Así juega Samed Bazdar, nuevo delantero del Real Zaragoza

El nuevo ariete del club es un delantero de clase, talento, elegancia, calidad técnica e inteligencia ofensiva. Apunta muy alto, pero conviene tener prudencia.

Samed Bazdar, delantero centro del Partizan de Belgrado, celebra un gol marcado este año en la liga de Serbia.
Samed Bazdar, delantero centro del Partizan de Belgrado, celebra un gol marcado este año en la liga de Serbia.
Partizan B

El Real Zaragoza incorpora en Samed Bazdar un delantero especial, un futbolista de indudable proyección. Un serbio de 20 años con mucho camino aún por recorrer al que le han bastado apenas dos meses de continuidad en el Partizan de Belgrado para posicionarse en el gran escaparate del mercado europeo. Bazdar procede de una de las mejores canteras de delanteros de Europa, y eso ya sirve como credencial inicial. En las filas del Partizan, histórico club del ejército yugoslavo, siempre ha existido una sensibilidad exclusiva a la hora de formar este tipo de atacantes. El Partizan ha vendido a Bazdar, pero también a su coetáneo y compañero de cantera, el goleador Vanja Vlahovic al Atalanta, y ya tiene preparado el relevo en la delantera con el prometedor Dusan Jovanovic, quien destacó este curso pasado en la Youth League.

El Zaragoza tiene una conexión rotunda con esa fábrica en el nombre de Savo Milosevic, uno de los mejores ‘9’ de su historia. Savo creció en el Partizan y, ahora, justo 25 años después de su fichaje, el Zaragoza apuesta a lo grande por Samed Bazdar. Entre uno y otro, de la institución de Belgrado han venido saliendo algunos de los mejores arietes del fútbol europeo reciente, como Aleksandar Mitrovic o Dusan Vlahovic, además de otras cristalinas gotas de talento serbio: Jovetic, Lazar Markovic, Zivkovic, Jojic, Nemanja Radonjic… Unos confirmaron sus promesas más allá de la frontera de Serbia, otros no tanto… Y esa barrera de adaptación lejos de su casa será la primera que deberá vencer Bazdar, serbio de nacionalidad, pero bosniaco (musulmán) de origen étnico.

El delantero procede de Novi Pazar, la capital del Sandzak, una región de mayoría bosnia enclavada entre Serbia y Montenegro, y de la que salió, hace unos años, otro de esos exquisitos, fríos y delicados atacantes, Adam Ljajic, también forjado en el Partizan y referencia de Bazdar. El nuevo delantero del Zaragoza, de hecho, podía jugar en la selección de Bosnia de acuerdo a sus orígenes, pero lo ha hecho con Serbia, el país de su pasaporte, en un temprano debut en marzo cuando apenas llevaba un mes de titular en el Partizan. Una de las razones de esa rápida convocatoria de Serbia era asegurarse a Bazdar.

Su engranaje a Zaragoza y al Real Zaragoza tiene la clave del éxito de esta historia. Uno de los delanteros de la generación de Bazdar sirve como ejemplo de los riesgos de una operación así: el Almería fichó por 3,5 millones a Marko Milovanovic hace dos veranos, cuando apenas había despuntado en Partizan este potente y corpulento ariete. Ahora, con 21 años y dos temporadas en España, Milovanovic aún no ha alcanzado el nivel que se le intuyó: por el momento, solo ha jugado 14 partidos con el primer equipo y ha sembrado más dudas que certezas.

Bazdar es un delantero de clase, talento, elegancia, calidad técnica e inteligencia ofensiva. Apunta muy alto, pero como muchos otros jóvenes serbios -algunos mencionados más arriba- que se congelaron fuera de su país. Tienen un carácter especial y están muy definidos por su ambiente cultural. A los serbios les cuesta. El idioma, el alfabeto, las costumbres, la forma de ser… El Zaragoza deberá hilar muy fino con él, ser paciente y darle apoyo y cariño. Cercano está el caso de Ivan Obradovic, lateral izquierdo, también fichado al Partizan en 2009 por 3,5 millones de euros, quien nunca cuajó por su singular personalidad y sus problemas físicos.

Bazdar también deberá aclimatarse al fútbol del Real Zaragoza y de la Segunda División. Sus características exigen un contexto táctico concreto. No se adaptaría a jugar en cualquier modelo. El serbio está lejos de ser un ‘9’ puro. Su tendencia es alejarse del área y atacar de cara, fruto de sus orígenes como mediapunta o complemento de un delantero, aunque es cierto que en la última temporada ha evolucionado más hacia ese perfil más clásico.

Internacional en las categorías inferiores de Serbia y ya absoluto -estuvo en la prelista de la Eurocopa-, Bazdar se ha ido definiendo como un delantero completo y variado. Le gusta participar en el circuito del juego, caer a bandas, alimentar el fútbol en centro del campo... Tiene muy buen pase, y es fino, técnico y habilidoso con los pies, en controles, conducción y regate. Pero, sobre todo, es muy inteligente atacando y presionando. Aunque no es un 9 puro, sí se ha acercado a este tipo de atacante porque tiene su gama de movimientos finales. 

Descubre los espacios, los ataca, y sabe cuándo hacer acciones de apoyo para otros compañeros. Pero, aunque es muy pulcro desmarcándose, no es veloz, ni ligero. Su cuerpo, aunque es alto y mide 1,85, aún no tiene unas condiciones atléticas consistentes. No es potente ni fuerte en el cuerpo a cuerpo. Tampoco se ha manejado en los ritmos de juego que hay aquí. En España no va a tener los espacios que se le abren en Serbia y las defensas -y los defensas- que va a enfrentar son un desafío desconocido para él.

Su encaje en el Zaragoza si viene a jugar de 9 único va a demandar aspectos muy concretos (interiores llegadores, extremos muy dominantes) y un equipo bien articulado en ataque. Bazdar tiene cualidades de alto nivel, pero debe confirmar que son aptas para lo que exige la Segunda División.

En la pasada temporada, Bazdar marcó siete goles en competición de liga, aunque seis de ellos los metió entre febrero y abril, destapándose como delantero centro mientras el máximo goleador del Partizán, el brasileño Matheus Saldanha, estaba lesionado. Es el único periodo en el que ha sido titular desde que debutó en el primer equipo con solo 17 años. Aprovechó la oportunidad a la perfección. En su mapa de remates, sobresale su capacidad para pegarle con ambas piernas y en el cabezazo. Aunque aún debe afinar la definición y falla más de las que mete, tiene facilidad para encontrar situaciones de disparo.

En qué medida se adapta a la vida lejos de su país, al contexto táctico del Real Zaragoza y a las exigencias de la Segunda División reside el triunfo de esta apuesta. Es decir, que Bazdar le dé al Zaragoza el rendimiento más inmediato posible, claro está, en forma de gol.

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