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El criterio de antigüedad regirá en la reubicación de los socios del Fondo Sur de La Romareda

El Real Zaragoza hace público el mecanismo que va a llevar a cabo para reorganizar este verano de 2024 a sus abonados una vez se derribe esa tribuna y se pierdan en torno a 9.000 butacas.

El Fondo Sur de La Romareda, en el último partido de su historia, el 2 de junio en la visita del Albacete.
El Fondo Sur de La Romareda, en el último partido de su historia, el 2 de junio en la visita del Albacete.
Guillermo Mestre | Francisco Jose Gimenez Vidal

El criterio de antigüedad será el que rija en el procedimiento de reubicación de los socios afectados por el inminente derribo del Fondo Sur de La Romareda. El Real Zaragoza SAD ha hecho públicas las líneas maestras por las que va a llevar a cabo la recolocación de la afición zaragocista a partir del año próximo, forzado por las obras de reconstrucción del nuevo estadio de la ciudad.

De entrada, a los casi 9.000 afectados que se van a quedar sin su butaca en el Fondo Sur, se les hará una consulta a través de la web del club para saber si desean ser reubicados en otras zonas del estadio o no. Mientras tanto, el resto de los socios de las demás tribunas del viejo campo, podrán renovar con normalidad, como cada año, sus tarjetas para la liga 24-25. 

Cuando se sepa cuántos -y en qué lugar del campo- asientos libres quedarán en las demás localidades (Preferencia, Este, Gol Norte), será el momento en el que se explicará el calendario de recolocación de los afectados, según sea su número de antigüedad en su carnet de abonado. 

El club explica que hay, curiosamente, algunas pequeñas zonas que en el reparto geográfico del campo pertenecen al Fondo Sur y que, sin embargo, no se ven afectadas por el derribo: los sectores 224 y 225 y los palcos 52 al 64, ambos incluidos. Son los ‘quesitos’ –y la terraza que los antecede– que lindan con el primer tramo del segundo anfiteatro de la Tribuna Este. En el análisis estratégico de los arquitectos se ha considerado que no hay problema en dejar esa parte activa el año que viene y que su derribo se incluya en la siguiente fase, cuando le toque el turno al graderío largo del Paseo de Isabel la Católica. 

De este modo, se sujetan casi 1.000 butacas en servicio, las que acogen estos paños del coliseo zaragozano. El aforo de La Romareda será el año venidero de algo más de 24.000 espectadores. 

Asimismo, el Real Zaragoza implementa el llamado "Abono sin asiento", una modalidad de tarjeta de socio que surge para aquellos que al final no puedan (por no existir su tribuna) o no quieran (por liberar voluntariamente su butaca) acudir al estadio mientras duren las obras pero que deseen mantener su vínculo con el club y su número ordinal en la sociedad. Esta tarjeta cuesta 60 euros. 

Estos abonados que, por ello, queden en un compartimento estanco sin butaca mientras se acometan las obras, siempre serán los primeros en poder acceder a la venta de entradas (si las hubiese) en cada partido. Y, en caso de querer volver a recuperar la vigencia de su localidad el año que viene, lo harán dentro de una bolsa global de los aspirantes que haya dentro de un año a ocupar el nuevo aforo, que estará mediatizado por el derribo, entonces, de la Tribuna Este. El mecanismo volverá a tener como factor decisivo la antigüedad de cada socio.

 

Es importante subrayar que no habrá nuevas altas en ningún caso. Por lo tanto, nadie podrá ingresar como nuevo socio del Real Zaragoza hasta nueva orden, mientras estén en marcha las obras del remodelación del estadio de La Romareda. 

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