Los detenidos de la reyerta del Gancho en Zaragoza, en libertad acusados de riña tumultuaria
Cuatro de los arrestados pasaron a disposición judicial el jueves, el menor implicado salió del calabozo el miércoles y el sexto, que tuvo que ser operado, comparecerá más adelante.
Los seis detenidos por la reyerta con armas blancas que se vivió el martes en El Gancho se encuentran en libertad a la espera de juicio. Cuatro de ellos comparecieron el jueves por la tarde en el Juzgado de Instrucción número 4, en funciones de guardia, y están acusados de riña tumultuaria, y el que salió peor parado ha sido citado para declarar más adelante. Tras la pelea, se encontraba bajo custodia policial en un centro hospitalario en el que fue operado por las heridas y cortes sufridos en un brazo. También estaba implicado un menor que el miércoles por la mañana fue entregado a un tutor.
La pelea se desarrolló a plena luz del día causando alarma en la zona tanto por el número de participantes como por su violencia. El despliegue policial, además, fue amplio. Se desplazaron en un primer momento efectivos de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional a los que después se sumó la Unidad de Prevención y Reacción. También se solicitó la colaboración de la Policía Local y después entraron en juego la Policía Científica y el Grupo de Homicidios, encargado de la investigación.
La sala del 091 recibió el aviso a las 17.00. Según testigos presenciales, el altercado comenzó en la calle de Mariano Cerezo y en él un grupo de jóvenes habría atacado al que sufrió las heridas más graves. La refriega llegó hasta la calle del Conde de Aranda, en la que el agredido, ya muy ensangrentado, se refugió dentro un bazar en el que en ese momento había cuatro niñas. Se apoderó de unas tijeras y se escondió en el fondo del local donde le encontró la Policía. Además de él, hubo otro participante en la riña que precisó de atención médica por las heridas y que fue también trasladado en ambulancia a un hospital.
Las pesquisas posteriores llevaron a los investigadores hasta un piso del número 42 de la calle de Mariano Cerezo. En el portal, al parecer, había restos de sangre y de hecho la Policía Científica trabajó en el lugar durante varias horas recogiendo pruebas.