Bodegas Langa inicia las obras para poder duplicar su producción en Calatayud
El proyecto, cuando esté a pleno rendimiento, tendrá capacidad para procesar hasta un millón de kilos y podría crear hasta cinco nuevos empleos.
Bodegas Langa ya ha iniciado los trabajos para ampliar sus instalaciones en la zona de Marivella de Calatayud, que posibilitará que su capacidad de producción se duplique cuando esté a pleno rendimiento. En total, según confirman desde la empresa a HERALDO, la inversión superará los dos millones de euros entre las obras y el equipamiento de la nueva nave, cuya estructura ya se está levantando anexa al edificio principal y que se aprecia desde la autovía A-2. De esta forma, entre vino con etiqueta de la Denominación de Origen y cava, llegarán a los dos millones de botellas.
"Son inversiones destinadas no solo a mejorar la productividad, sino a ganar en la calidad de los procesos", subraya César Langa, director técnico de la empresa. En esa puesta en marcha, ya han incorporado a una persona y cuando todo este implementado podrían crear hasta cinco nuevos puestos de trabajo, que se sumarán a los nueve que trabajan a día de hoy únicamente en bodega. Así, además de mejorar el almacenamiento con el que cuentan, la compañía instalará, sostiene este responsable, unos sistemas de "elaboración bastante novedosos".
Esta semana la junta de gobierno del Ayuntamiento de Calatayud daba la autorización para el proyecto de modificación de un tendido eléctrico próximo a la nueva nave. Los trabajos de la obra civil tienen un plazo de ejecución previsto de cuatro meses y el proceso para equipar las instalaciones tiene como fecha de referencia 2025.
Con ello, se abrirán las puertas a elaborar, por ejemplo, más tipos de vino, así como a poder realizar un mayor control de procesos como la fermentación. "Es una elaboración, podríamos decir, 4.0, donde todos los datos de la fermentación, que hasta ahora se tomaban de manera humana, como la densidad, la temperatura, o el oxígeno disuelto, están controladas con sensores", detalla Langa. De esta forma, se simplifica el proceso, se aumenta la productividad y se reduce el margen del error humano.
"El control es más exhaustivo y se pasa de tener que hacer unas analíticas independientes y más laboriosas, a que sea más sencillo, se aumente la productividad y haya menos espacio para el fallo", valora. Además, Langa hace hincapié en que el proyecto, que ha entrado dentro de la convocatoria de ayudas europeas para inversiones en instalaciones de transformación e infraestructura vitivinícolas que gestiona el Ministerio de Agricultura a través del fondo Feaga y que podría llegar a un 40% del coste, sirve también para mejorar en sostenibilidad.
Para ello se instalarán placas solares y se mejorarán los sistemas energéticos y de depuración de aguas. Según Langa, esta ampliación llega "por necesidad" al encontrarse la compañía en el límite máximo de producción: "Es la forma de seguir creciendo en un sector que es muy dinámico y en el que no puedes parar para estar en la primera línea y no perder espacio", remarca. También puntualiza que este proyecto, además de inversión en infraestructuras, cuenta con un importante esfuerzo a nivel de certificaciones de calidad.
En la actualidad, Bodegas Langa, con más de 150 años de historia y en la quinta generación, exporta el 95% de su producción a 35 países. Según detalla Langa, el principal mercado está en Europa, principalmente en Alemania, pero también en Asia -con China y Japón como referentes y en América, con Estados Unidos, Canadá, México y Brasil entre los principales destinos.
