricultura, ofreció a los asistentes numerosos mensajes de ánimo, interrogantes sobre el futuro y advertencias de que el abandono de la actividad será también la ruina para la sociedad.

"Se vive de ilusión"

Con la experiencia que aporta no solo su larga trayectoria vital sino lo aprendido de sus antepasados, también agricultores, Cerdán reiteró en varias ocasiones que "en la agricultura se vive de ilusión". "Siempre estamos pensando que vendrá un año bueno y luego viene lo que viene", señaló este agricultor, que a pesar de esta incertidumbre aseguró que "todos somos felices".

Durante su intervención en el homenaje que le brindó Araga, Cerdán reconoció una y otra vez la difícil situación que atraviesa una actividad a la que demuestra una profundo cariño. "La situación no es buena, pero creo que como la agricultura no hay nada", insistió. Y lo dijo con convicción porque el conoce bien muchos de los malos tiempos que atravesado este sector. "Hay muchos inconvenientes pero siempre los hemos tenido. A mí me ha tocado mucho. Voy a hacer 98 años y todavía estoy en activo y mantengo la agricultura porque aunque nos queda poco, vivimos", detalló.

Reconoció que no se atreve a predecir el futuro, ni como quedará esta actividad y sus profesionales en unos años. "¿Qué puede pasar con esto? Pues no lo sé", explicó Gonzalo Cerdán, que eso sí, lanzó una advertencia con mucha seguridad: "Si la agricultura se hunde, el mundo también caerá", dijo.

Sin embargo, su discurso no fue nada catastrofista. Todo lo contrario, este casi centenario agricultor zaragozano y socio de Araga pidió continuidad a todos los allí congregados. "No dejéis la agricultura", les aconsejo, a pesar de reconocer que "cada vez se ven más fincas abandonadas". Les pidió resistencia y les dejó pinceladas de esperanza. "El plan es el siguiente. Tenéis que aguantar porque algunas vez saldremos favorecidos", concluyó.

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