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Inmobiliaria

El 'flex living' aterriza en el centro de Zaragoza: ¿qué es y por qué está en auge?

El paseo de la Independencia sumará 89 estudios de alquiler con servicios, una modalidad por la que cada día apuestan más inversores. 

El edificio del paseo de la Independencia 37, que albergará 89 apartamentos
El edificio del paseo de la Independencia 37, que albergará 89 apartamentos
Oliver Duch

Un nuevo concepto que "redefine" el alojamiento en Zaragoza. Esto supone la llegada de los 89 apartamentos con servicios, comúnmente conocidos como 'flex living' en el mundo inmobiliario, que no existía en la capital aragonesa hasta que la familia Bandrés, dueños del grupo Lobe, firmó la adquisición de un icónico edificio  del centro a través de la consultora Vatena para adentrarse en esta tendencia inmobiliaria.

Este proyecto, en Independencia 37, se convertirá en el primer 'flex living' de Zaragoza. Un anglicismo más, como 'coliving' o 'senior living', pero con connotaciones diferentes. En resumen, se trata de un modelo residencial muy en auge en otras ciudades como Madrid o Barcelona, donde se combina la independencia de un apartamento con los servicios que puede ofrecer un hotel. Está enfocado, principalmente, a estancias temporales, a diferencia de los alquileres tradicionales, que pueden ser de larga duración.

Actualmente, el sector 'living' (que engloba todos los anglicismos ya mencionados) es uno de los que más inversiones recibe en España. Para medir su magnitud, cabe destacar que, según los datos de la consultora CBRE, durante el primer semestre de 2023 el 'living' lideró la inversión inmobiliaria en España con cerca de 1.629 millones de euros y concentró el 31% del total de transacciones (frente al 25% del primer semestre de 2022).

¿En qué consiste? "En Madrid, lo que buscan muchos proyectos es ofrecer alojamientos de corta y media distancia. En ellos se incluye la limpieza, gimnasios, o en algunos incluso el transporte hasta la estación, por ejemplo", expresa Josemaría Navarro, uno de los socios de Vatena, consultora especializada en el 'flex living'. Han asesorado numerosas iniciativas de este tipo en la capital de España. Está enfocado a personas que, por ejemplo, solo van a pasar tres o cuatro meses en la ciudad y no quieren gastar su dinero en un hotel o un apartamento turístico. "Al final, en un piso no van a poder estar tan poco tiempo", añade Navarro.

Su presencia en Zaragoza viene dada por la expansión que ha tenido en toda España. "Actualmente, al margen de los hoteles de lujo, donde más se invierte es en el 'flex living'", expresa el socio de Vatena. Lo cierto es que este concepto se está modernizando y ofrece soluciones para dar vivienda "con un valor añadido". "Buscas que el inquilino tenga una experiencia o un confort", sentencia.

Jardines, barbacoas o zonas 'coworking'

El de la capital aragonesa, gestionado por la compañía SmartRental Group tendrá un gimnasio, parking, espacios para 'coworking', terraza, un restaurante con un mirador e incluso servicio con limpieza. Es todo lo que se ofrece, además del alojamiento, generalmente en el mismo edificio. Pero en otras ciudades, como Madrid, se ofrecen otras bondades: amplios jardines, barbacoas o incluso un spa para bañar mascotas. Obviamente, esto repercute en el precio.

Por ejemplo, fue muy sonada la llegada de Greystar, el 'rey' estadounidense del 'flex living', a Madrid. La compañía anunció el año pasado una inversión prevista de entre 300 y 500 millones de euros este 2024. Suyo es el mayor complejo de este tipo de alojamientos que hay en España, de 1.137 apartamentos en una parcela de 9.000 metros cuadrados en San Sebastián de los Reyes. 

El proyecto de 'flex living' Be Casa de Greystar en Rivas, Madrid.
El proyecto de 'flex living' Be Casa de Greystar en Rivas, Madrid.
Alfaro-Manrique Atelier

Estos estudios tienen uno o dos dormitorios amueblados, cuartos de baño, un pequeño salón, cocina americana equipada y una terraza. En este caso, se intenta que los residentes creen una comunidad, por lo que se organizan actividades como fiestas de Halloween, karaokes, concursos de tapas o de pintura. Incluso, en este caso este proyecto es 'pet friendly', por lo que los animales de compañía son bienvenidos y tienen su propio spa. Para estos alojamientos, los precios oscilan de los 871 euros al mes que cuestan los estudios pequeños de 27 metros cuadrados a los 1.500 euros de los pisos de 53 metros, según publica El Mundo. 

Se trata de un coste bastante superior al del alquiler de un piso tradicional que debe asumir una sola persona, aunque parte con la ventaja de que no es necesario entregar uno o dos meses de alquiler por adelantado, sino el 15% de la reserva para las estancias más largas. En las cortas, por lo general no se exige nada. En Zaragoza, aunque todavía no se han dado cifras de lo que costará el arrendamiento, las compañías prevén que sea "para todos los públicos", aunque este se ajustará a lo que marque el mercado en el momento de la apertura.

Aunque esté enfocado a cualquiera, la mayoría de interesados por estos modelos suelen ser jóvenes profesionales cuyo trabajo les obliga a permanecer temporalmente en una ciudad. No obstante, pueden acudir incluso familias que van a visitar a un allegado durante varias semanas y prefieren quedarse allí que en un hotel. Está por ver cómo recalará este tipo de alojamiento en Zaragoza, pero está claro que las nuevas inversiones inmobiliarias se enfocarán en los alquileres flexibles.

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