La ausencia de Sergio Bermejo en el entrenamiento del Real Zaragoza de este lunes 22 de julio fue la nota más llamativa del inicio de la tercera semana de la pretemporada. El mediapunta, que viene negociando con el Sporting de Gijón en los últimos días su traspaso al club asturiano, va a concluir de manera inminente su paso por el club aragonés, que ha ocupado una fase de 4 temporadas.

Bermejo, de 26 años, va a comenzar un nuevo camino en su carrera futbolística, después de no haber logrado explotar como se esperaba en el Real Zaragoza todas las expectativas que se anunciaron cuando fue fichado en 2020 por Lalo Arantegui procedente del Celta B, entonces en la extinta Segunda B. En Gijón esperan poder anunciar su fichaje a lo largo de esta jornada y que se incorpore a la pretemporada rojiblanca en Mondariz (Lugo).

Ya el año pasado, en el mercado de invierno, Bermejo se marchó del Real Zaragoza, cedido al Elche. Su primera vuelta, en una plantilla que iba cuesta abajo y sin frenos después de un sobresaliente y sorprendente inicio de campaña (cinco victorias seguidas en los cinco primeros partidos), había sido lo suficientemente mala como para pensar en ocupar su espacio, tanto en ficha como en volumen de salario (de los más altos, alrededor de 350.000 euros) con otros refuerzos. 

En el plan de reestructuración profunda del plantel que propuso Víctor Fernández, el tercer entrenador del curso anterior que, tras firmar la salvación del equipo con sufrimiento extremo se quedó para abanderar el nuevo proyecto con aura de éxito y devolver al Real Zaragoza a la lucha real por el ascenso a Primera División, Bermejo no tiene sitio a criterio del cuerpo técnico. Su tiempo, largo y lleno de oportunidades, ha pasado. El madrileño no ha sabido ni podido engancharse a las necesidades que el cuadro zaragocista requiere en este calvario de 12 años consecutivos fuera de la élite, a la que pretende regresar algún día, cuanto antes sea posible, mejor. 

Bermejo va a dejar atrás 126 partidos de liga en sus cuatro campañas como zaragocista (la última, a mitad), con 9 goles en su haber. Ha jugado como interior/extremo derecho, también en el otro ala eventualmente y, asimismo, como segundo punta o enganche por detrás de un delantero centro referencial. Ha lucido el '10' del equipo, un guiño a la importancia que desde su llegada se le quiso dar a su rol en el día a día del grupo. Finalmente, ha llegado el momento de separar los caminos y el Real Zaragoza va a apostar por otro tipo de jugadores en esas encomiendas tácticas. 

Es inequívoco que Bermejo ha formado parte del Real Zaragoza en las tortuosas y deficientes 4 últimas temporadas, donde el envoltorio tampoco le ha ayudado para acabar eclosionando como ese gran jugador que se presumía en su captación. En constante coqueteo con el descenso de categoría, una vez tras otra, figuras como las de Bermejo han sido melladas sin remedio. Su salida es un signo cristalino de los cambios profundos que Víctor Fernández quiere implantar en el nuevo equipo que viene. Bermejo era un jugador de un plan que hace tiempo está derogado.