Un denunciado por dos violaciones en Zaragoza, acusado también de quebrantar una orden de alejamiento
El juicio por no cumplir con la medida que le fue impuesta tras la primera de las supuestas agresiones sexuales debería de haberse celebrado este jueves. Sin embargo, fue suspendido al encontrarse en estos momentos en prisión provisional.
Francisco Antonio H. R. debería de haber comparecido este jueves ante el Juzgado de lo Penal número 7 de Zaragoza acusado de haber quebrantado la orden de alejamiento que se le impuso tras la primera de las dos denuncias de violación que pesan sobre él y que están pendientes de juicio. Sin embargo, no se presentó al encontrarse en estos momentos en prisión. De esta circunstancia se tuvo conocimiento antes del inicio de la vista oral, que tuvo que ser suspendida.
La actual estancia en la cárcel de Francisco Antonio H. R. está motivada por no haberse presentado a una declaración indagatoria tras la que se ordenó su búsqueda y captura. Una vez fue encontrado se decidió privarle de libertad de forma provisional. A sus 37 años es un viejo conocido de la Justicia. Arrastra antecedentes y condenas por tráfico de droga, violencia de género, conducción de vehículo sin carné y lesiones.
Por el delito del quebrantamiento de la orden de alejamiento, la Fiscalía propone como pena 24 meses de multa a razón de 8 euros diarios. La orden le fue impuesta a raíz de la denuncia por agresión sexual con penetración que interpuso una joven el 19 de marzo del año pasado y tras la que fue detenido y puesto en libertad provisional por el juzgado de guardia. Las condiciones que debía respetar incluían el no acercarse a la mujer a menos de 200 metros y no comunicarse con ella de ninguna manera de forma directa o indirecta.
Sin embargo, menos de un mes después de la presunta violación, ocurrida en los baños de una discoteca, la denunciante y Francisco Antonio H. R. volvieron a coincidir en otro local de ocio nocturno. Según expuso ella ante la Policía Nacional, el 8 de abril cuando se marchaba de ese establecimiento se cruzó con el acusado. En ese momento no se dirigieron la palabra. Sin embargo, poco después él habría llamado a una amiga de ella para pedirle que le dijese que retirase la denuncia por agresión sexual.
También manifestó a los agentes policiales que Francisco Antonio H. R. no había cambiado sus hábitos y seguía frecuentando los mismos lugares a los que iba ella, lo que limitaba sus movimientos. Por estos hechos, el acusado volvió a ser arrestado y puesto en libertad con las obligaciones de comparecer ante la autoridad judicial cuantas veces fuese llamado y de facilitar su domicilio y avisar de cualquier cambio del mismo durante el proceso. No cumplir con estos requisitos, se le advirtió, podría implicar que se acordase en su lugar la prisión provisional.
La segunda denuncia por agresión sexual contra Francisco Antonio H. R., de cuya defensa se encargan los abogados Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, se interpuso en febrero. En este caso, la supuesta violación a una joven de 25 años, según expuso ella, fue en casa del acusado y después de una noche de fiesta en la que ambos habían coincidido en dos discotecas y en la que en el baño de una de ellas la mujer ya había tenido con él una mala experiencia al realizarle éste unos tocamientos que causaron el rechazo de la denunciante.
