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El 'Rambo de Requena', preso en Zaragoza, muerde y hiere de gravedad a varios guardias civiles

El peligroso delincuente, que cumple condena en la cárcel de Zuera por intentar matar a otros dos agentes en Teruel, había sido trasladado provisionalmente a Valencia.   

El Rambo de Requena, a su llegada a la Audiencia Provincial, donde fue juzgado.
El Rambo de Requena, en una imagen de archivo.
Javier Escriche

Pedro Lozano Jiménez, más conocido como el 'Rambo de Requena' y detenido el 8 de junio de 2020 tras intentar matar a dos guardias civiles en Muniesa (Teruel), ha vuelto a agredir de gravedad a dos agentes este martes. Al parecer, lo ha hecho durante un cacheo previo antes de conducirlo a la Ciudad de la Justicia de Valencia. El delincuente cumple una condena de 27 años de prisión en el centro penitenciario de Zuera, pero había sido trasladado hace un par des semana al de Picassent (Valencia) para esta comparecencia. Ha sido precisamente en el presidio levantino donde Lozano ha atacado esta mañana a los funcionarios mordiéndoles en los brazos e intentando hacerlo en el cuello.

Según fuentes penitenciarias, las víctimas recibieron una primera atención de urgencia por parte de los servicios médicos de la prisión de Picassent antes de ser trasladados al hospital por sus propios compañeros. El recluso está incluido en el Programa de Atención Integral de Enfermos Mentales (PAIEM) y el Fichero de Internos de Especial Seguimiento (FIES) debido a su peligrosidad. La mismas fuentes señalaron que el 'Rambo de Requena' «arremetió contra los dos guardias civiles que iban a cachearle previamente a su traslado, mordiéndoles y ocasionándoles heridas muy graves».

Dos funcionarios del departamento de ingresos pidieron refuerzos y prestaron apoyo de inmediato a los guardias civiles. Según ha informado la Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), los funcionarios «se emplearon a fondo para reducir al preso y también sufrieron heridas de diversa consideración». Finalmente, el recluso fue reducido y trasladado a su módulo, donde quedó en observación.

No ha causado incidentes en Zuera

Desde que ingresó en el centro penitenciario de Zaragoza (Zuera), el 'Rambo de Requena' no había protagonizado ningún incidente. Según fuentes penitenciarias consultadas por HERALDO, "es un eremita y no habla con nadie". De hecho, parece que "son muy pocos en la cárcel los que han escuchado su voz". Durante todo este tiempo, pese a ser "muy introvertido, huraño y hosco", su actitud habría sido bastante correcta y no se tiene constancia de que haya incumplido normas. 

Las mismas fuentes indican que siempre entra y sale de su celda para desarrollar distintas actividades cumpliendo los horarios. Eso sí, siempre callado.  

Lo que se desconoce por el momento es si, tras el grave suceso ocurrido este martes en Valencia, Pedro Lozano Jiménez permanecerá en Picassent durante algún tiempo o será devuelto en los próximos días a Zuera para que siga cumpliendo su condena.

Una persecución con un violento final

El Tribunal Supremo ratificó en septiembre de 2023  la condena de 27 años de prisión que la Audiencia Provincial de Teruel impuso a Pedro Lozano por los delitos que cometió en tres municipios turolenses -El Castellar, Muniesa y Andorra- en junio de 2020. La sentencia confirmaba a Lozano como autor de dos tentativas de homicidio, dos delitos de robo con fuerza, otros dos de robo de vehículo de motor, uno de coacciones y otro contra la seguridad del tráfico.

El Alto Tribunal consideró probado que en junio de 2020 Lozano accedió sin consentimiento del propietario a una segunda residencia de El Castellar para ocultarse por los numerosos delitos cometidos en la Comunidad Valenciana, permaneciendo allí hasta el 8 de junio.

En esa fecha, el 'Rambo de Requena' robó un vehículo y condujo hasta Muniesa, donde le localizaron dos agentes de la Guardia Civil que estaban de servicio y le siguieron. Lozano se metió en un callejón sin salida y los guardias detuvieron el vehículo a escasos metros del coche robado. Al dirigirse a él para que se identificara, el delincuente salió del vehículo y encañonó a uno de los guardias civiles, disparando contra él sin alcanzarle. El agente respondió usando su arma reglamentaria, pero la bala no llegó a impactar en el perseguido. A continuación, el guardia intentó disparar de nuevo, pero se le encasquilló la pistola. Por el contrario, Lozano disparó hiriendo en el antebrazo y el abdomen al agente

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