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La semana del cambio necesario en la SD Huesca
El acuerdo con Pini y Costa para la ampliación de capital y los movimientos en el consejo marcan la agenda a la espera de tener margen de maniobra deportiva.
La semana que comienza será la del cambio necesario en la SD Huesca. Días clave para el futuro con la rúbrica del acuerdo con los grupos Pini y Costa y su entrada en el club a través de la fórmula de un crédito participativo convertible en futuras acciones. Cerca de diez millones de euros que estabilizarán una economía maltrecha y permitirán elevar el techo salarial en dos millones más para acudir al mercado de fichajes con un mayor margen de maniobra. Una secuencia de acontecimientos que se complementará con más movimientos en el consejo de administración a partir de la salida de su actual presidente, Fernando Callizo.
Un balón de oxígeno que lanzan dos referentes de la industria porcina y agroalimentaria. Pini es un grupo italiano que desembarcó en la comarca de la Litera en 2017 impulsado por los hermanos Piero y Mario Pini, mientras que el Grupo Costa, cuyo origen se remonta a 1966, está presente en varios sectores y más de un centenar de países pilotado por su CEO, Jorge Costa. Costa forma parte del grupo de patrocinadores de la SD Huesca desde 2018 a través de Bodegas Sommos, mientras que se trató de impulsar un acuerdo similar con Pini a finales del pasado año que no terminó de concretarse.
Con ambas se alcanza el objetivo de mantener "un modelo directivo y financiero genuinamente autóctono", como expresó Manuel Ollé, presidente del accionista principal, la Fundación Alcoraz, en una carta remitida a los aficionados antes del partido en Cartagena. Además, se trata de dos conglomerados empresariales contrastados; el Grupo Costa cerró 2023 con una facturación agregada que rondó los 2.200 millones de euros. Litera Meat, la filial de Pini en esta comarca, ha presentado datos de en torno a los 800 millones en los últimos ejercicios.
La posibilidad de que Costa comprase un paquete significativo de acciones se estuvo abordando durante el pasado año, aunque se terminó desechando. Y el empresario italiano Piero Pini, presente en el palco de El Alcoraz en las últimas citas ligueras, presidió en Hungría el Honved de Budapest entre 2003 y 2006 y fue accionista del Dunaújváros.
La aportación de Pini y Costa supondrá un flotador para una SD Huesca con unas previsiones económicas que harían zozobrar su supervivencia sin la entrada de capital externo. A 30 de junio de 2023, el déficit del club azulgrana era de 7,8 millones de euros, con unos ingresos de 12,7 millones que no compensaban los 20,5 de gastos y delataban el declive a partir del descenso de Primera División en 2021. El regreso a la austeridad que se ha aplicado en el último año, con reducciones drásticas en el personal no deportivo, tampoco se reflejará en las cuentas del ejercicio 23-24, que va a clausurarse de nuevo con pérdidas por valor de cerca de cinco millones.
Con este panorama, el patrimonio neto -diferencia entre activo y pasivo- de la SD Huesca va a entrar en valores negativos; en 2021 superaba los 12 millones de euros y en 2023 fue ya de 4,4 millones (siempre que no se contemplen los 31 millones del fondo CVC), a los que habrá que restar el déficit antes referido para situarse aproximadamente en -200.000 euros. Una situación insostenible en el tiempo que también se ha reflejado en los techos salariales de las últimas temporadas. El límite salarial de la temporada 23-24 fue de 4,6 millones de euros, el segundo más bajo de la categoría de plata, si bien se encontraba rebasado y el coste real de la plantilla deportiva se encontraba cerca de los siete millones.
La fórmula del crédito participativo convertible en futuras acciones permitirá respirar a la SD Huesca y, en un primer momento, no cambiará el paisaje accionarial. En un futuro, tanto Costa como Pini sí podrían adquirir voz y voto en la entidad azulgrana puesto que se trata de un crédito convertible en futuras acciones. No se trata de un paso novedoso en el fútbol español, pues en los últimos años el modelo del crédito participativo ya se dio en clubes con el agua al cuello como Deportivo de La Coruña o Málaga. El consejo de administración votará favorablemente el acuerdo y dispondrá de un mes para convocar la pertinente junta general de accionistas. En el marco de una ampliación de capital se deberán explicar cuestiones como el importe de las nuevas acciones.
No pilotará el proceso Fernando Callizo, que hará efectiva su salida del consejo de administración y lo presidió por última vez en el encuentro de despedida de la temporada frente al Levante en El Alcoraz. Vinculado a la SD Huesca desde 2019, con su adiós se consumará el cambio completo de caras en el máximo órgano de gobierno del club, que pasará a estar conformado por los consejeros Agustín Lasaosa, José Luis Bandrés, Fernando Rivas y Javier Cruz, este último en condición de consejero delegado. Los estatutos marcan que debe haber al menos cinco consejeros, por lo que faltaría uno a menos que se modificase el texto.
Para encabezar el consejo, el paso más lógico señala a Lasaosa como presidente a partir de su experiencia en el cargo, en la gestación y el desarrollo del proyecto desde antes del salto al fútbol profesional, con lo que se cerraría el círculo que se empezó a dibujar con su salida en 2019 a partir de la explosión de la operación Oikos y hasta el archivo del caso.
